Moisés Sepúlveda reconoce una debilidad por los filmes con un acento financiero. Menciona Wall Street (1987), El precio de la codicia (2011), El Lobo de Wall Street (2013) y La gran apuesta (2015) como algunas de sus cintas favoritas en ese territorio. Todas, en diferentes grados, han sido referencias durante la creación de su próximo proyecto cinematográfico: Que se acabe todo, un largometraje inspirado en el caso La Polar, el escándalo desatado por el fraudulento sistema que aplicó la multitienda con sus clientes durante varios años.
“La película está inspirada en el mecanismo de defraudación, pero también en algunos aspectos del caso particular”, cuenta el cineasta nacional. Antes de que el guión adoptara su forma actual, que espera rodar entre octubre y noviembre de este año, imaginó varias posibilidades, como narrar la historia desde la óptica de un investigador que se acerca al caso o incluso desde una perspectiva múltiple.
“Hacia el final decantamos en que el punto de vista más interesante para contar lo que a mí llamaba la atención del episodio histórico es el de los gerentes. Ahí creamos una compañía ficticia, que en la película se llama El Solar”, detalla sobre la trama, que protagonizará la actriz Paulina García.
“En la ficción, no en la historia real, es una mujer que trabaja en la administración de la tienda que descubre que está ocurriendo una estafa en el call center. Ella denuncia y la despiden, pero después se da cuenta de que la información que posee le da un poder. Así logra que después la inviten a ser parte de esta estafa y dimensiona que la magnitud es mayor y están metidos hasta los gerentes más altos”.
“Hay una trama moral, con un personaje que pasa de ser correcto, en regla con la sociedad, a perder todo pudor al momento de estafar. Pero también tiene componentes de suspenso, con personajes que empiezan a temer por su libertad, por su familia, por su bienestar. Es una película bien vertiginosa. En ese sentido, es un poco prima de El Lobo de Wall Street o de Wall Street, de Oliver Stone, que son thrillers financieros muy rítmicos, muy urgentes”.
Así como el rol de García se inspira en María Isabel Farah, exgerente de administración de La Polar, lo mismo sucede con los papeles que encarnarán Francisco Melo y Benjamín Vicuña. El primero toma como referencia a Pablo Alcalde, expresidente y exgerente general, y el segundo hace lo propio con Julián Moreno, el exgerente de Productos Financieros.
Gran parte de la acción de Que se acabe todo se desarrollará en las oficinas de la empresa de la trama. “Hay un poco de vida privada en la ficción, pero es principalmente una historia que ocurre en los pasillos de esta tienda ficticia”.
“La historia aborda directamente cómo es que se crea este mecanismo de defraudación, cómo es que escala durante años y explota hasta el punto de que se vuelve irreversible, terminando con varios de ellos enfrentando a la justicia y otros tantos sin enfrentarla”, sostiene el director de Las analfabetas (2013) y Gran Avenida (2021), y socio fundador de Juntos Films.
Tras varios años en desarrollo, el proyecto se adjudicó el Fondo Audiovisual –que otorga el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio– antes de la llegada de la pandemia. También sumó aportes internacionales (México, España, Alemania). Sin embargo, el monto reunido aún no cubre el presupuesto del largometraje.
Apuntando a completar esa diferencia, que calcula en un 20% del total, Sepúlveda y su equipo decidieron abrir un campaña de crowdfunding (a través del sitio Catapultame.cl) donde se ofrecen diferentes recompensas dependiendo del monto que se desee aportar.
“Para el estándar chileno, es más cara que el promedio. Es una película que pone en escena una empresa completa, con muchos extras, con una dirección de arte. Tiene un gran valor de producción”, destaca, junto con especificar que pretenden construir la empresa en estudios. “La visualidad no es naturalista o austera, sino que es más bien expresionista y representa el estado emocional de los personajes. Me interesa representar el estado de embriaguez del poder y la pérdida de vergüenza”.
Esa instancia online se extenderá hasta el 8 de junio y, según su óptica, influirá incluso en el estreno, que espera sea en 2025. “Este tipo de campañas tienen una doble virtud: pueden permitir financiar parcial o totalmente la película, pero además permiten que se proyecte hacia el futuro, hacia la distribución”.
“La gente mayor de 35 años tiene un alto conocimiento del caso. En cambio, cuando uno habla con gente menor inmediatamente piensa en este asunto de la ropa falsificada. Creo que esa confusión puede ser hasta positiva para finalmente hablar de corrupción empresarial, que es el tema que aborda la película”, concluye.