Raúl Cuesta (Ciudad de México, 1974) jugó en el circuito de tenis de su país y obtuvo una beca a los 18 años. Luchó para dar el salto profesional, hasta que un día, cuando tenía 23, tomó una decisión difícil pero sensata.
“Sabía que no tenía el nivel para hacerlo. Pero compañeros míos sí lo hicieron y se quedaron en el camino”, señala a Culto.
Esa experiencia que vivió durante los años 90 terminaría motivando su nuevo proyecto como director audiovisual, una serie que en un inicio giraría en torno a la ruta al top 100 de jugadores prometedores del circuito. Mientras realizaba ese rastreo apareció Nicolás Jarry.
“Hace unos siete años vi el nombre de Nico Jarry, porque lo vi avanzar 600 lugares en el ranking en un año. Y eso no es común. Después lo busqué y supe que en 2017 iba a jugar la calificación de Roland Garros. Nunca lo había visto en vivo. El primer día que lo vi jugar concluí que (la serie) tenía que ser sobre él”, plantea.
Cuenta que advirtió golpes poco habituales para un jugador latinoamericano. ”Ver su segundo servicio me marcó y decidí que era sobre él. No dudo en que el segundo servicio de Nicolás Jarry es el mejor de la ATP. Ahí me di cuenta de que él iba a llegar”. Además, explica, “es una persona que sabe manejar la presión, que en los momentos críticos se mantiene en calma y que tiene un lenguaje corporal muy poderoso”.
Recién llegado a Santiago para presentar el primer capítulo de Versus en Sanfic (este miércoles 21 a las 20 horas en el GAM), Cuesta explica que el proyecto se demoró por la pandemia. De hecho, las filmaciones se desarrollarán recién en 2022 (entre enero y marzo) y siempre en sincronía con la apretada agenda de Jarry. Entre los entrevistados están Jaime Fillol, su abuelo; Martín Rodríguez, su exentrenador y tío; Fernando González, con quien entrenó en su último torneo como profesional, y sus padres, Allan Jarry y Cecilia Fillol.
El primer capítulo, al que accedió Culto, muestra las reflexiones del tenista en torno a los costos personales de desarrollar una carrera profesional que es mayoritariamente solitaria. “Le pregunté qué le dolía de este camino. Y él me dijo: me duele haberme alejado de mi familia. Él dejó de ser el hermano que cuida a sus hermanos pequeños por empezar a jugar”, detalla.
Versus se alimenta de material de archivo inédito facilitado por la familia del tenista, imágenes donde el actual número 26 del mundo abre una raqueta como regalo de Navidad, juega en la casa de su abuelo o lanza sus primeros golpes en una cancha de tenis.
Ese viaje al pasado contrasta con un momento más reciente, una difícil conversación en que le pidió a Fillol que no le hablara más del deporte, porque sus consejos eran diferentes a los que les compartía Rodríguez. Las repercusiones fueron inmediatas. “Estuvimos varios años sin hablar de tenis. Es de los días más duros de mi vida”, confiesa Jarry en la producción.
En ese sentido, uno de los focos consistió en perfilar al círculo que lo ha rodeado durante su carrera. “Yo siempre he dicho que tenistas como Nico Jarry llegan a la cumbre gracias al equipo que tienen. Es muy difícil que lleguen solos”.
La serie documental también alcanza, en su último episodio, a abordar la suspensión de 11 meses por dopaje involuntario que recibió en 2020. Aunque el director prefiere no detallar demasiado, la docuserie termina con su regreso al top 100.
Por el período en que se desarrolló el rodaje, quedan fuera sus hitos más recientes de su trayectoria, incluyendo la final que alcanzó en el Masters 1000 de Roma y el puesto 16 que conquistó en mayo pasado. “Nico es un jugador que tiene madera para ser top 10″, asegura.
Durante su visita a Chile espera concretar la venta de Versus a una plataforma internacional que pueda exhibir sus cuatro capítulos. “Esperamos que alguien la adquiera”, sugiere.