La noche final tenía que ser la definitiva. El pasado miércoles 1, Los Tres cerraron su residencia de cuatro fechas en el Movistar Arena –iniciada el pasado sábado 27- con un espectáculo que trazó diferencia con los anteriores: en el sector de cancha el público estaba de pie, adiós a las sillas y las ubicaciones numeradas.
El cambio permitió que la audiencia se viera mucho más fervorosa y que contagiara a los músicos en escena, mostrándose más relajados y con un espectáculo que ganó en emoción y carácter. La adultez de Los Tres en su mejor forma. Incluso el propio Ángel Parra se dio el tiempo para proponer una pausa y agradecer a sus “amigos”, en un gesto de afecto y camaradería –sobre todo para tipos duros como ellos- que no se vio por ejemplo en el debut del fin de semana.
Quizás venían envalentonados desde camarines. Cerca de una hora antes de figurar en el escenario, los músicos fueron reconocidos como los primeros chilenos en repletar cuatro veces el recinto de Parque O’Higgins. El galardón otorgado fue una mini cúpula de plata que cayó en manos del cantante Álvaro Henríquez, aunque todos aplaudieron sonrientes la conquista.
De hecho, los penquistas –que durante las cuatro jornadas apelaron al mismo set de canciones- superan con su récord a los efervescentes embajadores de la música urbana, caracterizados también por llenar varios Movistar Arena en un chasquido de dedos. La marca anterior la tenía Gino Mella, que tuvo tres fechas consecutivas en el sitio en 2023.
“Primero que nada, la competencia no es algo que nos interesa o preocupe de manera tan importante”, ataja Ángel Parra, sentado en el backstage tras recibir el reconocimiento, respondiendo preguntas de la prensa. Luego sigue: “Las comparaciones no son necesarias, lo que estamos haciendo nosotros ahora es celebrar una amistad que se retoma por medio de la música y que es emocionante por la retroalimentación del público. Es un agradecimiento”.
“Y esto que sean cuatro días por supuesto que lo llena de más alegría e invita al resto del grupo que están en el ambiente del rock chileno, y de lo urbano, a hacer lo mismo, porque es un espacio buenísimo para tocar. Teníamos que hacer esto en este lugar”.
Henríquez acota: “Nosotros fuimos el primer grupo que toco acá, cuando se inauguró el Arena Movistar, y esto de volver acá es muy emocionante e importante para nosotros. Porque, de alguna forma, aquí empezamos con los conciertos grandes, que sonaban bien, una buena sala. Muy emocionante y contento de estar aquí”.
El futuro esplendor
Francisco “Pancho” Molina también celebra los espectadores de edades transversales que coparon el lugar en la llamada Revuelta: “Está bullente, sin duda, nos damos cuenta que es bastante transversal las edades. Hay un coro bien juvenil que se siente cuando estamos tocando y eso es súper vital para nosotros”.
¿Y cuál es el futuro para la agrupación? Roberto “Titae” Lindl se hace cargo: “La idea es seguir viajando por Chile, en noviembre vamos a México, luego viene el verano y yo creo que hay material nuevo que podemos empezar a abordar. Todo muy naturalmente. Se vienen cosas nuevas. Como decía Álvaro, no queremos ser un grupo de museo, queremos proponer nuevas canciones, y eso va a ser muy entretenido, va a tener en alerta nuestro quehacer musical”.
Henríquez, el gran autor de la banda, lo reafirma: “Vienen procesos creativos nuevos y canciones nuevas, es cosa de ponerse a ensayar, tenerlas listas, grabarlas, y listo. Así, tal cual.
Parra remata: “La máquina está súper aceitada y funcionando, es cosa de seguirle dando, la materia prima está. Álvaro siempre nos sorprende y nosotros somos autoexigentes”.