“Podemos ser héroes, solo por un día”, canta David Bowie en una de sus canciones más populares. Es una historia de amor entre dos personas que se conocen en el Muro de Berlín, y aquella que le da nombre a su duodécimo álbum de estudio, Heroes.
Lanzado el 14 de octubre el 1977, Heroes forma parte de lo que se conoce como la “Trilogía de Berlín” (Low, Heroes y Lodger), una serie de álbumes grabados en colaboración con el destacado compositor Brian Eno en la época en la que Bowie vivía en la ciudad junto a su amigo y colega Iggy Pop.
En esa época, Berlín Occidental no era un lugar particularmente tranquilo para grabar un álbum. Habían pasado tan solo treinta años desde que gran parte de la ciudad fuera bombardeada hasta los escombros durante la Segunda Guerra Mundial y el Muro de Berlín permanecía como un constante recordatorio de lo que era el ambiente político en esos tiempos
De hecho, Hansa Studios, el lugar donde Bowie grabó gran parte de la trilogía —también conocido como Hansa Studios by the wall— estaba ubicado a tan solo 50 metros del muro y de lo que se denominaba como “la franja de la muerte”, un pedazo de tierra que posicionado entre las dos barreras principales del Muro de Berlín, constantemente vigilada por guardias que podían disparar a cualquiera que intentara cruzar al otro lado.
Tony Visconti, productor del álbum, recordó en una ocasión cómo en esa época pasaba las tardes sentado en su escritorio y veía a tres guardias soviéticos mirándolos con binoculares y con sus “pistolas Sten al hombro”. “Todo decía que no deberíamos hacer un disco aquí”, expresó.
Sin embargo, la influencia de la ciudad fue un factor importante para la inspiración del álbum y es que después de unos exitosos años con hits como Starman y Fame, Heroes encontró a Bowie en un lugar mucho más abierto y lejos de la fama. Bowie se sumergió en la cultura nocturna de Berlín, inspirándose en gran medida en lo que veía y con quién hablaba.
Así lo recordó en una ocasión su guitarrista Carlos Alomar: “Yo diría que su estimulación mental estaba en su punto más alto en ese momento. Había mucha claridad para David, en el sentido de que había vuelto a ser una persona literaria, muy interesada en la política del momento, conociendo las noticias, lo cual me pareció sorprendente porque a él nunca le importó eso”.
Brian Eno y Robert Fripp
El contexto sociopolítico de la época no fue lo único que hizo de este álbum uno tan especial, y es que además de los aportes sintéticos del destacado artista británico Brian Eno, Bowie logró incluir al reconocido guitarrista de la banda de rock progresivo King Crimson, Robert Flipp, en la primera canción, Beauty and the beast y en Heroes, aquella que le da nombre al disco.
El resultado de esta colaboración fue un álbum sumamente experimental, grabado en gran parte de manera espontánea e improvisada, donde tanto la influencia de Eno como la de Robert Fripp se hacen notar, creando una base perfecta para que la voz de Bowie destaque.
Su canción Heroes, es quizás una de las más destacadas, no solo dentro del álbum, sino que en la totalidad de su carrera musical, y cuenta la historia de dos amantes que viven en lados opuestos de la ciudad de Berlín. Viviendo bajo un miedo constante, los amantes sueñan con ser libres. Si bien en un principio se creía que Bowie se había inspirado en la experiencia de su productor, Tony Visconti, la verdad es que Bowie hablaba de su propia experiencia con una mujer que conoció en la ciudad.
Hasta el día de hoy, Heroes es uno de los álbumes más influyentes de la historia del rock, no por nada fue incluido en el libro 1001 discos que hay que escuchar antes de morir. Su legado habla por sí solo. En 1987, cuando Bowie regresa a la ciudad de Berlín para interpretar su tema principal, fue aclamado como un importante catalizador de la posterior caída del muro en 1989. Tras su muerte en 2016, el gobierno alemán expresó su gratitud a un músico cuya experiencia transformadora ayudó a cambiar la vida de muchos otros: “Adiós, David Bowie. Ahora estás entre los héroes”.