Furiosa: De la saga Mad Max opera como una historia de origen de Imperator Furiosa que expande el árido e implacable mundo postapocalíptico de George Miller. Ambientada casi dos décadas antes de los hechos de Mad Max: Furia en el camino (2015), la película presenta a Anya Taylor-Joy y a Alyla Browne asumiendo el rol principal y a Lachy Hulme en la piel del autoritario Immortan Joe (tras la muerte de Hugh Keays-Byrne en 2020).
Si bien este último no es precisamente un aliado de la protagonista, por lejos el gran villano de la historia es Dementus, papel a cargo de Chris Hemsworth. Vestido con una capa y transportado por un vehículo con tres motocicletas, es el perverso y carismático jefe de una banda de lunáticos que se mueve por el desierto buscando robar todo lo que puedan poseer otras civilizaciones. La horda que lo acompaña no es demasiado numerosa, pero le basta para atrapar a una joven Furiosa y a su madre, a quien mata sin piedad.
Narrada a lo largo de 16 años (entre que la protagonista tiene diez y 26), la cinta muestra la evolución del villano a medida que crece su poder. Con el tiempo se vuelve más extravagante, pero sus rasgos característicos permanecen: una voz que asemeja el graznido de una gaviota, prendas que evocan a las del líder de un culto, una barba casi tan larga como su cabello y un código donde no hay margen para la misericordia ni la debilidad. En el resumen global, la clase de transformación que podría terminar de convencer a Hollywood de que Hemsworth tiene potencial para mucho más que ser Thor o interpretar a un héroe de acción.
El actor australiano vio Mad Max: Furia en el camino en Londres en el momento que se estrenó en las salas, hace nueve años. Sus sensaciones fueron categóricas: sintió que era la primera vez en mucho tiempo que su mente quedaba completamente inmersa en la experiencia y olvidaba las preguntas habituales sobre cómo se hizo tal o cual secuencia. Su primer impulso fue llamar a su agente y pedirle que le consiguiera una reunión con Miller.
La charla con su compatriota se concretó unos meses después y pavimentó el camino para su fichaje en Furiosa: De la saga Mad Max. Aunque el director ya tenía algunas ideas de casting para Dementus, estas no apuntaban a alguien similar a Hemsworth, por lo que la buena impresión que le causó ese día fue determinante. “Tuve la sensación de que había una persona mucho más compleja y considerada de la que jamás había imaginado conocer”, reconoció a Vanity Fair.
Cuando el trabajo de la película entró en tierra derecha, el realizador le aconsejó que leyera Dictadores. El culto a la personalidad en el siglo XX (2019), libro en el que el historiador Frank Dikötter revisa el patrón que une a figuras como Hitler, Stalin, Kim Il Sung y Mao Zedong. También le sugirió que escribiera notas como si las estuviera redactando Dementus, un ejercicio que nunca había practicado en su carrera, porque le parecía excesivamente serio.
En tanto, el vestuario se definió como una mezcla de un dictador y, al mismo tiempo, un gurú. Con una prótesis nasal y lentes de contacto marrones, nadie podría confundirlo con Thor, el superhéroe al que dio vida por primera vez hace 13 años. También se propuso encontrar una voz diferente a la del Dios del Trueno, algo que sonara “penetrante, beligerante y odioso”, pero alcanzar ese objetivo fue parte de lo más complejo del proceso.
Primero pensó en una gaviota –porque unos pájaros se le acercaron cuando estaba en una plaza con sus hijos– y luego se obsesionó con la voz nasal de un locutor de carreras de caballos. Finalmente recurrió a parte de su historia personal: al acento que tenía su abuelo y muchos hombres australianos del siglo XX. Siguiendo esa pista, vio películas antiguas de su país y entrevistas de la época para acercarse al resultado que buscaba.
Aunque el guión de la cinta ya sugería una pérdida, Hemsworth quiso profundizar en quién era Dementus antes de convertirse en un tipo despiadado que aterroriza a los sobrevivientes del Yermo. Las conversaciones entre actor y cineasta en torno a su pasado se desarrollaron con fluidez, porque coincidían en que era una criatura producto de un mundo violento y desquiciado.
“Comprendió a su personaje, de tal manera, que empecé a confiar en él cada vez que decía: ‘Creo que Dementus haría esto...’. Y, de repente, se convirtió en algo más allá de estar al servicio de su interpretación o al de los personajes, sino también al de la narrativa más profunda de la historia. Una y otra vez, se le ocurrían este tipo de cosas. Me recordó mucho a trabajar con Mel Gibson cuando era joven”, detalló Miller, comparando el gusto de ambas estrellas por permanecer en el set incluso si no estaban filmando una escena.
“Mel se convirtió en un gran director; observo que esa misma cualidad está en Chris. Él entiende cómo funciona todo”, destacó el realizador de Las brujas de Eastwick (1987).
Luego del gusto amargo que le dejó Thor: Amor y trueno (2022), el cuarto largometraje sobre el superhéroe (donde, según sus propias palabras, se convirtió en “una parodia de mí mismo”), Hemsworth encontró satisfacción dando vida a un hombre que es la representación misma de la locura de una tierra que, carente de toda esperanza, se desvive luchando por combustible y balas.