Mientras filmaban Joker (2019) el director Todd Phillips y Joaquin Phoenix solían bromear sobre la posibilidad de hacer una secuela y de ese modo imitar el modelo clásico de película contemporánea basada en cómics: presentar a un personaje e imaginar desde un inicio su posible retorno en futuras entregas.
Arthur Fleck, el desequilibrado comediante al que ambos dieron forma a partir de las historietas de DC Comics, terminó encerrado en Arkham, el manicomio de Ciudad Gótica. Sus actos habían provocado el inicio de una revuelta social en la urbe, una agitación casi tan intensa como la que tenía lugar en su perturbada mente. Director y actor establecieron a un protagonista enajenado y un mundo en llamas. Sin embargo, en ese momento no existió un deseo real en hacer una continuación.
“Joaquin y yo habíamos hablado de una secuela, pero nunca en serio, hasta que presenciamos la reacción a la historia de Arthur. Si íbamos a hacerla, sabíamos que teníamos que arriesgarnos; queríamos crear algo tan loco y audaz como el propio Joker”, explicó Phillips esta mañana en la 81° edición del Festival de Venecia.
El director llegó a Italia junto a Phoenix y Lady Gaga para presentar Joker: Folie à deux, la segunda parte del largometraje que hace cinco años ganó el León de Oro del certamen y conquistó la taquilla mundial. “Diría que con esta estoy más nervioso. Hay muchas más expectativas en un segundo filme. Hay más nerviosismo”, admitió el realizador.
Ambientada dos años después del final de la cinta original, sigue el encuentro de Fleck con Lee (Gaga), una paciente psiquiátrica profundamente perturbada que conoce en la clase de musicoterapia. Mientras el protagonista enfrenta el proceso que someterá a juicio sus delitos, juntos empiezan a experimentar una locura musical a través de sus delirios compartidos.
Phoenix tuvo un sueño que gatilló la realización de la secuela. Inicialmente no quiso compartirlo en su encuentro con la prensa, pero luego cedió. “Tuve este sueño en el que actuaba como Joker haciendo canciones, y simplemente llamé a Todd porque pensé que podría haber algo allí, y no lo había”, contó.
Phillips repasó los elementos musicales de la primera Joker para justificar su ampliación en esta segunda entrega, que ha sido definida como un musical compuesto de interpretaciones de canciones populares. “A menudo él baila para expresar lo que siente. Y la banda sonora de Hildur Guðnadóttir es casi un personaje del primer filme. Así que cuando empezó a tomar forma con elementos musicales reales, pensamos qué pasaría si tuviéramos a Lady Gaga para que realmente trajera música con ella”, agregó.
Gaga, quien actuó en Nace una estrella (2018) y La casa Gucci (2021), sugirió que no considera que la producción sea un musical a la vieja usanza. “Es muy diferente. La forma en que se utiliza la música es realmente para concederles a los personajes una forma de expresar lo que necesitaban decir porque hablarlo no es suficiente”, argumentó.
Buena parte de la conversación en torno a la primera película se enfocó en la transformación física de Phoenix, quien lucía extremadamente delgado para encarnar a Arthur Fleck. Esta vez declinó compartir detalles, aunque, medio broma, medio en serio, comentó que perdió 47 libras (poco más de 21 de kilos).
“Ahora tengo 49 años, probablemente no debería volver a hacer esto. Probablemente sea el final para mí”, expresó.
En ese sentido, el director dio pocas esperanzas en torno a hacer una tercera parte, confirmando que la historia del personaje principal se termina de narrar con Joker: Folie à deux.
“En cuanto a continuar en este espacio, como cineasta, probablemente no. Pero todo lo que hago está dictado por los actores. ¿Con qué actor podría trabajar, con quién me muero por trabajar? Claramente, estos filmes se han construido en torno a Joaquín y luego presentamos a Gaga. Así que no puedo decir que sí o que no, pero realmente no puedo decir que mi objetivo sea permanecer en este espacio”.
El largometraje –que debutará en cines chilenos el próximo 3 de octubre con el título Guasón 2: Folie á deux– se ganó una ovación de 11 minutos de los asistentes a la Sala Grande. Un entusiasmo mucho mayor el que demostraron los críticos.
Críticas mixtas
La primera película fue un éxito de taquilla y le permitió a Joaquin Phoenix triunfar en los Oscar, Globos de Oro y Bafta, pero estuvo lejos de generar consenso entre los críticos, que tuvieron reacciones muy opuestas desde su lanzamiento en Venecia.
Esa recepción parece repetirse con su secuela. The Guardian, que describió a la cinta de 2019 como “sobrevalorada”, aseguró que la segunda parte, “aunque termina siendo tan estridente, complicada y a menudo francamente tediosa como el primer filme, es una mejora”.
Por un lado, el periódico elogió el primer acto (que llamó “espectacular”) y el trabajo de los actores secundarios (Brendan Gleeson, Catherine Keener, Steve Coogan y Zazie Beetz). Además, sostuvo que “Lady Gaga aporta una malicia astuta y manipuladora a su papel”. Pero, por otro lado, rotuló a la continuación como “claustrofóbica y repetitiva” y lamentó que el personaje de Gaga no tuviera mayor desarrollo.
“Cualquiera que espere una actuación espectacular de Gaga al estilo de Nace una estrella podría sentirse decepcionado. La verdad es que, fuera de las canciones, no tiene mucho que hacer, pero dentro de ellas es espeluznantemente magnética”, opinó The Telegraph, medio que afirmó que “no puede igualar a su predecesora en cuanto a impacto vertiginoso. Pero sí la iguala en cuanto a la horrible tensión de polvorín: es un filme que sientes que puede estallar en llamas en cualquier momento”.
Según The Wrap, “Joaquin Phoenix, por supuesto, es increíblemente talentoso y aporta nuevas perspectivas a Arthur Fleck que el propio Arthur no parecía entender hasta ahora. Lady Gaga está a su altura”. Junto con presentarla como una “secuela increíblemente extraña”, indicó que “Folie à deux es el filme más interesante sobre Arthur Fleck. Es genuinamente un poco atrevido, genuinamente un poco desafiante y genuinamente un poco genuina. Y esto no es ninguna broma”.
Otros medios fueron más fríos. “Para una película de dos horas y cuarto de duración, Folie à deux resulta narrativamente un poco floja y por momentos aburrida”, dijo The Hollywood Reporter, que la consideró incapaz de encontrar “un modelo viable que le dé forma o estructura”.
IndieWire propuso que la cinta contiene “una serie de números musicales decepcionantes que son demasiado obvios para comunicar algo que Arthur no podría expresar sin ellos”. Y reflexionó: “Su filme es lo suficientemente audaz como para negar las expectativas (y lo suficientemente presumido como para saborear la creciente insatisfacción que genera a cambio), pero no lo suficientemente reflexivo como para ofrecer algo más interesante en su lugar”.
“Gaga, que tiene una presencia encantadora y espontánea en Folie à deux, está drásticamente desaprovechada”, expuso Variety, que planteó que “puede ser ambiciosa y escandalosa en su superficie, pero en el fondo es una secuela excesivamente cautelosa”.