La intensa amistad entre Marlon Brando y Barbra Streisand

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La intensa amistad entre Marlon Brando y Barbra Streisand

La actriz y cantante –quien hoy cumple 82 años– lo consideró su amor platónico tras verlo en el cine en el musical Ellos y Ellas (1955). Cuando finalmente se conocieron, en un evento benéfico, el actor tuvo un gesto que la descolocó, pero que le pareció “como salido de una película”. La también cineasta detalló el lazo que los unió en My Name is Barbra, su extenso libro de memorias que publicó en 2023.


Aún no cumplía su primera década en el cine y su filmografía ya sumaba Un tranvía llamado deseo (1951), El salvaje (1953) y Nido de ratas (1954), la película que le concedió el primer Oscar de su carrera. En medio de ese impresionante ascenso en Hollywood, Marlon Brando llegó a las salas en 1955 con Ellos y ellas (Guys and dolls), un musical en que compartía pantalla con Jean Simmons, Frank Sinatra y Vivian Blaine.

Aunque por razones obvias era una figura que conocía, fue ese largometraje en específico el que conquistó a Barbra Streisand, por entonces una adolescente de Nueva York cuyos vecinos asociaban con una gran voz. Todavía faltaban un par de años para que se graduara del colegio y tuviera su primera experiencia teatral.

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“Lo vi en pantalla y me enamoré. Pensé: Dios mío, ¿quién es esta criatura? ¡Qué cara! Esos ojos... Esos labios... ¡Esos dientes! ¡Quería estar en el cine sólo para besar a Marlon Brando!”, escribe Streisand en My name is Barbra, sus memorias publicadas en noviembre de 2023.

En esa voluminosa autobiografía –sin índice, porque así lo decidió– la célebre actriz, cantante y cineasta revisa sus triunfos y caídas, el costo de la fama, sus dos matrimonios (con Elliott Gould y James Brolin) y su vínculo con otros gigantes de la industria cinematográfica y musical. De ese modo, salda una deuda que ella sentía estaba pendiente: mirar atrás y examinar sus seis décadas de trayectoria, ofreciendo sabrosos detalles al lector.

La protagonista de Nace una estrella (1976) le dedica un capítulo completo al actor de La jauría humana (1966). En este, titulado simplemente Brando, cuenta cómo fue la vez en que finalmente conoció a quien consideraba su amor platónico (o su crush). En el marco de un evento a beneficio al que asistieron otras importantes personalidades, Streisand se estaba preparando para aparecer en el escenario. “De repente sentí que alguien me besaba la espalda. ¿Quién se atrevería a hacer eso? Me di la vuelta y era él. Mi ídolo”.

El intérprete ni se inmutó ante las quejas de ella. “No puedes tener una espalda así y que no te la besen”, le contestó. “Creo que mi corazón se detuvo por un momento. ¡Qué línea! Era como algo salido de una película”, consigna en esas páginas.

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Tiempo después de ese primer encuentro, compartieron una larga charla –de cuatro horas– que permitió que naciera una amistad entre ambos. Ocurrió en 1966, en una fiesta organizada por Warren Beatty y su entonces novia, la actriz y bailarina Leslie Caron, y fue tan intenso como desconcertante.

Avanzada la conversación, la estrella de El Padrino (1972) no se anduvo con rodeos. “Me gustaría acostarme contigo”, le dijo. La frase es más directa en inglés (”I’d like to f--- you”), pero Streisand, quizás por pudor, solicitó a sus editores que no la dejaran completa.

Según narra, la propuesta la desencajó. “‘Eso suena horrible’, le dije. Después de pensarlo un momento, él dijo: ‘Está bien. Entonces me gustaría ir a un museo contigo’. ‘Eso es muy romántico. Eso me gustaría’”. La esposa de Brando, la actriz Tarita Teriipaia, estaba en una habitación contigua cuando se desarrolló ese diálogo.

Esa conversación marcó los límites de la relación entre ambos: no serían más que amigos, pese a la insistencia del actor. En una oportunidad, en los años 90, la también cineasta lo invitó a cenar a su hogar. Mientras iba en camino el intérprete fue detenido por conducir a exceso de velocidad y cuando llegó a su casa tuvo que ayudarlo a salir del vehículo. “Él había ganado tanto peso que quedó atrapado detrás del volante y tuve que agarrarlo por los brazos y sacarlo”, relata.

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El lazo entre ambos se conservó en esos términos hasta la muerte de Brando, en julio de 2004. Pero, a juzgar por las anécdotas que revive en su libro, parece que él intentó con regularidad que se convirtieran en algo más.

Tras verla en Nuestros años felices (1973), le comentó por teléfono. “Deberíamos haber hecho más cuando éramos más jóvenes, acostarnos mucho, tener hijos. Ve a besarte en el espejo por mí”. En otra ocasión su despedida en una llamada fue en el mismo tono: “Te beso suavemente en la parte interna del muslo y en los labios”.

En 2012, en una entrevista concedida a CNN, Streisand abordó otro episodio en que rechazó a su compañero. “Él quería llevarme al desierto, a ver las flores silvestres (y) que nos quedáramos a dormir en un pueblo fantasma. Yo era una chica judía tan agradable que simplemente le dije: ‘Marlon, no puedo pasar la noche contigo. Iré contigo por el día’”.

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