Cuando Mary Rose McGill explicó la diferencia entre cuico y pituco: “Las pitucas lo pasamos regio, nos subimos al metro”
La socialité y gestora cultural falleció a los 90 años. Sus apariciones en TV siempre generaban diversas reacciones.
Alguna vez, Vértigo de Canal 13 fue la coordenada ineludible donde se daban cita las más diversas figuras de nuestra escena, desde futbolistas y modelos, hasta conductores de TV, políticos y comediantes.
Por supuesto, ahí no podía faltar la socialité y gestora cultural Mary Rose McGill, cuyo fallecimiento se anunció este lunes 22 de julio los 90 años. En una noche de 2016, la ex presidenta de la Corporación Amigos del Teatro Municipal de Santiago llegó hasta el set de Canal 13, en un panel donde también había otros invitados, como Nelson Acosta o Claudia Conserva. La variedad, al parecer, era el asunto clave de Vértigo por esos años.
Una de las secciones del programa conducido por Martín Cárcamo y Diana Bolocco tenía a gente común y corriente de la calle lanzándole consultas a los famosos del estudio. De esa manera, fue el turno para la socialité. Un joven en pantalla con aspecto de hip hopero le inquirió: “Mary Rose, dama fina y elegante, quería hacerle una pregunta: ¿es usted la señora más cuica de Chile?”.
McGill, tras la pregunta, alzó los brazos y rio. El público la empezó a aleonar para que respondiera. Ahí, impuso sus términos: “No (no soy la más cuica de Chile). Soy la más pituca, que es distinto”. Todo el mundo empezó a gritar: “¡Pituca! ¡pituca! ¡pituca!”.
Ella siguió profundizando: “Soy una pituca sin lucas, pues”. La alusión era en ese momento a su reciente aparición en la teleserie Pituca sin lucas (Mega), donde había tenido un cameo.
Luego, marcó la diferencia: “Las cuicas viven por allá lejos, casi cerca de Mendoza, se han fijado ustedes. Bueno... tienen unos autazos, unos autos tremendos. Yo con cualquier cosa con dos ruedas, no tengo ningún problema. Puedo andar a caballo, mejor, más bonito, nos gusta a todos. Después de eso, se arreglan mucho y terminan como los pescados, pues”.
“Las pitucas lo pasamos regio, nos subimos al metro. Yo me subo al metro por supuesto, por ahí ando con algunos tickets. Me interesa mucho y por eso me subo al metro. Y lo otro, cuando yo veo estas colas horrendas, de 20 a 30 personas o más, esperando el famoso bus, Transantiago, , me pregunto como el pobre pueblo de Chile sufre para llegar a sus casas demorándose dos horas”, siguió para culminar.
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