“Una interpretación carismática”: el fulminante revival de Denzel Washington por Gladiador 2
Con su papel en Gladiador, el actor ha sido destacado como uno de los grandes aciertos del filme. Ello lo ha vuelto a posicionar en un sitial que no ocupaba desde inicios de los 2000; sin embargo, a pesar de que volverá al teatro -en Broadway- y participará en un filme de Marvel, ha asegurado que su retiro está cerca.
A sus 69 años, Denzel Washington parece estar viviendo un revival de su carrera, justo cuando se encuentra en el otoño de ese trayecto. Su rol de Macrino en Gladiador 2, el hombre que compra a Lucio Vero (Paul Mescal) para convertirlo en gladiador aprovechando su ira, ha sido ampliamente comentado y elogiado, devolviéndole unos laureles que parecían olvidados para el oriundo de Mount Vernon, Nueva York.
“El ganador de 2 Premios Oscar y 3 Globos de oro se hace con la película en cada escena en la que aparece -dice la reseña de Esquire-. Su personaje, Macrinus, puede recordar al de Próximo (Oliver Reed) de la primera entrega. Él es, de nuevo, un comerciante de gladiadores que fue anteriormente un esclavo a las órdenes de Marco Aurelio. Washington, eso sí, dispara al personaje a través de una interpretación carismática, ambigua hasta el final, con una gracia que parece salir de él mucho más que de las líneas que recita. Washington entrega un personaje épico cuando toca pero también simpático, corrupto, perverso. Es un villano de esos al que te gustaría darle la razón. Es, al fin y al cabo, lo que hace que Gladiator 2 no sea un simple refrito, más o menos conseguido, de la primera entrega”.
Por su parte, el señero New York Times señala: “La interpretación de Denzel Washington demuestra habilidad, intensidad y absoluta confianza en la agradable e inmersiva epopeya de Ridley Scott sobre los antiguos luchadores romanos”. Y agrega: “Cuando Denzel Washington se adentra en Gladiador II, la epopeya de Ridley Scott sobre la antigua Roma y los hombres en guerra y a veces enamorados, lo hace con una gracia tan fácil que puedes confundir el desgarbado porte de su personaje con indiferencia. Lo que estás viendo es el poder encarnado, un poder tan crudo y tan sumamente dueño de sí mismo que no se anuncia. Solo emerge. Y sigue haciéndolo mientras los guerreros entran en el Coliseo para luchar y morir en el deporte sangriento que da a esta secuela de Gladiador, el drama de Scott del año 2000, su sobrio telón de fondo y gran parte de su atractivo. Es una interpretación de carismática maldad y de hipnotizante estrellato”.
El panorama era muy diferente hace no tantos años. Si bien ganó el Premio SAG como Mejor Actor en 2017 por Fences (película que además dirigió) y tuvo nominaciones a los Oscar en 2018 y 2018 en la misma categoría (por Roman J. Israel, Esq. y The Tragedy of Macbeth, respectivamente), lo cierto es que estaba lejos de los principales laureles de su carrera. Por ejemplo, podemos recordar su Oscar como Mejor Actor en Glory, en 1990, por su recordado rol de Trip, el soldado afroamericano rebelde durante la Guerra de Secesión. O a principios de los 2000, cuando fue nominado a Mejor Actor por The Hurricane (2000) o cuando lo ganó por Training Day, además de su rol en la taquillera American gangster (2007).
“En esa época, yo ganaba mucho dinero –admite entre risas–. Tenía un gran agente y mi carrera se basaba en ganar pasta, por lo que las ganancias se dispararon. Había que pagar facturas, una casa; tengo cuatro hijos... Después de Malcolm X hice algunos verdaderos ‘truños’. No te diré títulos. Búscalos”, dijo Washington al sitio El Correo.
En los últimos años, Washington se ha mantenido más bien en un discreto segundo plano. En una entrevista reciente con el sitio El Correo, señaló que estaba en plan de vida sana. “No he probado el alcohol en diez años, no fumo ni bebo, pero engordé durante la pandemia. Comí mucho helado”. De hecho, durante la pandemia contrajo el Covid-19, enfermedad que en 2022 le impidió acudir a la ceremonia donde el presidente Joe Biden le entregaría la Medalla Presidencial de la Libertad, por su contribución a la igualdad y a los derechos civiles.
Ahora, pese al éxito del filme de Ridley Scott, Washington se ha enfocado en volver a su primera pasión, el teatro, que es donde comenzó. Próximamente interpretará a Otelo para una obra de Broadway (junto con Jake Gyllenhaal) exactamente el rol que tuvo cuando tenía 22 años. ¿Qué le puede aportar ahora al personaje? “Cincuenta años de experiencia”.
Para Washington, estar sobre las tablas es el verdadero romance de un actor. “Aquí hay una analogía con el baloncesto que podemos aplicar a la actuación –argumenta–. Todo el mundo piensa que puede hacerlo, pero hay un número limitado de LeBrons. No es una crítica a quienes nunca tuvieron la oportunidad de subirse al escenario, porque quizá ese no era su camino, pero puedo hablarte de mis propios hijos...Les dije que deben subirse al escenario porque ahí es donde se aprende a actuar. No se aprende a actuar en las series ni en las películas, se aprende sobre un escenario. En la televisión y el cine, eso sí, se aprende a ser director, a tener el control”.
Es que Washington tiene claro que está jugando los descuentos. En una reciente entrevista para el Today Show de Australia, Washington comentó que uno de sus próximos roles será en el Universo Cinemático de Marvel. “Ryan Coogler está escribiendo un papel para mí en el próximo Black Panther,” confirmó. Sin embargo, también dio a entender que su retiro está cerca.
“Para mí se trata de los cineastas. Especialmente en este momento de mi carrera, solo me interesa trabajar con los mejores. No sé cuántas películas más voy a hacer. Probablemente no tantas. Quiero hacer cosas que no he hecho”, expresó.
Al referirse a los últimos proyectos que tiene planeados, Washington aseguró enfático: “después de eso, me retiraré”. De ahí, solo quedarán las películas para recordarlo.
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