“Nos gusta decir que la primera temporada se centró principalmente en nuestros héroes. Pero la segunda temporada se centra en los villanos”.
Ese fue el adelanto que lanzaron J. D. Payne y Patrick McKay, los showrunners de El señor de los anillos: Los anillos de poder, la serie que trae de vuelta a la pantalla el mundo de J. R. R. Tolkien y que ya tiene disponibles tres nuevos episodios en Prime Video.
Tras un primer ciclo que introdujo a personajes como Galadriel, Elrond y el príncipe Durin, y se reveló la verdadera identidad de Halbrand, la segunda tanda de capítulos pone acento en los movimientos que orquesta Sauron, ahora con una nueva identidad: Annatar, un emisario de los valar (deidades en el mundo de fantasía del escritor inglés).
La oscuridad se apodera del regreso de la producción, un énfasis que aparece desde su secuencia inicial, un flashback ambientado en la Segunda Edad, pero antes de los hechos que abordó el primer ciclo (spoilers a continuación).
Sauron (interpretado por Jack Lowden) se dirige a los orcos decretando el inicio de una nueva era y la búsqueda de un nuevo tipo de poder. “Morgoth se ha ido. Nos dejó solos y deshonrados”, dice ante las hordas en la región norteña de Forodwaith.
La masa se inquieta con el anuncio de que en su deseo de conquistar “un orden nuevo y perfecto” muchos de ellos morirán. Mientras a su lado está Adar (Sam Hazeldine), el líder de los orcos, Sauron los intimida diciendo que nadie en la Tierra Media los aceptará, con excepción de él. La cámara se mueve entre las filas y lo que ocurre en el escenario mientras la tensión se dispara.
“Queríamos que en el inicio de la serie la cámara tuviera movimientos elegantes. Son bastante suaves. Es el primer discurso de Sauron a su ejército y sientes su poder. Y luego, por supuesto, las cosas cambian”, dice a Culto Alex Disenhof, director de fotografía de la ficción. Se refiere al giro de los acontecimientos que termina provocando que el espectador conozca cómo Sauron terminó adoptando la forma de Halbrand y cruzándose con Galadriel.
“Intentamos hacer todo lo posible en cámara en la serie. Todos esos orcos son efectos prácticos, son prótesis, no están mejorados por efectos visuales”, agrega, junto con destacar que el principal reto fue definir la luz que tendría la escena que inaugura el episodio.
“Queríamos mantenerlo muy oscuro, pero siempre existe este balance: ¿qué tan oscuro es demasiado oscuro? Todos sabemos que existe (esta disyuntiva) en la televisión en este momento, respecto a tener que caminar por esa delgada línea de sentir la oscuridad, pero también permitir que la gente vea lo que está sucediendo. Así que, de alguna manera, fuimos conscientes de eso”.
Esa fue la primera escena del rodaje de la segunda temporada, un ciclo en que la producción se trasladó a Inglaterra tras haber trabajado en Nueva Zelanda en su debut (el país donde se hicieron las dos trilogías dirigidas por Peter Jackson).
“No filmamos la temporada en orden, pero esto resultó ser lo primero que filmamos. Fue genial, porque este era un equipo nuevo para mí tras habernos mudado de Nueva Zelanda a Inglaterra. Fue una gran oportunidad para conocer muy bien al equipo”, cuenta.
Disenhof volvió a colaborar estrechamente con Charlotte Brändström, la directora con la que realizó los capítulos seis y siete del primer ciclo. Episodios que, según han admitido los showrunners de El señor de los anillos: Los anillos de poder, son sus favoritos del primer ciclo. “Creo que parte del impulso que creemos que ha logrado la serie se debe en gran parte a la influencia de ellos. Son algunos de nuestros colaboradores más cercanos”, reconoció recientemente McKay.
Según explica el director de fotografía, “el mayor desafío consistió en mantener el alto valor de la primera temporada y expandirlo incluso más, introduciendo nuevos mundos, como el desierto y el ataque a Eregion”.
“Existe un desafío logístico particularmente grande detrás de una serie de esta escala, con tantos mundos, tantos actores y tantos personajes. Intentar crear una temporada general visualmente cohesiva es parte de la tarea”, sostiene.
Disenhof se muestra particularmente orgulloso con un momento de la segunda entrega: el encuentro de Sauron (o Annatar, su nueva forma) y Celebrimbor, el elfo que se encarga de forjar los anillos del título. “Esa secuencia fue, de hecho, mi secuencia favorita de la historia para filmar”.
Asegura que el set que crearon para dar forma a pasaje de la historia fue impresionante. “Una enorme fundición que construimos en el estudio, con llamas reales y todas esas cosas increíbles”, indica, para luego detenerse en el trabajo de los actores, Charles Edwards y Charlie Vickers.
“Esa fue una secuencia que filmamos en orden para que su relación pudiera transformarse a medida que avanzábamos”, apunta. “Ver cómo su relación evoluciona como compañeros de escena, pero también en la serie… Ambos estuvieron brillantes, son muy buenos. Y es un arco tan desgarrador que realmente lo sientes al final. Espero que el público se conmueva con ese momento”.
La serie (también disponible a través de VTR) estrenará un nuevo capítulo cada jueves, hasta el 3 de octubre.