Todos sus amigos le dijeron que era una muy mala idea, y que arruinaría su vida. Sin embargo, la idea de escribir una biografía le rondaba a la escritora Catherine Lacey. “En ese momento ya estaba ocupada arruinando mi vida de otras maneras, por lo que me pareció prudente no agregar una forma adicional de arruinarla -comenta Lacey a Culto-. Pero la idea de una biografía que realmente podría ser la ruina de alguien me intrigó y me pareció un lugar razonable para comenzar una novela”.

La idea de una biografía comenzó a mutar, y terminó siendo un ejercicio literario llamado Biografía de X (Alfaguara). Una mujer, C.M. Lucca, ha enviudado y se lanza a escribir una biografía de quien fue su esposa, la artista iconoclasta y escritora conocida como X. En vida, la mujer mantuvo un férreo control sobre la historia de su vida, y de ella nunca se supo mucho, ni siquiera dónde había nacido. A medida que avanza, C.M. se va dando cuenta de que X en rigor cultivó personalidades múltiples, y se va enterando de una serie de secretos. Además, C.M. se sumerge en la historia del Territorio del Sur, de donde aparentemente habría sido oriunda X. Una teocracia fascista que se separó de los Estados Unidos post Segunda Guerra Mundial. En esa coyuntura apócrifa, realidad paralela, o ucronía vivió X.

Publicada en 2023 en inglés, Biografía de X viene precedida de buenos comentarios, pues es una novela arriesgada, pero que se deja leer. El New York Times la incluyó dentro de sus novelas del año en 2023. “Esta es una novela importante y notablemente audaz”, señaló. El New Yorker señaló que era “una provocativa novela disfrazada” y agregó que se trataba de “un relato ficticio de un artista conceptual que cambia de forma, es un experimento de ambigüedad autoral”. Vanity Fair también la destacó: “La historia está lograda; la narradora es convincente, al igual que su protagonista. Todo el carácter literario del libro está en buen orden, tal vez excelente”. The Guardian entrevistó a Lacey e hizo elogiosos comentarios de la novela.

Catherine Lacey (c) Willy Somma

En castellano está disponible desde este 2024, y los elogios han continuado. Infobae señaló que es “una novela imprescindible, arrebatadora, inesperada, totémica”. El suplemento Babelia la incluyó entre los 50 mejores libros de este año. “Capa a capa, Lacey construye un fascinante juego de espejos tan bien armado que la intriga sobre qué ocurrió y qué está inventando acompaña al lector hasta la última página”. Lo mismo hizo Culto hace unas semanas. “Es una obra de mucha imaginación, muy bien realizada”.

Además, Catherine Lacey (39), oriunda de Tupelo, Misisipi, ha sido destacada, por ejemplo, por la prestigiosa revista Granta, que en 2017 la incluyó dentro de su listado de los Mejores novelistas jóvenes de Estados Unidos. Pero es hora de oírla a ella.

“Tomé muchos caminos equivocados para escribir la novela. Destruí horas y horas y meses y meses de tiempo. Pero también tendí a disfrutar, incluso en los pasos equivocados. Completé un primer borrador después de unos 4 años de trabajar en él y al principio pensé que era genial, luego me di cuenta de que era terrible y durante unas semanas no pude trabajar. Luego me sacudí el polvo y pasé otro año convirtiendo el terrible borrador en uno mejor”.

-X tiene multitud de nombres, es un ejercicio como el de las redes sociales hoy en día, donde una persona puede crear personajes en diferentes cuentas. ¿Cuánta influencia tuvieron las redes sociales y la posibilidad de ser muchas personas en esta novela?

-Oh, esa es una idea interesante. Como nací en 1985 y he visto tantos modos de auto-creación digital (desde sitios web personales de mediados de los 90, hasta livejournal, pasando por myspace, facebook, instagram, etc.) estoy segura de que esto fue parte de lo que desarrolló este personaje en mí. Pero no fue una parte consciente del desarrollo del personaje. Creo que el impulso hacia el disfraz y la creación de una multiplicidad de ‘yo’ dentro de un solo cuerpo es un deseo humano muy antiguo.

Catherine Lacey

- ¿Hubo algún personaje que te inspiró a crear X? He leído que Tilda Swinton te influyó mucho.

-Mientras escribía, pensé en ella como una mezcla de personas: David Bowie, Susan Sontag, Kathy Acker, Adrian Piper, Geo Wyeth y muchos otros, pero nunca tuve una idea de cómo era. Solo cuando el libro estuvo totalmente terminado y fuera de mis manos, pude ver a Tilda Swinton con las habilidades para llevar a un personaje así a otra forma.

- Esta es una novela experimental, con la idea de avanzar en otro tipo de novela. ¿Qué tipo de novela te interesa?

- Me atraen los libros que valoran la naturaleza táctil de los libros. Pienso mucho en la fisicidad de los libros que escribo; pienso en el diseño, la tipografía, el papel, la experiencia de abrirlo y pasar las páginas. Me gustan los libros electrónicos si eso es lo que le funciona a alguien y me gustan los audiolibros, pero cuando escribo un libro, lo hago, en primer lugar y sobre todo, para la persona que tendrá el papel en sus manos. Odio los libros que me tratan como si fuera una persona que preferiría estar viendo la televisión. Demasiada literatura contemporánea intenta atraer a personas que preferirían estar haciéndose el tonto con sus teléfonos.

- ¿Cómo crees que se relaciona Biografía de X con la tradición literaria estadounidense?

- ¡Realmente no lo sé! Sé y acepto que soy parte de esa tradición, pero realmente no sé qué hacer con mi lugar en ella. Estoy demasiado inmersa en ella como para saber dónde estoy. Leo muchos libros traducidos y estoy empezando a leer en español y eso me resulta mucho más emocionante que estar al día con lo que sucede en Estados Unidos.

- C.M. está muy preocupada por la idea de narrar la vida de X, de contar una historia que él considera real y no la de otros. ¿Crees que cada uno es dueño de su propia historia?

- Creo que nadie es dueño de su historia. Hay una cita que se atribuye ampliamente a Deleuze, pero aún no he encontrado la fuente original. “La vida no es personal”, supuestamente dijo o escribió, y estoy de acuerdo.

- ¿Por qué elegiste contar la historia desde el punto de vista de C.M.?

- Nunca consideré ninguna otra perspectiva. Para mí, lo primero que me interesó fue el acto de escribir una biografía, de escribir de una manera que creara una intimidad profunda con un sujeto ausente. Esa fue siempre la base de mi proyecto.

- Exploras una historia alternativa, con los Estados Unidos divididos después de la Segunda Guerra Mundial y la creación del conservador Territorio del Sur. ¿De dónde surgió la inquietud de tomar esa idea?

- En parte fue por necesidad. Existe la idea de que se te permite hacer lo que quieras en términos de ficcionalizar el mundo, pero que dentro de ese mundo ficcional los autobuses deben seguir funcionando a tiempo, es decir, tienes que cumplir con las leyes del mundo que creas. Quería que este personaje de X viviera en el siglo XX, que interactuara con otros artistas de esa época, y sabía que era una mujer, queer y extremadamente poderosa. Una mujer como X, si hubiera vivido en el siglo XX, no habría tenido el éxito que tuvo X, así que tuve que imaginar una América diferente para que ella pudiera existir en esa época y en ese lugar.

- ¿Cuál es tu relación con la Historia?

- Me pasa, como a todo el mundo, que mi comprensión de la misma es muy imperfecta.

- Para que podamos conocerte un poco mejor en Chile. ¿Cuáles son tus principales referencias literarias?

- Me encantan todas las novelas de Fleur Jaeggy pero especialmente Los hermosos años del castigo. El rostro del otro, de Kobo Abe; Las hermanas Makioka, de Tanizaki; Los días del abandono, de Elena Ferrante. Creo que Mujeres habando, de Miriam Toews es el mejor libro que ha visto este siglo. Más recientemente me ha encantado Furia de la escritora mexicana Clyo Mendoza y Napalm en el corazón del escritor catalán Pol Guash.

- En otro tema, ¿qué piensas de la Inteligencia Artificial?

- Para la creación de imágenes no hace más que robar el trabajo de otros artistas, así que estoy totalmente en contra. Para la creación de voces es terrible y desconcertante. Y cuando se trata de si acaso la IA podría generar sus propias obras literarias, creo que esto es irrelevante porque leo el texto como una comunicación entre un saco de carne roto, moribundo, complicado y otro. Ningún modelo de lenguaje a gran escala puede llenar esa carencia.

- ¿Qué piensas de Donald Trump y el hecho de que volverá al poder?

- Creo que si no fuera él, sería alguien como él. También creo que los políticos deberían ser entidades sin rostro, sin nombre, sin celebridades que solo se vean o se escuchen en las obras que hacen.

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