Jonny Greenwood, músico integrante de Radiohead y The Smile, se defendió de las críticas por su reciente presentación en Tel Aviv el pasado 26 de mayo, junto al músico israelí Dudu Tassa. La acción ocurrió un día después de su participación en protestas por la liberación de los rehenes israelíes en Gaza y el cambio de gobierno en el país dirigido por Benjamin Netanyahu.
Tras el show, el movimiento pro Palestina de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) emitió un duro comunicado acusando a Greenwood de “genocidio de lavado de arte”.
“Los palestinos condenan inequívocamente el vergonzoso lavado de arte del genocidio de Israel por parte de Jonny Greenwood”, decía el texto. “Pedimos una presión pacífica y creativa sobre su banda Radiohead para que se distancie de manera convincente de esta flagrante complicidad en el crimen de crímenes, o enfrente medidas de base”.
Greenwood tiene un vínculo de larga data con Tassa, con quien ha colaborado desde 2008. El año pasado lanzaron un álbum colaborativo titulado Jarak Qaribak, un compilado de canciones de amor del mundo árabe que incluyó artistas invitados del Medio Oriente. Además, está casado con la artista visual israelí Sharona Katan, quien ha manifestado su apoyo campaña militar de Israel. De hecho, el sobrino de la pareja fue asesinado este año mientras servía en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Por su lado, Tassa participó en diciembre de 2023 en una serie de eventos organizados por el ministerio de Defensa de Israel y el ministro de Cultura y Deportes y actuó en bases israelíes para los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel que luchaban en Gaza.
Por ello, Greenwood decidió responder las críticas con un comunicado publicado en sus redes sociales. “Creo que vale la pena un proyecto artístico que combine músicos árabes y judíos”, escribió. “Y también es importante uno que recuerde a todos que las raíces culturales judías en países como Irak y Yemen se remontan a miles de años”.
Greenwood lamentó lo que calificó como “el silenciamiento de este – o cualquier – esfuerzo artístico realizado por judíos israelíes” por parte de “aquellos que están tratando de cerrarnos, o que ahora están intentando atribuir una siniestra motivación ulterior a la existencia de la banda”.
“Ningún arte es tan ‘importante’ como detener toda la muerte y el sufrimiento que nos rodean”, dijo. “¿Cómo puede ser? Pero no hacer nada parece una peor opción. Y silenciar a los artistas israelíes por haber nacido judíos en Israel no parece una forma de llegar a un entendimiento entre las dos partes de este conflicto aparentemente interminable”.