Romper el círculo (2024)—It Ends With Us— se estrenó el pasado 8 de agosto y sigue en la palestra, pero no precisamente por su calidad cinematográfica, sino por las polémicas que envuelven la promoción de la cinta y a su actriz principal.
La adaptación del libro homónimo, escrito por Colleen Hoover, es protagonizada por Blake Lively (Gossip Girl, El secreto de Adaline) y Justin Baldoni (Jane the Virgin), quienes también se desempeñan como productora ejecutiva y director de la cinta, respectivamente.
Si bien gracias a la película resurgieron debates sobre el tratamiento de la violencia de género en pantalla, las controversias datan desde la publicación del tomo en 2016, un best-seller —que hasta hoy se posiciona como uno de los más vendidos en Chile— que está inspirado en la relación abusiva de los padres de la escritora.
Las críticas iban en dirección a la falta de trigger warnings (aviso de contenido delicado sobre abuso sexual, violencia o trastornos de salud mental) y a la forma de presentación de la novela. A eso se sumaron las estrategias de marketing relacionadas con el texto, que incluían un libro para colorear—que finalmente no se realizó—y una marca de maquillaje inspirada en la novela. Esas iniciativas fueron consideras frívolas y superficiales, considerando el trasfondo de violencia de la historia.
En una línea similar van los cuestionamientos a la promoción de la película y a la actitud de Blake Lively. The Telegraph, por ejemplo, señala a esta adaptación por “empaquetar la violencia doméstica como un romance elegante”. En tanto, The Hollywood Reporter indica que “la película resulta demasiado floja e insustancial para soportar el peso de los temas que aborda”.
A pesar de que Blake Lively brilla junto a Ryan Reynolds en las alfombras rojas, las críticas hacia la actriz de Gossip Girl empañan el triunfo comercial de una cinta cuyo enfoque pareció no ser el más acertado.
Los desaciertos de Blake Lively
“Invita a tus amigas, lleven estampados florales y vayan a ver It Ends With Us”, dijo Blake Lively en uno de los videos promocionales de la película. La reacción a sus palabras no se hizo esperar. Diversos usuarios en redes sociales compararon la propuesta de la actriz con el fenómeno de Barbie (2023), que invitó a los espectadores a asistir al cine vistiendo de rosado. Así, criticaron lo superficial de la idea y la falta de advertencias al sensible tema que esta aborda.
A su vez, en otro registro, defendió que la protagonista era más que una víctima. “La película habla de la violencia doméstica, pero lo importante de esta película es que ella no es solo una sobreviviente ni una víctima. Si bien esas son cosas muy importantes, no son su identidad. Ella no está definida por algo que alguien más le hizo o un evento que le sucedió, incluso si se trata de múltiples eventos”.
La ligereza de la que es acusada Lively se contrapone al foco que el director de la cinta le ha dado a la promoción. Justin Baldoni, quien estuvo tras títulos como A dos metros de ti (2019) y Clouds (2020), ha puesto énfasis en la importancia de visibilizar la violencia y en lo relevante que es que hombres se cuestionen también el mensaje. Asimismo, cedió públicamente a Blake Lively la adaptación de la secuela del libro de Hoover, Volver a empezar (2022).
De acuerdo a lo que plantean medios internacionales, la diferencia de enfoques entre Lively y Baldoni ya se arrastraba desde el armado de la cinta. Las diferencias creativas se hicieron latentes al momento de escribir el guion, instancia en que Christy Hall, la guionista, vio cómo el matrimonio Lively-Reynolds reescribía parte del filme para darle un giro más cómico.
La distancia entre los actores protagónicos ha sido evidente en las diversas alfombras rojas de Romper el círculo (2024), donde no se registran interacciones significativas entre ellos o fotografías en conjunto.
Asimismo, ha desatado cuestionamientos que la actriz aprovechara de promocionar su línea de productos para el cuidado capilar, Blake Brown Beauty, así como su gama de cócteles sin alcohol, Betty Buzz.
Indignación también causó una de sus respuestas en una entrevista en el contexto de la película, donde estaba acompañada de Brandon Sklenar, otro de los actores de la adaptación.
Al ser consultada sobre si víctimas de violencia intrafamiliar podrían contactarse con ella para hablar del tema, ella respondió de manera sarcástica: “¿Estás pidiendo mi dirección o mi número de teléfono? ¿O mi ubicación compartida? Podría simplemente compartir tu ubicación”.
Otras entrevistas desafortunadas
A raíz de la actual controversia, resurgieron en redes sociales diversas entrevistas realizadas a Blake Lively, en las que definen como “irrespetuosa” con sus interlocutores.
La periodista Kjersti Flaa, en entrevista con The Daily Mail, relató lo mal que sintió durante una conversación con Lively en 2016. La presentadora la felicitó por su “barrigita de embarazada”, a lo que la actriz respondió que también la felicitaba por la suya. “[Su comentario] me dejó casi paralizada. Para ser sincera, me dolió porque era obvio que yo no estaba embarazada y además nunca podría estarlo, así que su comentario me hizo sentir como si me clavasen un cuchillo”, dijo Flaa, quien según reveló, en ese momento pasaba por un tratamiento contra la infertilidad.
Además, Lively criticó en duros términos una de las preguntas de la periodista, que se centraba en el vestuario de la película.
Daily Mail también recogió otras intervenciones cuestionadas de la actriz, en específico, cuando se refería a la comunidad transgénero. Una de ellas data del 2000, donde declaró que le gustaría tener hijos o “trannies”, porque tenía muchos zapatos y bolsos en su colección que mostrar. Es importante destacar que el concepto “tranny” es considerado como un insulto para las personas transgéneros.
En 2009, igualmente, dijo: “A menudo me siento como una ‘tranny’. No sé, soy… ¿Voluminosa? Me colocan zapatos de taco alto de quince centímetros y supero en altura a todos los hombres”.