A poco de cumplirse un año desde su fallecimiento, la muerte de Matthew Perry es foco de una investigación que podría terminar en penas de cárcel. El actor fue encontrado sin vida en su casa el 28 de octubre de 2023 y, aunque en un comienzo se creyó que no había existido participación de terceros, una investigación de siete meses permitió acusar a un grupo de cinco personas de conspirar para distribuir ketamina, la sustancia que provocó que la estrella de Friends perdiera la vida por los “efectos agudos” que le provocó su consumo.
“Estos acusados se aprovecharon de los problemas de adicción de Perry para enriquecerse”, señaló Martin Estrada, fiscal del Distrito Central de California, en una conferencia de prensa realizada el jueves en Los Angeles, detallando que las posibles penas varían desde diez años hasta cadena perpetua.
¿Quiénes son esas personas? ¿Qué condenas arriesgan? ¿Por qué el actor empezó a consumir ketamina sin indicación médica? Aquí revisamos a los protagonistas del caso que remece a Hollywood.
*Kenneth Iwamasa, el asistente personal
El asistente personal de Matthew Perry fue quien lo encontró sin vida en el jacuzzi de su residencia en Pacific Palisades, Los Angeles. Gracias al acuerdo de culpabilidad que firmó, se han revelado detalles de las horas previas a su muerte.
Temprano por la mañana de ese fatídico 28 de octubre, Kenneth Iwamasa le inyectó la primera dosis de ketamina. Según su testimonio, 40 minutos más tarde le pidió una segunda. La tercera se la suministró después de que le pidiera “una grande” y de que le solicitara que le preparara el jacuzzi. Tras seguir sus indicaciones, Iwamasa salió de la casa a hacer unos trámites. A su regreso lo encontró sin signos vitales. La autopsia arrojó que el nivel de ketamina hallado en su sangre era igual a la cantidad que habitualmente se utiliza para una anestesia general.
Según la declaración de Erik Fleming, quien ejerció como un intermediario para facilitar la droga, Iwamasa limpió los frascos y las jeringas que habían quedado en el domicilio. Por su parte, Iwamasa indicó posteriormente que todas las inyecciones administradas ese día procedían del suministro entregado por Fleming.
De acuerdo con los documentos, en septiembre de 2023 Perry le pidió a Iwamasa que le consiguiera ketamina en el mercado negro, después de que los médicos de una clínica local rechazaran incrementar su dosis. Lo pusieron en contacto con Salvador Plasencia, un médico que también está entre los acusados. Fue ese profesional quien le enseñó a Iwamasa, quien arriesga hasta 15 años de prisión, el procedimiento para inyectarle la ketamina al intérprete.
*Salvador Plasencia y Mark Chavez, médicos
A diferencia de Kenneth Iwamasa, Salvador Plasencia se declaró no culpable en el caso. Según consta en la investigación, una conversación que mantuvo con el médico Mark Chavez apuntaría a su verdadero interés en responder al llamado del actor.
“Me pregunto cuánto pagará este imbécil”, escribió Plasencia. “Vamos a averiguarlo”, añadió. El médico le facilitó ketamina en frascos y comprimidos a través de una receta fraudulenta. Según los documentos, Perry le canceló al menos US$ 55 mil durante un período de aproximadamente un mes.
En octubre, mientras la demanda de Perry por la droga aumentaba, Plasencia se reunió con Perry y su asistente en un estacionamiento en Long Beach, California. Allí, a bordo de su vehículo, le administró una inyección y le entregó dosis extras.
En otra oportunidad, Plasencia acudió a la residencia de Perry y le administró una “gran dosis” de ketamina, según el relato de Iwamasa. Perry se habría quedado paralizado y experimentó un aumento de presión arterial. El médico habría dicho que no lo repetiría, pero habría seguido ofreciéndole ketamina.
En tanto, Chávez aceptó declararse culpable de un cargo de conspiración para distribuir ketamina.
*Erik Fleming, el intermediario
Erik Fleming apareció en la vida de Matthew Perry cuando el actor comenzó a buscar nuevas vías para obtener ketamina. Le mandó un mensaje de texto a Perry el 10 de octubre, donde le decía que podía venderle el producto a un “buen precio”, a cambio de obtener una propina por operar como intermediario de una operación que involucraba a Jasveen Sangha, la “Reina de la Ketamina”. Luego se contactó con el asistente del actor para revisar los detalles de la transacción.
Fleming le llevó una muestra a la casa de Perry a cambio de US$ 180 dólares. Posteriormente le entregó 25 frascos a cambio de US$ 6 mil, lo que incluía US$ 500 por cumplir con su trabajo. Más tarde le facilitó 25 frascos extras.
Tras el fallecimiento del actor, Fleming le escribió a Sangha que estaba “90 por ciento seguro de que todo el mundo está protegido”, alegando que su contacto había sido exclusivamente con el asistente.
Al igual que Kenneth Iwamasa, Fleming aceptó firmar un acuerdo de culpabilidad y está cooperando con las autoridades. De todos modos, arriesga hasta 25 años de cárcel.
*Jasveen Sangha, la “Reina de la Ketamina”
La tesis de la investigación es que la ketamina que acabó con la vida de Matthew Perry provenía de Jasveen Sangha, conocida como la “Reina de la Ketamina”. Según Erik Fleming, trabajaba con clientes y famosos de “alto nivel”. “Si no fuera un material excelente, perdería su negocio”, escribió Fleming sobre la droga de Sangha.
Los documentos establecen que el día de la muerte de Perry Sangha borró sus mensajes de texto con Fleming de la aplicación Signal y dispuso que hiciera lo mismo. La autoridades de California continúan indagando en los posibles alcances de su negocio.