“¿De verdad creíste que podías vencerme, Obi-Wan?”, le dice Darth Vader, o Anakin Skywalker a su antiguo maestro durante la pelea que ambos sostienen en el recién estrenado último capítulo de la serie Obi-Wan Kenobi, en que la plataforma Disney Plus resucitó a dos de los personajes icónicos del universo Star Wars. Encarnado en esta ocasión por Hayden Christensen, quien retomó el rol de Anakin/Darth Vader tras los episodios II y III, es sin duda el villano más importante de la historia del cine.
Su primera aparición fue en 1977, en la cinta Una nueva esperanza y su aparición es casi de inmediato, abordando violentamente -sable láser rojo en mano- la nave consular donde viaja la princesa Leia. Entrevistado por Rolling Stone en 2005, George Lucas recordó cómo fue el desafío de construir el personaje. Lo más complejo fue tratar de hacer entender la naturaleza del personaje, un cyborg entre humano y máquina.
“En la primera película, la gente ni siquiera sabía si había una persona allí. Pensaron que él era una persona allí. Pensaron que era un monstruo o algún tipo de robot. En la segunda película, se revela que es un ser humano, y en la tercera descubres que, sí, es un padre y una persona común como el resto de nosotros, solo que tiene un pequeño problema de complexión”, recordó Lucas.
Lo más desafiante, comentó Lucas, fue hacer que el sith inspirase cierto pavor. “Tenía que hacer que Darth Vader fuera aterrador sin que el público viera su rostro. Básicamente, es solo una máscara negra. Dije: ‘¿Cómo puedo hacer eso malvado y aterrador?’. Quiero decir, es grande y negro y tiene una capa y un casco de samurái, pero eso no necesariamente hace que la gente le tenga miedo. Su carácter tiene que ir más allá de eso, así es como obtenemos su manera impersonal de lidiar con las cosas. Ha hecho muchas cosas horribles en su vida de las que no está particularmente orgulloso. En última instancia, es solo un tipo patético que ha tenido una vida muy triste”.
La mención a los samurái no es casual. Fue una de las claves que usó Lucas para crear al personaje. “Conocí las películas de samuráis en la escuela de cine. Y me enamoré de la cultura japonesa; Iba a hacer mi primera película, THX 1138, en Japón. Entonces la realidad se impuso”.
También Lucas explicó el por qué de su nombre, en el que encierra el centro líquido de su propia historia. De hecho “‘Darth’ es una variación de la oscuridad. Y ‘Vader’ es una variación de padre. Así que es básicamente el Padre Oscuro. Todos los nombres tienen historia, pero a veces cometo errores: originalmente, Luke se iba a llamar Luke Starkiller, pero luego me di cuenta de que no era apropiado para el personaje. Era apropiado para Anakin, pero no para su hijo. Dije: ‘Espera, no podemos pesar demasiado en esto, él es el que lo redime’”.
“Casi me sacó las orejas”
A diferencia de hoy, originalmente dos actores dieron vida a Darth Vader: David Prowse y Sebastian Shaw. El primero fue quien vistió el traje en la mayor parte de las escenas del cyborg en los episodios IV, V y VI; en tanto que Shaw, un experimentado actor de teatro inglés, fue quien protagonizó la breve pero emotiva escena en que Luke (Mark Hammil) le quita la máscara para verlo con sus propios ojos, en El regreso del Jedi. Obsesivo, Lucas quería contar con un actor de recorrido para el clímax de la película. “No tengo ni idea de por qué se fijaron en mí. El punto fue, decidieron que necesitaban un actor muy experimentado para interpretar esa muy difícil escena. No seria fácil de lograr”, dijo el mismo Shaw en charla con Starlog, en 1987.
Incluso, Lucas llegó aún más lejos, y cuando Shaw estuvo firmado, le puso una particular exigencia: “Tan secreto era que mi contrato real decía que no debía revelar mi papel a nadie, ni siquiera a mi seres más queridos y allegados”, recordó en la citada entrevista. Incluso, al momento de la escena final, Hammil tuvo algo más del entusiasmo recomendado: “Mark casi me sacó mis orejas con eso. ‘Wow’, dije yo”.
Aunque ni Prowse ni Shaw pelearon en las escenas con sables láser en la trilogía original. Eso corrió por cuenta de un tercero, Bob Anderson. Pese al traje, en las escenas de combate Vader pelea de manera ágil, aunque eso no fue tan simple de conseguir. “No podía moverse en absoluto, de verdad -recordó George Lucas a Rolling Stone-. Tuvimos que seguir modificando el traje para que la gente pudiera moverse con él. Cuando llegamos a la primera batalla con sables de luz, nos dimos cuenta de que no íbamos a poder hacer mucho. Así que acepté que era un anciano contra una mitad hombre, mitad máquina. Pero se suponía que los Jedi eran bastante activos. Entonces, para el siguiente, contratamos a un doble de riesgo realmente bueno, uno de los mejores luchadores con espada de Inglaterra. Y Mark Hamill es un buen espadachín”.
No fue lo mismo para la trilogía inicial, de los 2000. George Lucas comentó que la para la pelea de Anakin -ya siendo Darh Vader- contra Obi-Wan Kenobi, en el Episodio III , los actores tuvieron un fuerte compromiso, “Para la película final, Hayden [Christensen] y Obi-Wan, me refiero a Ewan, se lo tomaron muy en serio; entrenaron durante meses. Esas espadas son de fibra de carbono: Pasamos por muchas de ellas, porque golpeaban tan fuerte que se doblaban. Es como aprender a bailar, solo que si te equivocas, realmente te lastimas”
Ninguno de los actores que ha interpretado a Vader -salvo Shaw en su corta escena- le ha dado la voz al personaje. Eso corrió por cuenta del fallecido actor James Earl Jones, quien incluso realizó la labor en la serie Obi-Wan Kenobi y en el spin-off Rouge One. Para George Lucas siempre estuvo claro que la voz del personaje debía ser característica. “Dije desde el principio que estaba buscando una voz para Darth Vader. Revisé muchas cintas diferentes de personas, incluido Orson Welles. Pero luego aterricé en James Earl Jones, porque es un actor soberbio. Y estaba tan preocupada en ese momento, porque es una actuación minimalista con una máscara: no tiene una gran variedad de cosas con las que lidiar. Estaba buscando que sacara una actuación realista de esta realidad restringida que había creado y realmente atrapara a la audiencia. Es uno de esos horribles ejercicios de actuación: a veces los directores se arrinconan y es desagradecido para el actor”.
¿Por qué Darth Vader nos fascina tanto? George Lucas se aventuró con una explicación: “A la gente le gustan los villanos porque son poderosos y no se preocupan por las reglas. Y a medida que pasas por la pubertad, tienes que romper con tu atadura social y convertirte en tu propia persona”. Tanto es así que Hayden Christensen le reclamó sobre su rol en el Episodio II, cuando el lado oscuro empieza a asomarse en el joven Anakin. “Me dijo: ‘No quiero ser este niño llorón’. Dije: ‘Bueno, lo eres. Tienes que ser un adolescente llorón. Él dijo: ‘Quiero ser Darth Vader’. Dije: ‘Tienes que ser un joven Jedi petulante. No vas a ser el tipo que pensabas que serías cuando firmaste tu contrato’. Hayden estaba agradecido por esta última película, donde en realidad llegó a ser Darth Vader”.