Tras varios años sin una nueva película (La jugada maestra, 2014), Tobey Maguire reapareció en la pantalla grande dando vida al personaje que disparó su popularidad en Hollywood: Peter Parker en Spider-Man: Sin camino a casa (2021), donde coincidió con Tom Holland y Andrew Garfield, los otros actores encargados de interpretar al superhéroe durante sus encarnaciones posteriores. Aunque pasaron un tiempo reducido todos juntos en el set -no más de dos semanas-, la invitación marcó un hito significativo para el actor de Las reglas de la vida (1999).
“Trabajar con Andrew (Garfield) y Tom (Holland) fue muy único para mí, realmente fue especial, una experiencia muy rica en todos los sentidos. De alguna manera revitalizó mi interés en la actuación”, señaló Maguire en el libro Spider-Man: No way home - The art of the movie. “Sentir una conexión real y amor por estos chicos, y divertirnos y largarnos a reír, todo eso fue energizante y revitalizante para mí”, aseguró.
La cita resultó valiosa para los fanáticos del personaje -que recibieron con euforia su reaparición como Parker y sueñan con que regrese en nuevos proyectos de la saga-, pero también para aquellos que desean verlo con mayor frecuencia en películas de cualquier tipo, algo que era habitual en los 90 y 2000 y de pronto se volvió algo más bien esporádico. Él mismo bromeó con el estado de su carrera cuando fue consultado directamente en 2019.
“¿Me retiré?“, respondió a The Hollywood Reporter entre risas. “Haré lo que me siento llamado a hacer. Sospecho que estaré emocionado cuando lo haga“.
¿Se cansó de la industria? ¿La industria se hartó de él? El actor ha dado escasas entrevistas durante la última década, por lo que los motivos de su alejamiento no provienen de su propia boca.
Algunos han responsabilizado al escándalo de apuestas que lo tuvo al centro años atrás. Según lo que describió Molly Bloom en el libro Molly’s game (2014), el actor daba malas propinas, era un jugador increíble y un terrible perdedor. El mismo libro inspiró Apuesta maestra (2017), la cinta de Aaron Sorkin con Jessica Chastain en el rol principal, donde Michael Cera interpretó a un personaje que habría estado basado en él.
Otros apuntan a que ha priorizado su trabajo detrás de escenas: posee Material Pictures, compañía con la que ha realizado largometrajes como La jugada maestra, La quinta ola (2016), Brittany runs a marathon (2019) y Babylon (2022).
En esta última, la película de Damien Chazelle sobre el auge y caída de un grupo de actores en Los Angeles, encarna a James McKay, un perverso hombre en las fauces de Hollywood. Según el director, Maguire tenía la opción de asumir tres o cuatro roles en la historia, pero fue la decisión del actor quedarse con “el más espeluznante y depravado de todos”.
“Parecía divertido. Y no tenía una visión muy clara de lo que haría, lo cual fue algo emocionante. Había muchas posibilidades en la caracterización“, explicó el intérprete. Su presencia estuvo acotada a un segmento, pero sus ojos enrojecidos y sonrisa perturbadora lo instalaron como uno de los secundarios más memorables del filme.
Pese a que muchos deseaban que ese fuera el inicio de su gran regreso, desde entonces no ha sumado nuevos proyectos cinematográficos a su carrera. Su rol más reciente lo tuvo en una serie: Extrapolations, un drama de la plataforma Apple TV+ que abordó los efectos caóticos del cambio climático a través de múltiples personajes y diferentes épocas. En su episodio compartió con Forest Whitaker, Marion Cotillard y Eiza González.
Una de sus últimas apariciones públicas fue en el Festival de Cannes 2023, donde llegó a apoyar a su amigo Leonardo DiCaprio en el estreno mundial de Los asesinos de la Luna, de Martin Scorsese. Sus pasos siguientes se mantienen en misterio; probablemente habrá que esperar un tiempo para comprobar si su interés en la actuación se ha revitalizado o va en declive.