Era el año 2002 y Charly García, ícono del rock argentino, estaba a punto de lanzar su décimo álbum de estudio en solitario: Influencia, un disco que marcaría el renacer de su carrera. El comienzo de la década no había sido del todo fácil para el músico. Su adicción a las drogas y el alcohol había alcanzado niveles excesivos, lo que comenzó a afectar su imagen y actitud en los conciertos. El artista se encontraba, además, en un bloqueo creativo.
Sin embargo, en sus propias palabras, el atentado a las Torres Gemelas de Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 le generó “la necesidad de hacer algo bien directo y, sobre todo, cantar”. Así fue como comenzaron nacer las canciones que compondrían el mítico álbum y que, según contó Agustín Marangoni, ex jefe de Espectáculos del diario El Atlántico para Info Brisas años después, fueron parte del repertorio de un mítico show en un bar de Mar del Plata antes de que saliera el disco.
En esa época, el ex jefe de espectáculos le había hecho varias entrevistas a Charly García e incluso lo había acompañado en algunas de sus noches recorriendo Mar del Plata. Fue así como se hizo amigo de uno de los clubs de fans del músico. “Por ese entonces, habían armado un bar que se llamaba García & Cía”, cuenta Marangoni. “Me preguntaron si podía armar un nota para el diario (...) Les dije que lo iba a publicar y me agradecieron mucho, enfatizando que pasaban a deberme un favor”, aseguró.
Marangoli contó que a los 15 días recibió una llamada de los dueños avisándole que estaba la posibilidad de que Charly García fuera a tocar al bar. “Venite con un amigo, pero venite preparado. Puede venir, tocar y que salga todo bien; puede venir y romper todo, o puede no venir. Si aparece, es un éxito”, le dijeron.
A eso de las 11:30 de la noche llegó un auto negro a las afueras del bar, donde bajó Charly García junto a otra persona. Al entrar al bar el músico se pidió un whisky y solicitó una canción de los Rolling Stones. Minutos después pidió que le pasaran una guitarra y se subió al escenario, donde tocó canciones de los Stones. “La verdad es que los hacía iguales”, contaba Marangoli.
En un momento Charly García se levantó del escenario y se retiró del bar, anunciando que le despejaran el escenario porque iba a volver con sus instrumentos. “Nosotros lo vimos subir al auto y nos dijimos, ya está, no vuelve más”. Sin embargo, a la media hora de su partida, García volvió como había prometido y se subió al escenario con sus instrumentos: un teclado, un bajo, un pie de micrófono, un micrófono y una consola.
“Les voy a mostrar lo que tengo preparado para mi próximo disco que se va a llamar Influencia”, expresó. “Ahí empezó a mostrar las bases, las guitarras, los teclados, todo lo que tenía hecho y empezó a mezclar el disco en vivo, ahí”, aseguró Marangoli.
Ese día había solo 15 personas en el bar. Charly García comenzó con la primera canción del álbum, aquella que le da el nombre, Influencia. Además, tocó canciones de Los Beatles, de los Who y de los Rolling Stones. “Iba hablando en el medio y se ponía a elogiar mucho a los violeros, especialmente a George Harrison y a Keith Richards”, relataba el periodista.
“En un momento le pedíamos canciones, con mucho respeto. Él nos preguntaba qué queríamos escuchar. Era como un Charly íntimo, para las 15 personas que estábamos ahí. Realmente fue una locura”.
Esa noche el músico se quedó en el bar García & Cía hasta las 7 de la mañana junto a los 15 privilegiados que pudieron escuchar a una de las leyendas del rock argentino en un íntimo e inédito show.