Este domingo, Max emitió el capítulo final de la serie El pingüino, protagonizada por el actor irlandés Colin Farrell como el icónico villano de Batman. En 8 capítulos, vemos cómo Oz Cobb pasa de ser un simple gangster menor que trabaja para Carmine Falcone a ocupar el trono del crimen de Ciudad Gótica, amén de traiciones, intrigas, muertes, y una devastadora guerra civil del crimen, que lo enfrenta a sus exjefes, los Falcone, y a la mafia rival de los Maroni.
La serie ahora se encuentra disponible completa en Max. Y Farrell conversó sobre su rol con el portal especializado The Hollywood Reporter. En otras charlas ha comentado sobre el largo y tedioso proceso en que se caracterizaba como el criminal. “No quiero volver a ponerme ese maldito traje y esa maldita cabeza nunca más”, dijo hace poco. Sin embargo, en la suma y resta, la experiencia para él fue buena, y se mostró disponible para volver a tomar el rol en una eventual segunda parte de la serie.
“Si hay una gran idea [para la segunda temporada], y la escritura es realmente enérgica y tan fuerte o más fuerte en la página que en la primera temporada, por supuesto que lo haría”, le dijo Farrell a The Hollywood Reporter.
Y agregó: “Para mí, el listón del éxito no es muy alto. Se trata de ‘¿Le gusta a la mayoría de la gente?’, simplemente de la simplicidad de eso. Me encanta participar en películas que reciben la aprobación de la crítica, es mucho mejor que la alternativa, pero he estado en el medio el tiempo suficiente [para saber] que es el público el que realmente es el crítico más importante”.
Consultado sobre lo que le gustaría experimentar con el personaje, señaló: “En realidad no. No espero nada. Firmé contrato para tres películas de Batman, pero no sabía si estaría en la segunda. Matt Reeves es un escritor brillante y un cineasta extraordinario, y lo que más me emociona y me pone nervioso de la segunda película no es lo que hace Oz, ni en qué aprietos se encuentra ni qué momentos de éxito experimenta, sino cómo es su voz. ¿Cómo es su personalidad? Se fue formando y cambiando en la miniserie y, al final de los ocho episodios, se ha concretado en otra cosa. Hay un grado de psicopatía casi delirante presente en la última escena. ¿Y cómo se aborda eso en la segunda película? Me dijeron que tengo cinco o seis escenas. No tengo ninguna esperanza ni expectativa. Soy realmente un libro abierto y así es como me emociono, sea lo que sea. Creo que a veces los actores, si tienen una carrera que dura cierto tiempo, a veces tienen que tomar demasiadas decisiones. Lo cual no quiere decir que no voy a contraatacar, discutir o pelear en la esquina de Oz: creo que ahora lo conozco mejor que nadie”.
¿Sabe algo sobre The Batman II? Farrell señala: “Ni siquiera he leído un guión todavía”.