We All Shine On: John, Yoko and Me, es el nombre de la nueva autobiografía que lanzó Elliot Mintz -uno de los mayores confidentes de John Lennon y Yoko Ono- y que relata la relación de amistad que tuvo con una de las parejas más famosas del mundo, incluyendo un episodio en el que Ono recibió una aterradora predicción.
Según revela Mintz, no era extraño que Yoko Ono acudiera a la orientación de psíquicos, lectores de tarot, astrólogos y otros. “Había muy pocas decisiones que Yoko tomaba sin obtener primero la autorización de estas personas”, explicó.
Esta particularidad siempre le llamó la atención al autor, sobre todo después de la muerte de John en 1980. Así, un día decidió preguntarle a Ono: “Si estos asesores son tan buenos como crees, ¿por qué ninguno de ellos vio lo que le iba a pasar a John?, ¿Por qué no hubo ninguna advertencia?”.
Ante la pregunta, Yoko Ono le rebatió. “¿Cómo sabes que no me habían advertido?, ¿Me preguntaste alguna vez si había advertencias?”. Fue entonces cuando la artista le reveló que un día, uno de los mejores quirománticos de Grecia le aseguró que John sería asesinado en una isla. En ese entonces, el ex beatle vivía en Nueva York, una ciudad que, si bien no se trata de una isla, sí se rodea por agua.
A pesar de haberle advertido a Lennon sobre la predicción, el músico no le hizo caso. De hecho, Mintz asegura que Lennon se negaba a tener guardaespaldas porque había estado rodeado de hombres toda su vida. “Si quieren llegar hasta ti, te van a atrapar”, le había comentado a su amigo. “No necesito guardaespaldas. No los quiero… Incluso pensar en eso me hace estremecer”.
Por su parte, y a pesar de la predicción, Ono aseguraba que no quería cambiar su manera de vivir. “Nada se puede evitar si está destinado a suceder. ¿Deberíamos evitar todas las islas? ¿No deberíamos ir nunca a ninguna parte? Si tiene que suceder, sucederá”, se la cita en el libro.
Finalmente, la noche del 8 de diciembre de 1980, John Lennon fue asesinado a las afueras del edificio Dakota donde vivía en Nueva York, mientras caminaba junto a Ono hacia su limusina. El asesino fue Mark David Chapman quien se hacía llamar “su mayor fanático”. Con dos disparos en la espalda y dos al hombro izquierdo el artista fue declarado muerto al llegar al hospital.
En las páginas de su libro, Mintz también relata como vivió el escalofriante momento en el que recibió la noticia. “Me resultó imposible procesar lo que me habían dicho. Y luego, como un destello de fuego en el cerebro, el horror de lo sucedido explotó en mi conciencia. ‘John está muerto’, dije”.
“Susurré para mis adentros. Mi mejor amigo se había ido. Mi corazón comenzó a acelerarse, me encontré sin aire y literalmente me doblé de dolor mientras todo mi cuerpo absorbía el impacto”.