Cuando Francisca Valenzuela creó Ruidosa, el primer festival femenino en Chile en el 2016, no se imaginó que la llevaría a Nueva York y menos que se subiría al escenario del Lincoln Center embarazada, tal como sucedió el pasado sábado 10 de agosto.
Con más de seis meses de gestación -lo que anunció justo un día antes en redes sociales, fruto de su relación con el periodista Daniel Matamala-, para la tercera edición internacional del Ruidosa en vivo la cantante chilena-estadounidense se paseó en su show por los temas más populares de sus seis discos, con un énfasis en su ultimo álbum, Adentro, compuesto como una catarsis ante una ruptura sentimental.
Con un acompañamiento de tan sólo un baterista y un tecladista, la multiinstrumentista ejecutó sus canciones más íntimas en el piano, mientras que en las más pop, manejaba con palmas a una audiencia mayoritariamente chilena que se sabía y coreaba sus composiciones.
Anterior a ella , la puertorriqueña Ile, ex integrante de Calle 13 y hermana de Residente, había entusiasmado a una concurrencia principalmente boricua . Al ser un concierto gratuito y al tener dos escenarios simultáneos, el público iba migrando entre ambas locaciones del evento.
Lamentablemente para Francisca Valenzuela, mientras ella tocaba en el escenario mayor, el dúo electro pop BuscaBulla hacía lo mismo en el stage más pequeño. Originarios de Nueva York, jugaron de local arrastrando con ellos a gran parte de los asistentes, dejando a Valenzuela con sólo sus más fervorosos seguidores de la Gran Manzana.
Para el cierre del festival, la intérprete elegida fue Bebel Gilberto. La artista brasileña de bossa nova deleitó a una concurrencia más adulta e internacional que se quedó hasta el final de la última jornada del Summer for the City, cerrando así el ciclo de conciertos callejeros en el centro, del cual Ruidosa fue parte el pasado sábado.
Al final del evento, la cantautora chilena se dio tiempo para hablar con Culto de su presentes y de los capítulos que vienen en su vida y en carrera.
-Tu última presentación en grande fue en Lollapalooza Chile en marzo. ¿Ahí ya sabías que estabas embarazada?
Sí, pero ahí no dije nada. Me gusta mantener mi vida privada separada de mi música. Me gusta que ella hable por mí . Decidi compartir la noticia de mi embarazo hace sólo un par de días pues hay muchas mujeres en mi comunidad digital y me encanta compartir esta experiencia tan maravillosa como la maternidad. Es mi primer embarazo y ¡estoy super emocionada!
-Luego de ver tu show, ni te pregunto si te has sentido bien.
La maternidad no me va a parar. Al contrario. Me siento super bien y activa, sólo que he tenido antojo de salado. Como las papitas (se ríe).
-Este es un festival que busca empoderar a las mujeres. Ruidosa ha ido a Santiago, Valparaíso, Lima, Ciudad de México. ¿Por qué ahora Nueva York?
Fue un sincronismo que haya sido en New York el que me tenga que subir al escenario en esta otra dimensión como mujer (afirma mientras se acaricia el vientre). Siempre pensé en este festival como algo de las Américas en general, pero más que todo Latinoamérica. Para el Ruidosa en Chile, la productora del Lincoln Center vino a verme y le encantó la idea.
-¿Y cómo se te ocurrió esta idea?
Me fui dando cuenta que había una ausencia de mujeres en los escenarios y detrás de ellos. Creé este espacio para celebrar la diversidad de la mujer en la música. Siendo artista, rodeada de un mundo de hombres, me sentía súper sola. Por eso creé Ruidosa, para aprender de las experiencias de las mujeres que admiro.
-¿Tu dirías que este festival es femenino o feminista?
Feminista, pues luchamos por la diversidad y la equidad no sólo en los escenarios. Hemos hecho estudios y se demostró que es menos del 10% la participación femenina en festivales . Además tratamos de generar activismo. El femicidio y la violencia intrafamiliar son temas que hay que denunciar.
-¿Cómo ves la diferencia de ser feminista hoy a los inicios del movimiento?
Hemos avanzado muchísimo pero aún hay mucho por lograr. En un mundo ideal, no deberíamos estar haciendo festivales sólo de mujeres pero la desigualdad es grande. Al crear Ruidosa, me decían que cómo iba a poner sólo a mujeres si son todas histéricas y ese tipo de estereotipos de género.
-Naciste en San Francisco, un lugar de activismo social y uno de los más progresistas de Estados Unidos. Al mudarte a Chile a los doce años, te encontraste con una sociedad bastante conservadora. ¿Crees que Chile ha cambiado en algo?
Sí, pero aún sigue muy conservador. Es un país vergonzoso y desconfiado, nos cuenta abrirnos y el disfrutar. Hay mucho pudor. Pero se está abriendo y tratando de reconectar su identidad chilena.
-A propósito de identidad, ¿te sientes más chilena o más estadounidense?
Soy bicultural. Con mis hermanos grandes hablamos en inglés y con los chicos, que nos criamos en Chile, en español. Mi identidad artística sí es más chilena, pues construí mi carrera ahí, pero en lo personal tengo rasgos súper norteamericanos y vínculos familiares grandes en Estados Unidos. Tuve la suerte de tener dos hogares.
-Y ahora tienes un tercero, ya que radicas en México. La Ley, Los Bunkers y Mon Laferte son parte de la lista. ¿Crees que los artistas chilenos tienen que irse a México para una consolidación en el mercado internacional?
No siento que sea estrictamente necesario, pero cada vez que iba, veía cómo mis proyectos allá empezaban a florecer y me motivaba. Me energizaba la escena artística, me daba mucha inspiración. México tiene ese carácter de epicentro cultural México me empuja a crecer.
-Ruidosa ha crecido mucho, generando paneles de discusión a lo largo de Latinoamérica y Estados Unidos. ¿Tienes planes para llevarlo de vuelta a Chile?
Absolutamente. Ahora en agosto participo en Hera, otro festival femenino en México como parte de una alianza, pero el próximo año Ruidosa sin duda regresa a Chile. Ya estoy trabajando en ello.