Crítica de discos de Marcelo Contreras: Dua Lipa, Pet Shop Boys y St. Vincent se mantienen en lo alto
Las novedades discográficas de esta semana viajan por el buen pop, desde las máquinas hasta las guitarras, desde la pista de baile hasta el carácter. Aquí, tres buenos casos de álbumes aparecidos en lo que va de este 2024.
*Pet shop Boys - Nonetheless
A Neil Tennant (69) no le simpatiza que el algoritmo sugiera a Duran Duran en su condición de contemporáneos -tampoco Boy George por ser gay-, tras escuchar un disco de Pet shop boys en una aplicación. Sabe que el dúo junto a Chris Lowe merece más reconocimiento que el reduccionismo de las casillas.
Este décimo quinto título argumenta a favor de las distancias históricas de PSB con sus pares, conscientes de la singularidad de su propuesta desde el debut Please (1986), que dictó pauta sobre bautizar cada álbum en torno a una sola palabra, sugiriendo síntesis. Precisamente ese concepto inculcó James Ford, miembro de Last shadow puppets y productor, entre otros, de lo último de Depeche Mode: desarropar hasta el minimalismo.
Loneliness se impulsa por la música disco, seguida de Feel con sus citas a Kraftwerk, y el dance con fanfarria de Why I ‘m dancing. Es todo material paradojalmente festivo, considerando que se trata de un álbum concebido en pandemia. New London boy encapsula esa cualidad extraordinaria de Tennant para seguir cantando mientras ejecuta una finta al calendario, con la voz eternamente joven. A new bohemian es una balada majestuosa con alto porcentaje análogo, en un álbum donde los arreglos orquestales acompañan cada canción, en una exquisita mezcla de electrónica y toque orgánico.
*Dua Lipa - Radical optimism
El regreso de Dua Lipa (28), a cuatro años del exitazo de Future nostalgia que la consagró en categoría estrella, funciona casi como una terapia sobre concisión y pop a la vena, tras los recientes y autocomplacientes lanzamientos de Beyoncé -27 temas en Cowboy Carter-, y Taylor Swift con las 31 composiciones que integran la versión más generosa de The Tortured poets department. Once cortes en 36 minutos, recuerdan el valor de la concisión y el foco en la música popular. Tal como lo hizo Shakira en el reciente Las Mujeres ya no lloran, Dua Lipa arma parte del álbum con singles ya publicados, contando Houdini junto a Kevin Parker de Tame Impala aparecido en noviembre, seguido de Training season en febrero, y finalmente Illusion el mes pasado.
De comienzo a fin Radical optimism irradia fiesta, con algunos matices: Anything for love arranca como balada al piano para luego coger el beat bailable, y la canción final Happy for you, con su cadencia sincopada inmersa en un épico ambiente electrónico. El resto del material no se aparta de la pista cumpliendo la promesa de la artista británica, de convertir este tercer álbum en un trabajo que indaga en atmósferas psicodélicas. No provoca el impacto de Future nostalgia pero mantiene la celebración arriba.
*St. Vincent - All born screaming
Si bien Daddy ‘s home (2021) no fue un paso en falso, puso en evidencia que el generoso talento de ropaje avant garde de St. Vincent (41) no cubre toda la piel necesaria, en particular cuando se trata de abordar músicas morenas de otros días. En ese sentido, este séptimo título de la cantante y guitarrista de Texas retoma la búsqueda del álbum que solo lleva su nombre de hace una década, y del aclamado Masseduction (2017).
Las canciones son emotivas, oscuras y retorcidas, alternando una electrónica explosiva y machacante; el cambio de curso de Reckless por ejemplo, antecedido por un piano. Broken man está en condiciones de reclamar espacio entre las mejores canciones rock del año, mediante una construcción puntillosa de máquinas y riffs, que recuerdan que St. Vicent es una guitarrista con alta dosis de originalidad y modernidad. Big nothing acaricia el hip hop y el funk de cobertura sintetizada, con la fortuna que no tuvo en el disco anterior; el misterio de una cinta de espías envuelve de drama y sensualidad Violent times. Synth pop de ultratumba impulsa la melancólica The power ‘s out, en tanto Sweetest fruit debe ser uno de los experimentos urbanos más consistentes e ingeniosos, registrados por un artista anglosajón. St. Vincent ha retomado su camino. A disfrutar.
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