El actor Marcelo Alonso charló con Culto sobre sus nuevos proyectos, como el monólogo ¿Estás ahí, Yin?, recién estrenado en el GAM. También abordó otros temas como su participación en Los Colonos; su opinión de la serie del momento, Bebé Reno; la mirada sobre la gestión cultural del gobierno del presidente Boric y el caso Cristián Campos.
A continuación una selección con lo mejor de la entrevista.
Lo que se fija al elegir una obra
“El sentido de la humanidad, la fragilidad de las personas a mí me abruma mucho. Cada vez que me dan algún personaje en el formato que sea, en cine, en la tele, en una serie, en teatro, lo que más busco es su fragilidad, la que todos tenemos. Es la única cosa que uno puede dar cuenta arriba de un escenario. Es la única cosa que todos compartimos. Realmente no compartimos el sentido de humor, de repente no compartimos las razones de nuestra rabia, pero todos compartimos la fragilidad; el no quererse tanto, el dudar de uno mismo, el sentirse solo”.
La cercanía de la muerte tras la pandemia
“Uno ve la sensibilidad de las personas ante la muerte o la tragedia. Una híper-gran sensibilidad ante eso, por todo lo que ha pasado en la pandemia, los levantamientos sociales, incluso la muerte de Piñera también está muy amarrada a todo eso. Son cosas que nos hablan de la muerte, nos ponen en ese lugar”.
El trabajo en Los Colonos
“A mí me encanta viajar, filmar en Ushuaia, filmar en Buenos Aires, trabajar en un guion tan políticamente acertado que habla del genocidio Selknam a través de un formato western, es genial, es inteligentísimo. Y también está la experiencia humana, que es conocer a Felipe (Gálvez, el director), trabajar con el Alfredo (Castro), los colegas como el Benja (Westfal), los argentinos. Todos los cruces que produce la maravilla de trabajar en el cine, la experiencia artística y la humana siempre es muy bonito”.
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“No caché nada de eso. Algo supe como por ahí, pero esas cosas no tienen ni una importancia. Yo lo admiro mucho a Juan, lo quiero mucho, es un productor impresionante, Todo Fábula es Pablo y es Juan, que es una máquina, produciendo, viendo por dónde está la cosa y yo lo admiro mucho por eso. Entonces, no sé, habrá tenido ganas que su película fuera elegida. Da lo mismo. Está bien, reaccionó y ya”.
Su opinión sobre Bebé Reno
“¡Casi me muero! es la serie que me habría fascinado hacer en la vida ¡qué joya! porque los ingleses son carerraja para trabajar, porque los guiones son frontales, porque la idea es buenísima y ellos la hacen de una forma increíble. La protagonista tiene sobrepeso, eso se usa, y él es flaco. Me gusta todo de los ingleses, desde sus dientes sin tratamiento de ortodoncia ni blanqueamiento, son así. Esos son sus dientes. Esas caras raras, todo raro, todo como para el otro lado, me encantan. Además la historia es fabulosa, escrita, dirigida y actuada por el mismo tipo (Richard Gadd). Una joya”.
“Lo único que yo puedo decir hoy, lo único que realmente quiero decir, es que esperamos con los brazos abiertos los dos años que vienen. Nunca es tarde. Vamos que se puede, podemos abrir la cultura a todas las personas. Sobre todo dar acceso, más que producir más, por supuesto también, pero lo importante es que la gente tenga acceso y se interese por la cultura”.
El caso Cristián Campos
“Es un tema delicado porque son personas que yo quiero tanto. Imagínate, yo he trabajado con la Claudia (Di Girólamo) y admiro profundamente a Cristián, hemos trabajado mucho en teatro. A la María José (Prieto), su mujer, la he dirigido. Ella también es hermana de la exmujer de mi mejor amigo. Son personas que están tan cerca, que es difícil opinar acerca de cosas tan complejas. No voy a dar una respuesta como políticamente correcta, del tipo de “ese tema no hablo”. De verdad, es un tema que yo no hablo con nadie, porque dar una opinión de algo tan complejo, después de todo lo que hemos pasado, de las funas, después de lo de Johnny Depp, después de todo lo que hemos visto, yo creo que lo que uno debe hacer es mirar, querer a la gente que uno quiere y esperar a la justicia. Y los comentarios uno se los deja para uno. Toda esa chimuchina de que “a mí tinca”, no. Deja que la justicia haga su trabajo, porque si hay algo, va a ocurrir, y si no hay algo, no va a ocurrir, punto. Hay que ser respetuoso, dar una opinión es superfácil, pero hacerte cargo la opinión, no”.