*Thin Lizzy - 1976
Hacia 1976 Thin Lizzy era una banda en aprietos. Sus primeros cinco discos habían cosechado un éxito moderado y el sello presionaba por más singles en la línea de Whiskey in the jar, una canción que no entusiasmaba en particular al cuarteto irlandés. Jailbreak y Johnny the fox, lanzados en marzo y octubre respectivamente, dieron vuelta el marcador de manera asombrosa. Liderados por el carismático cantante y bajista Phil Lynott, no solo eran capaces de singles memorables como The Boys are back in town, puesto 12 en el ránking Billboard, sino que ofrecían una paleta estilística mucho más generosa que el rock duro confundido con metal -rótulo habitual para Thin Lizzy-, donde brillaba el juego de guitarras entre Scott Gorham y Brian Robertson. Desdoblados con gracia y aplomo, cabe el funk de Johnny the fox meets Jimmy the weed, un relato sobre narcotraficantes conocidos por Lynott, y el soul de Sweet Marie, donde el fallecido ídolo explora sus raíces negras.
Este lanzamiento de una institución del rock clásico con fans como Robert Smith y Metallica, ofrece las versiones originales de cada título y nuevas mezclas a cargo de Gorham; tanto él como Robertson nunca estuvieron conformes con el sonido y la producción de John Alcock. Hay sesiones para la BBC y un show en Cleveland del 11 de mayo del ‘76, con todo el poder de Thin Lizzy en uno de sus mejores momentos.
*The Smile - Cutouts
Como si se tratara de un regreso a los 70, cuando los artistas podían lanzar al menos un par de álbumes anuales en un ambiente de ensayo/error hoy imposible, The Smile -el espléndido spin off de Radiohead- publica su tercer título.
Grabado durante las mismas sesiones de Wall of eyes, Cutouts persiste en una ligera bifurcación de carácter temperamental con el debut A light for attracting attention (2022). El material resulta menos inmediato y electrizante, pero la calidad ya es marca registrada en el lenguaje musical entre Thom Yorke, Johnny Greenwood y Tom Skinner. Las frases en espiral, los acordes movedizos entre el jazz y el progresivo, y las resonancias krautrock sostienen un pequeño universo donde el rock a secas reluce como en sus mejores días.
Inicia la secuencia la conmovedora Foreign spaces -”en un mundo hermoso, nos estamos derritiendo”-, una melancólica sinfonía sideral con sintetizadores de otros días. Las cuerdas de Instant psalm son para flotar; Zero sum cambia drásticamente de pista con rítmica matemática y florituras circulares desde la guitarra, hasta la irrupción de una ronca sección de vientos. Un trance psicodélico envuelve Colours fly para derivar a un puente de voces luciferinas. El descuelgue de Yorke y Greenwood sigue siendo más que un consuelo -nervio e inventiva-, en medio del silencio de la banda matriz.
*Asian dub foundation - 94-now: collaborations (ADF30 anniversary)
Los londinenses de Asian dub foundation han dignificado durante 30 años la tradición de banda puño en alto registrada por MC5, The Clash, Mano negra y Rage against the machine, con un cóctel mestizo y beligerante de dub reverberante en frecuencia narcótica, electrónica del remate del siglo pasado, frenéticos ritmos de la India, guitarras en tu cara y baterías machacantes; ingredientes bañados en desparpajo y frescura. Como resultado, la música de ADF resulta atemporal.
Este compilado reúne numerosas colaboraciones con grandes estrellas de diversos géneros, alianzas mucho más honestas y naturales que el socorrido featuring del pop, con aroma a trato entre managers antes que sintonía artística. Acá maridan artistas geográficamente remotos como la nipona Likkle Mai -ADF mantiene una larga relación con Japón-, y la fallecido astro pakistaní Nusrat Fateh Ali Khan, junto a estrellas de occidente como Primal scream en la aguerrida y mestiza Free satpal ram, y Chuck D de Public enemy en la espesa Black steel in the hour of chaos. Iggy Pop se suma a No fun de The Stooges en una versión dominada por la cadencia, mientras Sinead O’Connor brilla espectacular en 1000 mirrors. Cada colaboración se justifica en torno a una banda que ha descartado históricamente las individualidades, en favor del colectivo y la energía incendiaria.