Kevin Spacey (64) ha vuelto a los titulares y los reportes noticiosos. El actor ha estado en el centro de la controversia desde 2017, cuando surgieron las primeras acusaciones de abuso sexual en su contra y su carrera se vino al suelo, incluyendo su despido de una de sus producciones más icónicas, la serie House of cards.
A esas primeras revelaciones le siguieron una serie de testimonios de hombres que denunciaron haber sido agredidos por el intérprete durante su etapa como director artístico del Old Vic Theatre de Londres, entre 2004 y 2015. Eso sí, Spacey fue declarado inocente y absuelto de nueve cargos en julio de 2023.
Ahora, un documental ha traído a la actualidad el costado más oscuro y turbulento del artista. Desenmascarando a Spacey se llama el registro audiovisual que estará disponible durante la noche de este lunes 13 en la plataforma Max –se estrenó hace un tiempo en Channel 4 en el Reino Unido- e incluye entrevistas a varios hombres que nunca habían contado sus relatos públicamente, todos ellos apuntando al abuso del que habrían sido víctimas por parte del dos veces ganador del Oscar. O sea, se trata de una pieza que busca impactar y ajustar algunos episodios aún pendientes.
Pese a ello, las primeras reseñas han sido moderadas y poco estridentes. “Desenmascarando a Spacey: un grupo de acusaciones sobrias, poco sensacionalistas e implacables”, equilibra The Telegraph para referirse al programa. Luego profundiza: “Este documental ciertamente no parece una caza de brujas sensacionalista: se destaca desde el principio que el año pasado un tribunal británico declaró a Spacey inocente de todos los cargos de agresiones sexuales contra cuatro hombres entre 2001 y 2013. Ninguno de los hombres habla aquí estuvieron involucrados en esos juicios”.
En rigor, el periódico inglés destaca que el valor del registro puede ir por otro lado: el hecho de sumergirse en la infancia de Spacey para poder contextualizar las actitudes “depredadoras” –según califica- que pudo haber tenido en su adultez. “El documental intenta entrelazar historias de su infancia para al menos brindar alguna clase de comprensión de por qué pudo haber crecido como un tipo brillante, cambiante, magnético y depredador”, enumera The Telegraph.
La marca del hermano y el padre
En esa narrativa, un rol fundamental lo cumple el hermano mayor del actor, Randall Fowler, quien en cámara entrega pistas sobre la infernal niñez que vivieron y soportaron. Sobre todo por culpa de su padre, Thomas Geoffrey Fowler.
“La casa de los horrores”, de hecho, era la manera en que bautizaron a su hogar durante la etapa de infancia y adolescencia de los hermanos. “La criatura” era, por otro lado, el apodo para designar en las sombras a un progenitor sádico, nazi, maltratador y abusador. Un padre que dejó heridas para siempre en todo su clan.
El hombre en cuestión se unió al Partido Nazi Americano cuando Spacey y su hermano eran niños. Se cortó el bigote para parecerse a Adolf Hitler –varias fotos así lo demuestran- y violó durante casi un lustro al hermano mayor del actor. Los abusos comenzaron cuando Randall Fowler tenía 12 años.
En una entrevista de 2017 al diario Daily Mail, Randall –quien se desempeña como chofer de limusinas y es imitador de Rod Stewart- contó que un día el padre ingresó a su habitación para enseñarle “sobre las aves y las abejas”. “Me desabrochó el pantalón y empezó a jugar conmigo”, rememoró. El chico comenzó a llamar a gritos a su madre, pero su progenitor había bloqueado la puerta.
“De repente, los golpes se detuvieron. Mamá se fue. Nunca me había sentido tan abandonado. Papá comenzó a realizar un acto sexual conmigo. Ese fue el comienzo de mi adolescencia. Había tanta oscuridad en nuestro hogar que iba más allá de lo creíble. Era absolutamente miserable”, siguió en su relato.
Randall ha dicho en distintas entrevistas que tal abuso afectó de distintas formas a su familia. Por ejemplo, según ha contado, él mismo decidió no tener hijos, para evitar eventuales consecuencias y pese a haber pasado por tres matrimonios.
Un escape
Por su parte, ha dicho que lo más probable es que Spacey “se refugió” en la actuación y en sus ambiciones de éxito para poder soslayar los traumas del pasado y para huir de la imagen destructiva de su padre. Un hombre que, por lo demás, siempre les dinamitó su autoestima.
“Kevin intentó evitar lo que ocurría encerrándose en una burbuja emocional. Se volvió muy astuto. Estaba tan determinado a evitar los ‘latigazos’ que se preocupó por sus propios asuntos, hasta que ya no hubo nada dentro. No tiene sentimientos. Es un hombre vacío, incapaz de tejer sentimientos con alguien”, aseguró en aquella entrevista con Daily Mail. Hoy los dos hermanos están distanciados y no tienen un gran vínculo.
Eso sí, aquello en algún momento fue distinto. Según Fowler, los hermanos eran muy unidos, ya que en general eran solitarios y tenían pocos amigos. ¿La razón? Los amigos no estaban permitidos en casa, para que no vieran las imágenes pornográficas que estaban pegadas en la pared.
Por otro lado, Fowler subrayó en la entrevista que “se sacrificó para salvar a su hermano”. “Amenazaba constantemente a mi padre con que, si alguna vez tocaba a mi hermano, le contaría a mi madre qué estaba pasando, y destruiría a la familia”, afirmó.
Años después, en 2019, dijo para el podcast Drew and Mike Show, cuando las acusaciones contra Spacey ya eran de conocimiento masivo: “Me pasé gran parte de mi infancia intentado proteger a mi hermano para que no fuese violado por mi padre, (…) y 40 años más tarde me entero de que se ha convertido en él”.
En su crítica, The Telegraph llama a poner una cuota de mesura en torno a las vivencias del hermano del actor. “Con su look de imitador de Rod Stewart y su estilo de vestir Liberace, no parece el testigo más confiable”, sentencia.
Como fuere, las rutas menos amables siguen conduciendo a Kevin Spacey. El protagonista hasta ahora de una historia sin un desenlace claro.