“¡Que Dios ayude a mi pobre alma!”.
Tales fueron las últimas palabras que exclamó el poeta y escritor Edgar Allan Poe antes de morir una fría madrugada de otoño de 1849.
Recordado por ser uno de los maestros universales del relato corto, Poe destacó especialmente por sus cuentos de terror. Sin embargo, al igual que su prosa, la vida del escritor estadounidense fue oscura desde temprana edad. Cuando aún no cumplía los tres años, el poeta perdió a ambos padres, por lo que fue adoptado por un matrimonio de apellido Allan, que lo crió en el Reino Unido.
Años después, el autor volvió a Estados Unidos, donde entró brevemente a la universidad, hasta que en 1827 fue expulsado por su afición a la bebida. Después de cortar la relación con sus padres adoptivos, Poe pasó por una serie de trabajos hasta llegar a convertirse en redactor en el diario Southern Baltimore Messenger, donde consolidó su carrera como crítico literario y autor.
A lo largo de su extensa trayectoria profesional, Poe publicó una serie de obras y poemas destacados como El cuervo (1845), La caída de la casa Usher (1839), Los crímenes de la calle Morgue (1841), El misterio de Marie Rogêt (1842), etc.
Ya en 1835, el escritor contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que murió en 1945 debido a complicaciones ligadas a la tuberculosis. Según testimonios de sus contemporáneos, la dependencia al alcohol y las drogas no hicieron más que agravarse en Poe tras la muerte de Virginia.
Una muerte misteriosa
Era día de elecciones y las calles de Baltimore, Estados Unidos, estaban empapadas por la lluvia. Joseph W. Walker, viejo amigo del escritor, caminaba tranquilo cuando encontró a su camarada delirante y con la ropa desgastada tirado en la calle.
Tan solo una semana antes, el escritor había vuelto de un viaje de Richmond a Filadelfia. Sin embargo, según cuenta la historia, después de llegar a Baltimore, el poeta desapareció durante una semana sin dejar rastro alguno. Al encontrarlo, Joseph W. Walker trasladó a Edgar Allan Poe al Washington College Hospital, donde finalmente falleció cinco días después, un domingo 7 de octubre de 1849 por una supuesta frenitis, o inflamación del cerebro.
Por más que lo interrogaran, los testigos aseguran que Poe nunca logró revelar la razón por la cual se encontraba en semejante estado aquel miércoles 3 de octubre. Incluso hasta el día de hoy, existen diversas teorías que intentan explicar la misteriosa muerte del escritor, que parece salida directamente de las páginas de alguna de sus obras.
Una de ellas especula que el autor había sido asaltado y golpeado tras una noche de excesos. En su artículo de 1872 La tumba de Poe, Eugene Didier escribió que Poe fue “asaltado y golpeado por rufianes, y dejado inconsciente en la calle toda la noche” tras haberse encontrado con unos amigos que lo convencieron a salir a tomar.
Por otro lado, otros autores aseguran que Poe fue víctima de una práctica de fraude electoral popular de la época conocida como cooping, en el que una víctima era secuestrada, emborrachada, disfrazada y obligada a votar por un candidato específico varias veces bajo múltiples identidades.
La muerte por rabia también se ha vuelto una teoría respaldada por muchos y es que, según un estudio publicado en 1996 por la University of Maryland Medical Center, Poe se negaba a tomar agua en el hospital y presentaba un comportamiento errático. Además, presentaba delirio, alucinaciones visuales, amplias variaciones en la frecuencia del pulso y respiración rápida y superficial.
A pesar de las múltiples teorías que rodean su muerte, nadie ha podido afirmar con certeza que fue lo que realmente le pasó al escritor aquel día que fue encontrado perdido y delirando por su amigo Walker. Así, al igual que muchas de sus historias y relatos sombríos, su muerte permanece en un misterio.