Llegan las Fiestas Patrias y el folclor chileno se toma las fondas, e incluso las redes sociales. Popular ha sido en TikTok una de las canciones más emblemáticas de La Negra Ester, icónica obra del teatro nacional, basada en las décimas de Roberto Parra.

Un zapatero celoso es la polca que, con su picardía y letra explícita, es sujeta de reinterpretaciones. En específico, es la versión cantada por la actriz Francisca Gavilán la que se hizo viral en Internet.

El tema relata la historia de un zapatero que, por celos, amenaza a su pareja y a su familia con golpearles con diferentes objetos. La segunda estrofa de la canción es la que despertó la curiosidad de los cibernautas. Esta, con un lenguaje cargado de chilenismos, aborda la prostitución, tópico central en la clásica obra teatral.

“La polka Un zapatero celoso y la cueca El Fundo de Oro, incluidas en La Negra Ester, constituyen dos buenos ejemplos del grado de picardía explícita a los que puede llegar el folklore chileno. Atrás quedaba el recato y la sobriedad nacional; en el salón de remolienda todo era exceso y desenfreno, en un rito de desinhibición colectiva donde no había espectadores, sólo participantes. Cuando volvía la calma, las cantoras recurrían a su repertorio más santo, con abundantes cuecas y tonadas festivas”, escribe el musicólogo Juan Pablo González en un ensayo titulado La regia música mestiza de La Negra Ester.

En la actualidad, la letra de Un zapatero celoso también resulta controversial, debido a evidencia la violencia intrafamiliar. Sin embargo, la obra y sus canciones están insertas en la historia del folclore y el teatro nacional, a pesar de los cuestionamientos.

Es más, ayer terminaron las funciones del regreso de la obra en el Teatro NESCAFÉ de las Artes, de las manos de la compañía Gran Circo Teatro. Esta contó con el protagónico de Micaela Sandoval, hija de Rosa Ramírez, —la primera actriz en encarnar a la Negra Ester—, quien tomó la posta de este gran personaje.

El origen de La negra Ester

Roberto Parra escribió en décimas el musical La Negra Ester, después de conocer a ‘su Estercita’, una prostituta del bar Luces del Puerto en San Antonio, de la cual se enamoró perdidamente.

Fue el director de teatro Andrés Pérez quien, gracias al interés del actor Willy Semler, llevó al escenario el texto de Parra en formato musical, con actores de diversas compañías. El hermano de Violeta y Nicanor fue parte del montaje y, según escribe Memoria Chilena, el vínculo entre el músico y el dramaturgo “propició la cristalización de una estética propia para la naciente compañía Gran Circo Teatro”.

De esa forma, dicha compañía dio vida a la historia, con Rosa Ramírez como la Negra Ester y Boris Quercia como Roberto. La música en vivo estuvo a cargo de la Regia Orquesta, conjunto formado en su origen por Cuti Aste y Álvaro Henríquez.

La obra se estrenó el 9 de diciembre de 1988 en la plazuela O’Higgins de Puente Alto. A fines de ese mes, el montaje se trasladó a la terraza Caupolicán, del cerro Santa Lucía, donde se convirtió en un éxito de crítica y de taquilla. Se estima que es la obra más vista del teatro chileno.

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