Las expectativas eran abrumadoras. En septiembre de 2022, dos décadas después de la exitosa trilogía que el director Peter Jackson realizó a partir de El señor de los anillos, Amazon y los guionistas J. D. Payne y Patrick McKay presentaron su propio acercamiento a un período anterior a que Frodo y Sam se vieran obligados a viajar por la Tierra Media para destruir el Anillo Único. Una inmersión en una época en que elfos, humanos, enanos y diferentes criaturas se enfrentan al renacer de las fuerzas siniestras.
El resultado de esa apuesta fue la primera temporada de El señor de los anillos: Los anillos de poder, una tanda de ocho episodios que agradó a la crítica pero dejó sensaciones divididas entre los fanáticos. Su segundo ciclo, que llega este jueves 29 a Prime Video con sus tres primeros capítulos, se tiñe de oscuridad y empieza a conectar a personajes que hasta ahora se han desplazado en solitario, volviéndose cada vez más una unidad que la suma de sus partes.
Más allá de los desafíos propios de hacer una de las series más ambiciosas de nuestro tiempo, los actores se sienten aliviados. Instalados en uno de los hoteles cercanos a El Ángel de la Independencia (Ciudad de México), admiten que el hermetismo en torno al primer ciclo fue algo difícil de sobrellevar mientras participaban en las actividades de promoción.
“Es difícil, porque no puedes decir nada”, indica a Culto Charles Edwards, el actor que interpreta a Celebrimbor, el elfo que forja los anillos del título. “Quiero decir, ahora nos sentimos mucho más libres al hablar contigo que si lo hubiéramos hecho hace dos años, cuando estábamos promocionando la primera temporada”.
“Estamos emocionados”, señala Cynthia Addai-Robinson (Míriel, la reina regente de Númenor). “Creo que ha pasado más de un año desde que terminamos (de filmar este ciclo), así que no sólo estamos listos para compartirla con el mundo, sino que juro que estoy lista para verla con mis propios ojos”.
Edwards intenta desmenuzar los motivos detrás de ese entusiasmo: “Lo que pasó con la primera temporada fue que se trataba de construir un mundo y establecer personajes, lugares, un tono, y todas esas cosas que quizá la gente que no está familiarizada con Tolkien no sepa. No debemos olvidarnos de esa audiencia que no conoce a Tolkien. Ahora que la segunda temporada está aquí realmente podemos empezar con el lore, el canon, las historias”. Por su parte, Addai-Robinson promete una historia “un poco más oscura, más jugosa. Si vas a regresar, tienes que hacerlo a lo grande. Creo que todos lo entendimos de ese modo desde el principio”.
Uno de los temas de los que ahora pueden hablar sin restricciones es sobre la identidad de Sauron, el gran villano del mundo de fantasía creado por J. R. R. Tolkien. Como los fanáticos de los libros bien saben, es una entidad maligna capaz de adoptar diferentes apariencias conforme cambien sus intereses. Al final de la primera temporada de El señor de los anillos: Los anillos de poder se reveló que el Señor Oscuro estaba escondido detrás de Halbrand, un humano que no sólo se ganó la plena confianza de Galadriel, sino que fue ungido nada menos que como rey de las Tierras del Sur.
Tras ser confrontado por Galadriel, se protege detrás de una nueva forma: Annatar, un elfo con grandes dones que se acerca a Celebrimbor, el poderoso herrero que se encargó de crear tres joyas en la conclusión del primer ciclo. Sauron, bajo este nuevo disfraz, lo persuade para que forje nuevos anillos, un momento que llevará a la pantalla un hito clave en el desarrollo de los acontecimientos de la Tierra Media.
“Deseaba que llegara esta temporada, porque sabía que venía esta historia. Sé lo que le sucederá a Celebrimbor, al igual que muchos fanáticos de Tolkien, porque eso está en su obra. Charlie Vickers, que interpreta a Sauron, y yo estábamos muy emocionados por contar esta historia que se vuelve bastante oscura y pusimos todo de nosotros en ella”, explica Edwards, quien filmó esas escenas en orden, con el fin de aumentar el potencial dramático.
El villano de la trama es una figura que conoce las fortalezas y debilidades de sus rivales, y sabe que muchas veces su mejor arma consiste en usar las palabras correctas con el personaje adecuado. En este caso acierta al apelar a los anhelos más íntimos de Celebrimbor. “Su deseo es hacer algo que le sobreviva y desafiar el trabajo de su abuelo. Quiere crear algo que le asegure vivir para siempre”, detalla el actor.
El éxito de su manipulación podría ser clave en el devenir de las diferentes razas que habitan la Tierra Media. Los elfos de Lindon, ahora con tres anillos en su poder, están al tanto de la amenaza que se teje. Pero también hay otras figuras que siguen su propio camino sin perturbarse. “El Extraño” y Nori deambulan por el desierto después de haberse separado de la tribu principal de los harfoot (o pelosos) y no podrían estar más al margen de los planes de Sauron. Pero eso no los vuelve inmunes a potenciales peligros.
Hay otros que deben lidiar con problemas desde el instante en que aparecen en esta segunda entrega. Isildur, quien se creía que había muerto en la batalla que enfrentó a los humanos y elfos contra los orcos, despierta convertido en la nueva carnada de una criatura que probablemente resultará familiar para los espectadores: Shelob, la enorme araña que atrapa a Frodo en su camino a Mordor.
Maxim Baldry, el actor que le da vida a ese personaje, asegura que en este ciclo se encuentra en “modo supervivencia”. “Esta temporada él se convierte en un guerrero para lograr sobrevivir”, apunta.
Según la obra de Tolkien, Isildur es un antepasado de Aragorn que juega un papel fundamental en los acontecimientos que vienen, por lo que el arco que se empieza a dibujar promete ser crucial. “Él se convierte en un hombre al final de la segunda temporada. Y creo que ese es un maravilloso crecimiento, porque de alguna manera deja atrás la ingenuidad juvenil”, define el actor. “Tiene que luchar contra muchos monstruos y hay gente con la que tiene que aprender a confiar y a no confiar. Se siente como un curso intensivo sobre adultez”.
Baldry, cautivado con la parte más trepidante de ese viaje, cuenta que, si se lo hubieran permitido, se habría encargado él mismo de todas las escenas de riesgo. “Me pareció realmente fascinante, porque de alguna manera encarnas al personaje a través de tu propio físico, poniendo tu cuerpo en juego”, afirma, junto con agregar que “la preparación consistió definitivamente en ir gimnasio, realizar ensayos, y luego lo pones todo en tu actuación el día en que sea tu turno. Tienes que desarrollar una resistencia a poner tu cuerpo en riesgo”.
Charles Edwards no puede evitar reírse mientras escucha la explicación de su compañero de reparto. “Muchos de nosotros tenemos experiencias muy diferentes en la serie. Quiero decir, yo no hice nada de eso”.
Regreso a la tierra de Tolkien
“Filmar en Nueva Zelanda fue realmente una de las mejores experiencias de mi vida. Quiero decir, fue absolutamente increíble. Los equipos, la gente, la experiencia de vivir allí… Es un lugar mágico”, dice a través de Zoom el director de fotografía Alex Disenhof.
El primer ciclo de El señor de los anillos: Los anillos de poder se rodó en Nueva Zelanda, el mismo país en que Peter Jackson creó la trilogía original y las tres partes de El hobbit. Según se anunció en 2021, la segunda temporada se trasladaría a Reino Unido, donde Amazon ha robustecido su capacidad para montar su producción original.
¿El espectador notará alguna diferencia con el cambio? Disenhof lo descarta, en parte porque pudieron recurrir a un amplio stock de tomas aéreas que registraron en Oceanía y en parte porque se trata de una serie de fantasía que construye algunos de sus mundos (como Lindon, donde residen elfos como Galadriel y Elrond) en estudios y no en exteriores.
“Cuando estás creando la Tierra Media nunca estás tomando una locación tal como es. Lo único que puedes ver que no ha sido alterado por nuestro departamento de arte es un bosque o el océano”, relata el director de fotografía, asegurando que “visualmente no creo que notes ninguna diferencia”.
El elenco, compuesto mayoritariamente por actores británicos, también tiene una opinión sobre esa mudanza. “Todos disfrutamos mucho de ese tiempo en Nueva Zelanda. Hicimos grandes amigos y el equipo fue fenomenal”, sostiene Maxim Baldry, quien también describe como “una verdadera bendición” la posibilidad de dormir en su propia cama durante el rodaje de la segunda entrega.
Luego profundiza en la conexión de esa tierra con la obra del autor: “(Tolkien) se inspiró en la campiña inglesa, en los árboles y en la naturaleza. Y pude filmar en medio de toda esa naturaleza. Creo que eso formó una especie de relación simbiótica entre Tolkien y lo que estamos haciendo, lo que es muy especial”.
Y si se trata de honrar el trabajo del escritor inglés, buena parte de las miradas estarán sobre cómo progrese la trama que involucra a Númenor, la isla que ha abandonado su edad de oro y ha empezado su progresiva decadencia. Tras el fallecimiento de su rey y la muerte de hombres en batalla, la comunidad cuestiona a Míriel, la reina regente, debilitada políticamente y físicamente (perdió la vista mientras peleaba contra los orcos).
“La gente está muy enfadada con la reina”, expresa la actriz Cynthia Addai-Robinson. “La grieta inicial que se ve en la primera temporada ahora realmente se profundiza, por lo que hay mucha tensión política. Es muy, muy dramático. Pero creo que, cuando tienes ese tipo de conflicto, esa tensión genera algunas de las mejores historias”, agrega.
En medio de esa situación adversa, Elendil asoma como un aliado clave para la monarca. Tiene la lealtad que se requiere, pero debe enfrentar sus propias tribulaciones con sus hijos: Isildur ha muerto en batalla (o eso cree) y Eärien respalda a la facción que se opone a Míriel.
“Elendil está dividido entre su deber hacia Númenor y su reina, su idea de lo que debería ser el país y su amor por su hija”, resume Lloyd Owen, el actor que asume ese rol en la serie.
Ese es un escenario que representa lo más medular de la literatura de Tolkien: ubicar a personajes en situaciones en que los protagonistas se debaten entre el bien y el mal y se ven forzados a elegir. “Creo que el gran tema de Tolkien es la caída del hombre”, plantea Owen.
“La naturaleza del mal está potencialmente presente en todos nosotros, en el sentido de que a menudo hay que tomar una decisión. ¿Tomas la decisión egoísta o tomas la decisión que beneficia el bien mayor y el amor a la humanidad? Creo que la naturaleza del mal y la toma de decisiones morales están realmente presentes en cada uno de los personajes de la segunda temporada. Todos están luchando contra eso, porque creo que ese es el tema de Tolkien”, argumenta.
Charles Edwards también cree que la mirada del autor sigue plenamente vigente. “El mundo no cambia tanto como nos gustaría. Es por eso que Tolkien perdura, porque el tiempo es cíclico, se repite y la gente nunca aprende. Es un punto de vista muy pesimista, pero creo que es verdad”, analiza.
Pero el actor que interpreta a Celebrimbor no deja de estar de acuerdo con la observación que realiza Maxim Baldry: “En todas las historias hay esperanza. Existe una sensación de luz al final del túnel. Y creo que es eso lo que nos mantiene unidos”.