Para hablar del presente de Los Tetas, David “Rulo” Eidelstein, su bajista y uno de sus fundadores, rebobina hasta 1993. Esa temporada, el músico conoció a Cristian “C-Funk” Moraga e iniciaron un proyecto embrionario bautizado como Funkystein, justo un año antes de reconvertirse de forma definitiva y junto a otros miembros en Los Tetas, y consolidarse como una de las expresiones más exitosas del funk y la música negra nacidas en el país.

“El proyecto de Los Tetas lo empezamos los dos, precisamente como un año antes de que fuéramos Los Tetas. Armamos una banda llamada Funkystein en la que los dos éramos compositores. Y en verdad la hicimos porque la única persona que yo conocía en Chile que sabía de funk era el Cristian. Y, a su vez, el Cristian la única persona que conocía en Chile que entendía el funk como estilo era yo. Entonces, apenas nos topamos partimos con ese proyecto, al que después se sumaron otros integrantes. Y sentimos que este regreso es como volver a ese espíritu. Es la continuidad de ese momento en que estábamos sólo los dos”, admite Rulo al narrar ahora un presente situado en 2024.

Ambos han decidido esta temporada volver como Los Tetas, en formato dúo y en uno de los retornos que agita la agenda local de la última parte del semestre. Una resurrección materializada además en un nuevo single de simbólico título, Estamos haciéndolo, que se estrena este jueves 31 y que remite al estilo clásico de la agrupación, aunque cincelado con un lenguaje más moderno que declara renovación. Es parte de un total de 10 composiciones que trabajaron y grabaron en agosto pasado en Ciudad de México, donde reside Rulo.

“Todo se ha dado naturalmente. Nosotros sabíamos que íbamos a continuar en algún momento, pero no sabíamos cuándo. Pasaron muchas cosas en el camino”, retoma C-Funk, ambos contactados vía Zoom en diálogo con Culto. Efectivamente, para seguir descifrando su aquí y ahora, Los Tetas tienen nuevamente que girar en reversa hacia sus días pretéritos. Pero esta vez a un ayer mucho más inmediato y difícil.

Días ásperos

En julio de 2017, uno de los músicos que por ese entonces integraba el conjunto, el cantante Camilo Castaldi, conocido como Tea Time, fue acusado de violencia intrafamiliar por su expareja. La afectada también reveló que en la casa del artista se habían escondido los instrumentos musicales robados el año anterior a Javiera Mena y que el mismo Castaldi se había quedado con una de las guitarras sustraídas.

Los hechos causaron gran revuelo público y obligaron a los otros miembros de Los Tetas -Rulo y C-Funk- a emitir un comunicado donde repudiaban el hecho, aunque recalcaban que aún no contaban con mayores antecedentes de lo acontecido. Ante ello recibieron numerosas críticas en redes sociales, lo que los hizo determinar después la expulsión definitiva de Tea Time de sus filas. Pero las esquirlas no se detuvieron: varios eventos cancelaron los shows de la agrupación y, según ellos mismos expresaron, algunas radios los vetaron de sus parrillas.

Por esos mismos días, en una entrevista con Culto, Rulo y C-Funk reconocían que “Los Tetas, como fueron conocidos hasta ese día, dejaron de existir para siempre”. Y así fue: desde hace siete años, los hombres de Corazón de sandía se sumergieron en un largo silencio que les sirvió para abrazar iniciativas personales y otras compartidas -Rulo tocó con la banda de Mon Laferte, C-Funk lo hizo con los Chancho en Piedra-, con un único y fugaz reencuentro en 2022 para Lollapalooza Chile, cuando Moraga invitó a su compañero a su show en el festival.

“Aprendimos harto de todo lo que pasó”, asegura Rulo. Su camarada se suma: “Es un momento que pasó hace rato y que a nosotros dos nos pegó mucho. Pero, para nosotros, ya pasó. La gente que nos conoce sabe que ya pasó bastante rápido”.

-¿En algún momento pensaron que Los Tetas no iban a volver más?

C-Funk: Yo no. Yo siempre dentro de mí dije: “Esto tiene que ocurrir, todo esto se tiene que pasar”. Yo siempre he sentido esa responsabilidad. Ahora, yo no puedo hacerlo solo, sí o sí tengo que hacerlo con el Rulo. Entonces, claro, puede que en el intermedio nos haya pasado algo y por equis motivo no pasó, pero yo siempre, si todo se daba, siempre pensé que era algo que iba a ocurrir, que tenía que ocurrir, que estaba en deuda. Yo sentía una deuda con la gente, conmigo y con la música.

Rulo: Siempre estuvo esa conciencia. Quizás en algún momento no era tan claro, era todo mucho más nebuloso y tormentoso, pero siempre yo por lo menos tenía claro que con Cristian teníamos onda musical y era posible seguir haciendo música. Lo más importante, que eran las ganas de hacer música, estaban intactas. Por lo mismo, estaba esa intuición de que esto no se había acabado. Pero nos dimos el tiempo, igual. Tuvimos que tener paciencia.

-¿Cómo creen que va a reaccionar la gente? Porque en un momento hubo una parte del público que mostró rechazo hacia la música de Los Tetas por la situación privada súper compleja en la que se vieron involucrados.

CF: En un principio fue súper duro. Era como que de pronto estabas en una fiesta, ponían canciones de Los Tetas y era buuuuuu, pifias. Pero fue un momento muy de redes sociales. Tú sabes que las redes sociales exacerban todo y la gente reacciona en masa de una manera muy infantil. Pero pasado el tiempo, decantó todo y quedó lo que realmente ocurre, y hay mucha onda con nosotros, con la música, con la historia que hemos tenido en lo musical.

R: Hay gente que ha hecho que la música de Los Tetas sea parte de su vida, de sus experiencias, de sus vivencias. Entonces, eso es algo que está totalmente fuera de nuestro control, pero que sentimos que de alguna forma, como todo es cíclico, este último tiempo hay gente que ha vuelto a sentir esa necesidad de escucharnos en vivo. Obviamente que hay un montón de gente que quizás no, y quizás va reaccionar mal a lo nuestro. Hay de todo. Pero hay público que está esperando esto, y que está con ansias también. Sobre todo de volvernos a escuchar en vivo.

-O sea, según ustedes, ya pasó la etapa donde Los Tetas podían simbolizar un capítulo controversial.

CF: Sí, pasó, fue un momento. La gente también necesita que decanten las cosas para poder tomar sus propias resoluciones. Y yo he seguido tocando funk y toco la música de Los Tetas, algunas de las canciones, y veo lo que pasa cuando las toco. O en las fiestas que de pronto yo hago siempre tiro esos temas y la gente los espera, los quiere, los necesita. Y cuando pasa, se vuelven locos. O sea, hay una cosa muy intensa y de cariño. Y eso es bacán y por eso también yo creo que estamos haciéndolo. Ha aumentado mucho la gente en redes pidiendo que volvamos. Nuestra música se ha mantenido sola.

-Después de 2017, ¿han vuelto a hablar con Tea Time? ¿Tienen alguna clase de relación con él?

R: Sí, tenemos un poco de contacto con él. Cada vez menos, la verdad, pero sí, cada cierto tiempo aparece y hablamos. Igual, siempre le hemos dicho que en algún momento nosotros queremos continuar con el proyecto y está súper consciente de eso. También está consciente de la gravedad de las cosas que pasaron, que son responsabilidad de él, entonces esa ha sido un poco la relación con él. Aunque no sé si es como relación. O sea, cada varios meses aparece.

CF: Tú más que yo, porque yo igual de un tiempo a esta parte ya he tenido cero relación con Camilo. No he tenido contacto.

R: Aparece como una vez al año. Aparece tal como desaparece. Como que aparece de repente, me habla y después desaparece. Y claro, eso se ha distanciando con los años, cada vez menos. Pero yo siempre le he comentado que nosotros vamos a seguir con el proyecto y tal como nosotros mismos lo empezamos, yo y el Cristian. Así vamos a continuar.

CF: Claro y después de todo lo que pasó es difícil volver a trabajar con él. Para mí por lo menos. Bueno, yo creo que para el Rulo también. No hay posibilidad.

La resurrección

Desde esos ásperos días de 2017, Moraga y Eidelstein sondearon en varios momentos un eventual retorno, pero las agendas y las circunstancias nunca pudieron congeniar. Hasta que se determinaron encerrarse a solas durante varias jornadas en un estudio en Ciudad de México -”de diez de la mañana a una de la madrugada”, según precisan- no sólo para revivir el entusiasmo juvenil, sino que también para tomarse en serio la segunda vida de un proyecto que contempla un videoclip del primer sencillo, otros singles, un futuro disco y varias fechas en vivo.

“Sentimos esas mismas mariposas musicales del año 93. Esta idea igual de alguna forma es nueva, porque la gente nos ha visto como Los Tetas, pero no como los dos solos. Y el plan era ese: darnos tiempo para estar los dos solos en un estudio. Nos dimos el tiempo, tampoco lo forzamos”, define C-Funk.

Rulo secunda: “El año pasado, sentí la necesidad de volver a tocar con banda, de volver a tocar bajo, de volver a tocar groove y funk, y creo que a Cristian le pasó un poco parecido. Yo justo dejé de tocar constantemente con Mon Laferte, él dejó de hacerlo con los Chancho y ahí todo empezó a fluir. Se alinearon las cosas. Nos faltaba sentir esa frescura de las canciones nuevas, que nos gustan un montón y representan un espíritu súper alegre y positivo. Además, esa química que hay entre el bajo y la guitarra es el sello del sonido de Los Tetas. No queríamos volver por volver, sino que hacerlo porque los dos estábamos en la misma frecuencia y con un objetivo en común”.

“Si la cuestión pega o no pega, no es algo que a nosotros nos mueva el piso ahora”, ataja C-Funk. “Lo que nos importa es lo que pase con nosotros y con nuestra música. Hemos ido trabajando lentamente y sin más pretensiones que hacer música que nos guste. Es un poco una deuda que teníamos con nosotros mismos con respecto a nuestra música. Siempre pasaba algo. Entonces ya, nos organizamos, empezamos algo nuevo y lo culminamos con la confirmación de nuestra onda y nuestra amistad”.

-En estas nuevas composiciones, ¿partieron completamente de cero? ¿O hay algunas que rescataron de ese material que tenían listo y grabado en 2017 ante de los sucesos en torno a Tea Time y que nunca pudo salir?

R: Hubo de todo.

CF: El grueso nació en el estudio. Fue espectacular, porque fue todo muy rápido. Y sí, vamos a ocupar algunas del disco que quedó perdido, ese álbum ya es medio un mito, la gente me pregunta: ¿oye y qué pasó con ese disco? ¿Y ese disco cuándo? También hay de eso que hemos estado rearreglando y reconformando. Pero lo primero que vamos a sacar, es algo que hicimos completamente en México.

-¿Cómo definirían el sonido de esas nuevas composiciones? ¿Es un funk más actualizado?

R: Es como un funk moderno, un funk súper actual. Tampoco es que queremos encerrarnos tanto. Yo siento que actualmente los estilos cada vez se están difuminando más, eso es algo bueno, por lo que no queremos encerrarnos en un estilo. Es un sonido clásico y moderno al mismo tiempo. Seguimos inspirados en James Brown, pero el hecho de tocarlo ahora y en español, lo hace muy actual. Actualizamos nuestro sonido.

-¿Hay espacio para el funk en la música actual?

R: Sí, totalmente. Aunque el funk como bandera ya no exista, siempre hay gente que lo rescata, como Dua Lipa, Bruno Mars, Rauw Alejandro o Daft Punk. Entonces, el funk siempre está presente. Siento que el fenómeno del urbano en Chile tiene mucha similitud con el hip hop de los 90 en Estados Unidos. Hay una línea de conexión entre el funk, el hip hop y la música urbana. Entonces no siento que sean expresiones tan lejanas.

CF: De mi parte hay una admiración por lo que han hecho las nuevas generaciones de música urbana en Chile y hasta donde han llegado. Puede que te guste o no te guste, puede que encuentres que las letras son horribles, yo también algunas las encuentro ahí no más, pero lo que han hecho por el medio chileno es impresionante. Han abierto puertas, como nosotros en su momento, que también lo hicimos. En su momento, cuando nosotros salimos en los 90, éramos el equivalente a lo urbano ahora, por lo disruptivo. Y creo que seguimos así.

-Que la canción nueva se llame Estamos haciéndolo también retrata una continuidad, una labor que sigue en marcha, ¿no?

R: Habla un poco de nuestro proceso, que igual ha tenido momentos súper duros que nos han fortalecido. Y ahora estamos en un momento en que queremos sentirnos bien, queremos entregar un mensaje positivo, pero que tampoco es superficial, porque viene también de haber tenido momentos difíciles y de tener conciencia de que a veces la vida es dura y pasan cosas complejas, pero que a pesar de eso, queremos surgir y queremos transmitir eso a la gente que nos escucha. O sea, esa energía, ese ánimo y esa alegría también. Después de todo lo que hemos vivido y nos ha pasado, esta nueva etapa queremos disfrutarla. Es un poco la idea de este regreso, que se lea con buena energía y haciendo lo que más nos gusta.

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