El día que Magdalena Matthey escribió Llorar supo de inmediato que tenía que mandársela a la destacada cantautora mexicana Natalia Lafourcade. Ella lo describe como un momento “especial”. En Chiloé solo ella y su guitarra, mirando la inmensidad del paisaje. “Se me vino su imagen, su presencia”, relata.

Fue algo así como un instinto, una certeza de que esa canción estaba hecha para Lafourcade.

Magdalena Matthey no lo supo hasta mucho después, pero al otro lado del hemisferio, la artista mexicana también pensaba en ella. Había escuchado El amor –una canción que Matthey lanzó en 2022 junto a León Gieco– y su voz la cautivó.

“Decidí seguirle la pista hasta que finalmente llegué a ella y pudo escuchar la canción”, recuerda Matthey. Según cuenta, la sincronía fue instantánea, y es que a pesar de que la colaboración se haya concretado a la distancia, era como si se conocieran de otra vida.

“Yo sentí que hubo una conexión como de hermandad y eso fue súper bonito”, revela Magdalena Matthey, que recuerda con cariño las palabras de admiración que le brindó Natalia Lafourcade: “Ella decía que yo cantaba como el viento, que se enamoró de mi universo”, expresa, “y yo también siempre de ella”.

“Me gusta mucho su calma, como cuenta las canciones. Siempre digo que las canciones se cuentan más que se cantan. También me gusta muchísimo como viste las canciones, su manera de interpretar. Al final tiene que ver con una coherencia, una coherencia de lo que ella es y como lleva esta bandera en un mundo que no es musical, algo que no es tan fácil”, relata la artista.

Un viaje Introspectivo

A pesar de su agenda ocupada, Matthey asegura que Natalia Lafourcade se dio el tiempo para trabajar con ella y llegar a un resultado con el que ambas pudieron conectar de manera personal. “Es cosa de escucharla cantar la canción, de cómo fue abrazando cada verso”, expresa.

La artista describe la balada como una invitación a la introspección y a la reflexión. “En tiempos en que muchas personas dicen que llorar no es bueno, que no hace bien, que es un símbolo de fragilidad, yo voy justamente remando al revés. Es un signo de fortaleza. El permitirse llorar es una energía, es evacuar una emoción”, comenta. “Después de llorar realmente florecen los campos, como dice la canción, vienen más alegrías. Es así”.

Las colaboraciones no son algo nuevo para Magdalena, que en los últimos años ha cantado junto a una variedad de artistas destacados, desde Pedro Aznar, Alejandro Filio, Chico César, y Horacio Salinas, hasta talentos más jóvenes como Nano Stern y Paz Mera.

“Yo creo que el compartir los universos fortalece. Cuando dos voces se unen, llegan a otras personas y también cambia mi perspectiva“, reflexiona la artista, que asegura que Lafourcade tiene un rol protagónico en la canción. “Primero le mandé la canción a Natalia con una voz, y cuando ella me mandó su voz yo la grabé de nuevo, acoplándome a su interpretación. Eso es bonito también porque te abre a otros espacios”.

Instinto

Magdalena Matthey cuenta con una extensa carrera en el mundo de la música, 25 años para ser exactos. Sin embargo, en el último tiempo ha estado disfrutando de un frenesí creativo que le ha dado un segundo aire a su carrera, y que la ha llevado a escribir su último álbum Instinto, del cual forma parte su colaboración junto a Lafourcade.

“(El disco) partió el año pasado con cuatro canciones que yo no sabía que iba a terminar ahí”, relata la artista. Fue recién a fines de 2023 cuando decidió que quería juntarlas en un álbum cuyo nombre no solo refleja su sentimiento de intuición a la hora de escribir estas canciones, sino que también el instinto de supervivencia en el mundo de la música, que en palabras de Magdalena, “a veces se hace super árido”.

Instinto es un disco que adopta sonoridades como las que inspiraban a Magdalena Matthey en la década de los setenta. “Es un mundo que yo nunca había integrado en la manera que abordo generalmente la música –que tiene que ver más con la raíz latinoamericana del folclor– pero hoy día me abro a otros espacios que me ha gustado también habitar”, expresa.

En la portada de su disco, Magdalena aparece en el jardín de su casa, sentada sobre una un sillón viejo, sonriendo a la cámara de su esposo. A su lado, un estuche de guitarra desgastado. “La portada del disco para mí es muy atractiva y me encanta que el objeto siga siendo una memoria que se instale en lo digital”, expresa.

Ha sido importante el equipo de trabajo. La invitación siempre es a seguir escuchando y a seguir sumergiéndose en el mundo de la imaginación y en el mundo de la poesía porque es una parte fundamental de la cultura.

Si bien aún quedan algunas semanas para el estreno de Instinto –que llegará a todas las plataformas el próximo 15 de noviembre– su single Llorar junto a Natalia Lafourcade ya está disponible.