Desde su debut a los 16 años hasta su última película estrenada, Nicole Kidman ha demostrado que su talento continúa expandiéndose. En una industria cinematográfica donde las mujeres quedan relegadas a interpretar roles distintos luego de los 50, Kidman ha seguido explorando personajes complejos como lo hace en su última película, Babygirl. Su carrera ha estado marcada por varios hitos, como cuando fue galardonada con un Oscar por su actuación en Las Horas. Pero también ha tenido otros momentos emblemáticos, como cuando interpretó a Alice Harford en la película Ojos bien cerrados, que recuerda mucho al personaje de su nueva película Babygirl por su similitud entre ambas debido a sus elementos de erotismo y sensualidad.
En 2002, Kidman ganó el Óscar a la Mejor Actriz por su interpretación de Virginia Woolf en Las Horas, en donde finalmente se consolidó como una de las grandes actrices de su generación.
Nicole Kidman desde los 3 años soñaba con ser actriz y lo logró a los 16, cuando comenzó a incursionar en producciones de televisión y cine en Australia. Su primera película fue Bush Christmas, que se estrenó en 1983. Durante los años posteriores, Kidman, se mantuvo grabando películas y series, hasta que llegó a conseguir un papel en Dead Calm, la película que la condujo hasta su puerta de entrada a Hollywood, Días de Trueno del director Tony Scott.
En Ojos bien cerrados, la película póstuma de Stanley Kubrick, la actriz encarna a Alice Hartford, un papel que marcó un punto de inflexión en su carrera. La película recorre la crisis matrimonial de ella y su esposo, provocada por la confesión a su marido, en donde revela que ha fantaseado con otro hombre, lo que desencadena sentimientos de despecho, celos y resentimiento en William. Motivado por la idea de experimentar, el personaje interpretado por -su en ese entonces esposo- Tom Cruise, entra a un mundo completamente desconocido para él hasta entonces, lleno de erotismo, deseo y prácticas sexuales ocultas.
La actuación de Nicole Kidman en la película de Kubrick, la posicionó como una mujer con un gran bagaje actoral. “Ojos bien cerrados, la muestra como una actriz completamente solvente y capaz de enfrentar nuevos riesgos en el cine, lejos ya de esta especie de tutela que tenía en el matrimonio con Tom Cruise”, dice el crítico René Naranjo.
Porque antes de la película de Kubrick, Nicole Kidman ya había actuado en Días de Trueno con su ex marido Tom Cruise, ”pero todavía no era reconocida como la gran actriz que es hoy, digamos que su carrera estaba en formación”, agrega Naranjo.
“Ojos bien cerrados la muestra como una actriz ya más madura y además trabajar con Kubrick es algo que no todo el mundo hacía en ese momento”, comentó Sol Márquez Thomas.
Veinticinco años después, Kidman vuelve a explorar el erotismo y el deseo en Babygirl. Según Halina Reijn, directora de la película, a pesar de que ambos personajes están envueltos por la sensualidad, no son ejecutados desde el mismo punto de vista. Romy -protagonista en la película- en el imaginario de la directora, es la encarnación de lo que pudo llegar a pasar en Ojos bien cerrados, de hecho según Reijn, la vida del personaje es la respuesta a la pregunta ¿cómo sería si Alice hubiera vivido esa fantasía?
La película de Kubrick se centra en el personaje masculino interpretado por Tom Cruise, pero en Babygirl, su directora propone dejar llevar los deseos de la mujer y convertir en protagonista a Romy. “Ni siquiera sabemos por lo que (Alice) está pasando. Estamos totalmente en su mente, corazón y alma. Quiero saber: ‘¿Qué hubiera pasado si ella hubiera ido y hubiera vivido su fantasía? dijo la directora en una entrevista.
Lo que en Ojos bien cerrados queda en el camino, en Babygirl se concreta. Romy, a diferencia de Alice, logra consumar sus ganas de vivir su sexualidad, con ayuda de su pasante que se embarca en una aventura con la protagonista. “Es una película sumamente interesante porque toma distintas cosas que son contracorrientes y que no están de moda en este tipo de grandes producciones, como por ejemplo, que una mujer ya pasada los 50, pueda expresar temas como su deseo sexual”, indicó Ernesto Garratt, novelista y crítico de cine a Culto.
Pero para Nicole Kidman, interpretar este papel a sus 57 años, se convierte en un desafío y también en una declaración de que las mujeres pueden tener roles protagónicos o personajes que no solo representen a esposas o madres. “Si analizamos las carreras de personas incluso de mayor edad que Nicole Kidman, tenemos a George Clooney y a Brad Pitt, que en sus 40s eran absolutamente protagonistas de todos los relatos, no eran única y exclusivamente padres o abuelos en las películas, que es algo que sí le pasaba a los roles de mujeres”, dijo Sol Márquez Thomas, periodista de cultura y panelista de Radio 13c.
Y a Kidman se le unen otras actrices, como Demi Moore, quien este año protagonizó La Sustancia “Son muchísimas las que han quedado en el camino, justamente, que no han podido hacer otros roles más que de mamá después de ser la estrella. Y por camino muy distinto, ahora se abren nuevas oportunidades para superar ese edadismo con Demi Moore, a través de esta historia de terror y de transformación física, que habla también del edadismo, y de Nicole Kidman que rejuvenece a través de la pasión sexual en esta relación que plantea Babygirl”, dijo René Naranjo.