Durante la tarde del sábado 9 de noviembre, los rostros y figuras televisivas desde el teatro Teleton transmitían preocupación. La meta a alcanzar por la cruzada solidaria ($38.044.459. 976) asomaba lejos y se sucedían los llamados desesperados y con cierta dosis de angustia de varios animadores clamando por mayor ayuda para abrazar el objetivo final.
En el cierre de emisiones desde el recinto de Santiago centro, para dar paso a la Quinta Vergara donde se celebraría el bloque final y antes de los noticiarios, el cómputo fue de $20.347.468.300, aún lejos de la meta establecida.
“Nos falta para llegar a la meta. Sería una derrota, pero yo soy optimista”, soltaba sin disimular su preocupación Don Francisco, flanqueado por pacientes y terapeutas de los distintos institutos de la entidad en el país. Otras figuras, como Millaray Viera, lo secundaban: “Nunca había visto tanta preocupación a estas alturas del partido”.
El fantasma de 1995 sobrevolaba amenazante: esa temporada fue la única vez en toda la historia del evento benéfico, en sus 46 años, en que no se alcanzó el objetivo propuesto y se masticó la desazón.
Pero la versión 2024 de la Teletón no estaba para adversidades ni sorpresas ingratas. La cruzada finalmente llegó a la meta a las 01.49 horas, alcanzando $40.502.617.946.
Las voluminosas donaciones en el bloque final fueron la clave.
En la Quinta Vergara
En el reducto histórico del Festival de Viña, el show empezó cerca de las 22.08 horas con una intervención de bailarines dentro del público de las primeras filas, para luego subirse a la tarima principal y abrir los fuegos de la noche.
Como primer número apareció el grupo italiano de pop lírico Il Volo, en una de las primeras veces que la cruzada gira hacia ese tipo de expresiones musicales, habituada mayormente al pop latino.
Con una orquesta a sus espaldas, la Quinta Vergara por un momento pareció una suerte de déjà vu del espectáculo de Andrea Bocellí en el último verano en el mismo Festival de Viña, cuando la lírica y la música popular también se dieron la mano para despachar una instancia memorable. “Qué gran manera de partir”, fueron las palabras de Priscilla Vargas, quien arrancó animando la jornada junto a Julián Elfenbein.
Luego, tras un backstage con el propio trío italiano, fue el turno del cantante español Álex Ubago, quien interpretó sus canciones Siete mares y las muy coreadas y aplaudidas Aunque no te pueda ver y Sin miedo a nada. “Siempre cuento el ejemplo que ustedes son para el mundo”, dedicó el artista al público. Vargas le recordó que hace dos décadas estuvo en el lugar, cuando Ubago fue uno de los números del Festival de Viña en 2004.
Cambio de turno y asomaron bajo los focos Karen Doggenweiler y Daniel “Huevo” Fuenzalida como nueva dupla de animadores. Para ella, algo así como un aperitivo antes del gran momento: será la animadora del Festival de Viña 2025.
Incluso, para darle suerte, Fuenzalida -alentado por el público- le dio el tradicional “beso” que se ejecuta en estas circunstancias y sobre todo en un escenario tan clásico como el de la Ciudad Jardín. Posterior a ese instante, le llegó el momento a Kidd Voodoo -que estuvo en el Festival de Viña este 2024 como invitado de Los Bunkers, entre otros momentos-, Leo Muena, Pablito Pesadilla y La Combo Tortuga para interpretar el himno de la cruzada, Juntos por la Teletón.
Otra pareja de animadores asomó ya cerca de las 23 horas: Julia Vial y Diana Bolocco. La primera, confundió coyunturas y tropezó con un pequeño error: “Le hacemos un llamado a la gente para que vaya a votar...”. Claro, su compañera la corrigió de inmediato: “A donar”. Todos rieron.
Después llegó uno de los minutos más estelares de la noche con el retorno al evento de Myriam Hernández, siempre sinónimo de solvencia, calidad escénica y catálogo imbatible. Interpretó Nos lo hemos dicho todo y la clásica La fuerza del amor.
También fue el turno para el artista estadounidense Justin Quiles, quien entregó la dosis ya habitual de música urbana, en un espectáculo que -como dictan las tendencias actuales- cada vez se ha ido acercando más a los lenguajes contemporáneos. “Si te gusta el reggaetón, sube esa mano arriba”, incentivó Quiles, quien interpretó hits como Colorín colorado y Jeans.
El tradicional cántico de Vamos chilenos se escuchaba fuerte en el reducto de la Quinta región, con todo el mundo aleonado por Don Francisco, quien incluso llamó a algunas personas que ya habían colaborado una vez, a hacerlo por una segunda oportunidad. La situación seguía siendo compleja e incierta.
La algarabía por Illapu
Martín Cárcamo y Millaray Viera -quienes también cumplieron el ya ¿obsoleto? rito de “el beso”- presentaron a Illapu, muy vitoreados por la gente. Despegaron su show con Vuelvo para vivir -cantada a todo pulmón de parte del respetable público- y remataron con Baila caporal, acompañados por un paciente de Teletón, Alan Pereira, quien durante horas de la tarde presentó su historia y fue invitado por la propia agrupación a subirse a la Quinta Vergara en el bloque estelar.
Tras la música, asomaron algunas de las donaciones más cuantiosas, como la de la compañía CCU, que aportó $1.258.929.845. Por su lado, la Confederación de la Producción y el Comercio desembolsó $3.300.000.000. Más tarde, casi sobre el final, el Banco de Chile hizo lo suyo con $1.800.000.000, mientras que Unimarc entregó $558.000.000 de parte de sus colaboradores y $1.405.000.000 como total.
Como una suerte de celebración, el anfiteatro recibió a otro español, David Bisbal, quien también pasó alguna vez por el Festival de Viña, para esta vez cantar como un adelanto de festividades de fin de año Todo es posible en Navidad y luego Esclavo de tus besos, Bulería y Ave maría, su himno mayor. En medio de su performance no sólo pidió apoyo para los niños de la Teletón chilena, sino que también para los damnificados de su propio país, golpeados por amplias inundaciones en ciudades como Valencia.
Bisbal ayudó a dar el nuevo cómputo pasada la medianoche, el que alcanzó los $33.066.272.048. La meta estaba cada vez más cerca.
Así fue el show de Kramer
Pero nadie se relajó. Aunque igual un poco. El programa abrió su parrilla para un clásico de la Teletón: Stefan Kramer, figura tradicional en el bloque de cierre del espectáculo benéfico.
El comediante partió en su faceta de cantante, aludiendo a Luis Hermosilla y las fundaciones, e imitando a un personaje no tradicional: Evo Morales, cantando Lamento boliviano de Enanitos Verdes, y bromeando con “la ola” entre el público y la no salida a mar de su país.
También replicó los modales del Presidente Gabriel Boric, detonando tanto aplausos como pifias de parte del “Monstruo” versión Teletón. Bromeó con su nueva relación sentimental y con aquella vez en que quedó atrapado en un tobogán.
De paso, sumó a su repertorio a los futbolistas nacionales Alexis Sánchez y Arturo Vidal, además del técnico de la Selección Chilena, Ricardo Gareca. De hecho, imaginó un dúo tipo Pimpinela entre esos dos últimos, enemistados y distanciados en la vida real,.
Vuelta a la música y mención a Jon Bon Jovi, vestido a la usanza del rockero estadounidense. También hubo referencias a Álvaro Salas y Coco Legrand, humoristas clásicos del repertorio criollo, donde se ganó los aplausos inmediatos. Básicamente su comparación era puntual: la diferencia entre ser cantante y ser humorista. A su parecer, es mejor lo primero: nadie celebra los chistes.
Para eso, retornó a los intérpretes y -con peluca rubia- imitó a Luis Miguel. Su dentadura y todos sus tics inmortales.
Luego, en plan musical, hubo espacio para Evelyn Matthei, Marcela Cubillos (quien en la rutina cantaba Mi primer millón, de Bacilos), Julio César Rodríguez, Jere Klein, Mauricio Isla, El Jordan 23 y Cris Mj. Kramer, por primera vez en la Teletón, incluía a representantes de la música urbana nacional.
Gran parte de esos personajes después salió armando un coro en pleno escenario, con integrantes del staff del imitador caracterizados como Gareca, Miguel Piñera, Marcela Cubillos, Arturo Vidal, Bad Bunny o Evelyn Matthei. Todos apoyando a la Teletón.
Quienes también lo hicieron -ya en la vida real- fueron la banda Ilegales, de consabido éxito en los 90 gracias a hits como La morena o Taqui taqui. Diversión y juerga antes del reggaetón.
Diversión y juerga para festejar la misión cumplida en la Teletón 2024.
Esa misión también tuvo sobre sus hombros Cris Mj, uno de los más exitosos y populares embajadores de la música urbana chilena. Lo mismo para Pailita sobre el adiós. Otros nombres que desataron la fiesta en otra jornada de gloria para la Teletón.