Mónica Briones fue una artista que poco a poco comenzó a ganarse un espacio en la escena nacional, entre la década de los sesenta y ochenta. La pintora y escultora estudió en la Escuela de Arte de la Universidad de Chile, y su fotografía apareció en el diario La Nación, el 2 de enero de 1970, cuando a los 19 años pintó durante 72 horas seguidas en el Cerro Santa Lucía.

“Mi pintura es de trazo fuerte, de tipo expresionista. Es un mensaje de lo que yo siento y lo que quiero expresar. Y esa pintura y dibujo los traslado a la escultura, que también se caracteriza por su masa y volumen. Siempre ocupo la totalidad de la tela y siempre se me hace chica”, comentó a ese diario justo después de la competencia.

Descrita como una mujer joven, de cabello corto y rubio, de lentes y “un rostro que representa más edad de la que tiene”, se consagró como una de las promesas nacionales del arte.

Sin embargo, su vida y carrera fueron truncadas justo después de cumplir 34 años. Mónica Briones fue víctima del primer crimen de odio lesbofóbico registrado en Chile y razón por la que este 9 de julio se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica.

¿Quién fue Mónica Briones?

Hija de un artesano y una modista, Mónica nació en Santiago en 1950. Desde joven se declaró abiertamente lesbiana y a temprana edad presentó problemas con las drogas. “Fue a los 15 años. Después de esa edad, la Mónica no fue la misma. Ella era una joven tranquila, de su casa, pero se le ocurrió comenzar a consumir drogas muy fuertes como LSD, anfetaminas y alcohol y nuestra madre no encontró nada mejor que internarla en un psiquiátrico por los efectos. ¡Gran error! De ahí, la Mónica nunca más fue la misma”, relató su hermana Cristina Briones en un reportaje publicado en El Dínamo, en 2014, titulado Mónica Briones: el otro caso Zamudio.

Ingresó a estudiar artes a la Universidad de Chile, donde tuvo de profesor a Nemesio Antúnez y otros nombres reconocidos. Desarrolló su carrera a la par que vendía y regalaba sus cuadros, esculturas y muñecas de trapo —confeccionadas por su abuela— en el Parque Forestal. En plena dictadura, Mónica Briones no dejó de trabajar y expuso en el Parque Metropolitano y algunas galerías, aunque sin tanto éxito.

En 1980, cuatro años antes de su fallecimiento, dio una entrevista en La Tercera, titulada Una mujer creativa y distinta. “Habla con soltura de la muerte. No le teme. Le parece infalible y cree que inexorablemente, morirá joven. ‘Porque soy muy acelerada, vivo muy rápido’, dice”, consigna el diario.

La Mónica era una artista, sobreviviente del hippismo, el Parque Forestal y de tantos cafés utópicos que humeaban las tardes de la Unctad, en la lejana Unidad Popular (...) Y la Mónica hablaba tan fuerte, no tenía pelos en la lengua para manifestar su rabia frente al machismo, la repre, y todas las fobias que alambraban de púas su prohibido amor”, escribió Pedro Lemebel, en una crónica titulada Amazonas (1998), escrita en honor de la pintora asesinada.

Su muerte llegó justo después de celebrar su cumpleaños número 34. Tras reunirse con sus amigos en el bar Jaque Matte, fue abordada la madrugada del 9 de julio de 1984 por un hombre desconocido, en un paradero frente a la Fuente Alemana del Parque Forestal. Ella estaba esperando micro con una amiga, Gloria del Villar.

Según descripciones de testigos, el sujeto llevaba “el pelo muy corto, estilo militar y bototos”. El hombre no identificado le gritó: “¡Así te quería pillar, lesbiana de mierda!” y la golpeó en la cabeza hasta matarla. Mónica Briones falleció desangrada en la calle. Su amiga logró huir del lugar.

Si bien al inicio el caso se hizo pasar por un accidente de tránsito, testigos se contactaron con la familia de la joven para denunciar que se trató de un homicidio. Algunas declaraciones de cercanos a Mónica también indicaban que la artista mencionó que sentía que la seguían.

Este caso fue el primero documentado de un crimen de odio en Chile. Pese a que se investigó su caso, este cerró el año 1993 sin encontrar culpables.

“Este horrendo crimen sigue impune hasta el momento, y solamente sus amigas lesbianas lo reflotan políticamente como bandera de lucha. Así, la Colectiva Lésbica Feminista Ayuquelén, por muchos años llevó el estandarte menstrual de Mónica Briones como punto de partida por la justicia de sus demandas (...) Sólo quedó el recuerdo valeroso de aquellas amazonas, que intentaron dignificar su mundo raro en la intolerancia de este país”, dice la crónica de Pedro Lemebel.

La Mónica era una diosa para toda la familia. En las fiestas navideñas, cumpleaños u otras cosas, ella era el alma de los festejos con su chispa. Ella se murió y se acabó la familia, todos se dispersaron, porque no podían creerlo, hasta hoy”, la recordaba su hermana Cristina Briones en 2014.

Mónica Briones, a 40 años de su muerte

Tras su asesinato, se rearticuló la primera asociación lésbica nacional, Ayuquelén, fundada el año anterior por Susana Peña, Cecilia Riquelme y Carmen Ulloa, amigas de Mónica. Hasta hoy, la agrupación sigue activa en la defensa de la comunidad lesbiana en Chile.

En 2006, la periodista y activista lesbofeminista Érika Montecinos comenzó a investigar el caso y en 2008 publicó un reportaje sobre la historia de Briones, hasta el momento invisibilizada. La lucha constante de organizaciones sociales y la misma Montecinos promovieron la creación del Día de la Visibilidad Lésbica, que finalmente se concretó el 2015, declarando todos los 9 de julio una fecha de conmemoración en memoria de Mónica Briones.

Mural dedicado a Mónica Briones, ubicado en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Además, en su honor surgieron diversas manifestaciones artísticas y de investigación, desde la crónica ya citada de Pedro Lemebel hasta la obra de teatro Paloma Silenciada del colectivo CERES y la película Enigma (2018) del director Ignacio Jurisic, inspirada en el caso.

Según informa la Universidad de Chile, hoy se realizarán diversas actividades conmemorativas. A las 19:00 horas, agrupaciones y organizaciones sociales realizarán una velatón en la esquina donde Mónica Briones fue asesinada, en la intersección de las calles Merced con Irene Morales, en Santiago Centro.

Asimismo, este sábado 13 de julio, entre las 13:00 y las 19:00 horas, se realizará una feria creativa junto con el Museo Violeta Parra, en Vicuña Mackenna 37, donde tocará Camila Moreno y Luta Cruz.

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