“¡Buenas noches Olmué!”, saludó un sonriente Rodrigo Muñoz al público. La veraniega noche del jueves 22 de enero del 2015, el actor era el encargado del humor de la primera jornada del Festival del Huaso de Olmué de ese año. El actor se veía resuelto y sacó adelante su rutina sin complicaciones, arrancando buenas carcajadas del respetable. Sin embargo, su corazón estaba algo apretado por la salud de un amigo. Sabía que a Pedro Lemebel le quedaba poco tiempo.

Pese a que su estado de salud era crítico, debido al avanzado cáncer de laringe, Lemebel no daba señales de querer tirar la toalla. En su estadía en la clínica de la Fundación Arturo López Pérez, sus amigos iban a visitarlo no solo para estar con él, sino para tratar temas relacionados con la actividad creativa. “Él me hizo hacerle todo el monólogo en su pieza de la clínica, como dos o tres semanas antes”, recuerda Muñoz a Culto.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa PEDRO MARDONES LEMEBEL - PEDRO LEMEBEL -ESCRITOR - ARTISTA PLASTICO - CUERPO ENTERO - CAMINANDO - QUINTA REGION - PUBLICADA - La Tercera - 20131104 - Tema: Pedro Lemebel luego del Cncer. Lemebel camina por una calle de Valparaiso. Fotos: Pablo Sanhueza

Muñoz junto a la actriz Claudia Pérez visitaban asiduamente a Lemebel en la clínica, no solo por la amistad que los unía, sino porque se encontraban preparando la obra de teatro La ciudad sin ti, donde se dramatizaban algunas de sus crónicas. Pese a su estado, Lemebel seguía muy involucrado en el proyecto, incluso la idea era que alcanzara a ver el estreno. “En la clínica ya estaba muy mal, pero entraba la Claudia y le hacía sus monólogos, luego entraba yo y le mostraba más o menos cómo iba a ser algunas de las escenas. Incluso, él nos dibujó vestuarios, maquillaje, cosas que quería que hubiesen en la obra”, recuerda Muñoz.

“Yo iba a verlo harto a la clínica -recuerda Claudia Pérez-. Le decía ‘mira Pedro queremos hacer esta crónica’, él me decía léemela, y me empezaba a dirigir, y me decía, ‘acá más expresiva, aquí más íntima, acá te ponís una peluca y te maquillas’, todo esto no lo hacía hablando porque no tenía voz, todo lo escribía y lo dibujaba, fue un proceso súper hermoso porque era como una explosión pirotécnica creativa, pero súper triste a la vez”.

Es que el cáncer no le quitó el sentido del humor ni sus ganas de vivir. Poco tiempo antes de fallecer, para su cumpleaños 62, el 21 de noviembre de 2014, Lemebel hizo una fiesta. Pérez y Muñoz acudieron a verlo y recuerdan que hizo gala de su sentido del humor. “Me acuerdo que nos puso a la Claudia y a mí cada uno al lado de él -recuerda Muñoz-. Yo de un lado y la Claudia del otro, y recibíamos a toda la gente que iba llegando a su cumpleaños. Entonces los tres íbamos saludando a la gente y ahí se mandaba unos comentarios graciosísimos, él siempre tenía esa lengua filosa, entonces por ejemplo saludaba a la ministra de Cultura del momento, ‘hola ministra’ y cuando pasaba, por detrás le decía ‘lo ha hecho pésimo’, o recibía un cantante y le decía ‘este cantante me encanta’, y por atrás ‘no se le entiende nada lo que canta’, y así iba comentando de cada invitado que traía y nos reíamos, eran ataques de risa”.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa PEDRO SEGUNDO MARDONES LEMEBEL - PEDRO LEMEBEL - ESCRITOR - ARTISTA PLASTICO - CHILENO - PLANO GENERAL - SENTADO - POSANDO - RIVERA - RIO MAPOCHO - PERSONAJE - ESPECTACULOS / LA TERCERA - PORTADA - CREDITO PABLO SANHUEZA - REGION METROPOLITANA - CHILE / PUBLICADA - - - Pedro Segundo Mardones Lemebel, - Tema: Pedro Lemebel Lemebel a un costado del rio mapocho. Fotos: Pablo Sanhueza

Para ese cumpleaños, su amigo, el escritor Juan Pablo Sutherland le hizo un particular obsequio. “Le llevé de regalo una bolsa mexicana con una calaca”, cuenta a Culto, sin embargo, el cronista no la aceptó. “Juampi muy bella, pero no quiero ninguna imagen de una calaca cerca de mí”, le dijo. Sutherland no se complicó, entendía perfecto lo que estaba ocurriendo. Es que Lemebel no terminaba por aceptar la idea de que la muerte había posado su larga sombra encima de él.

Recuerdo que cuando Pedro fue ya diagnosticado con el cáncer dos años antes, cambió su estilo de vida y hubo señales respecto a cuestiones que se presentaban como formas de enfrentarla -añade Sutherland-. Ya no usaba nada que fuera simbólicamente un ‘posible gesto’ con la muerte, de alguna manera conciencia de alejarse de cierta energía. Sus históricos pañuelos con calacas en la cabeza no los usaba”.

El librero Sergio Parra, uno de los amigos más cercanos a Lemebel, también comenta algo similar. “Nunca quiso hablar nada del tema, no era un tema que buscara o se lo impusieran. Pero eso lo habíamos hablado muchos años atrás, cuando los dos bebíamos mucho alcohol dijimos que nunca hablaríamos de la muerte porque sabíamos que la cosa estaba ahí. Ni siquiera hasta el final hablamos del tema”.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa 17 DE JULIO DE 2014 PEDRO LEMEBEL FOTO: RODRIGO GALVEZ R. LA TERCERA

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Pedro Lemebel sabía que en el marco del Festival Santiago a Mil, se le iba realizar un homenaje, la “Noche macuca”, un compromiso que el escritor había tomado con anterioridad con los organizadores del evento programado para el miércoles 7 de enero del 2015. “Frente a ese momento, Pedro ya no estaba en condiciones de realizarlo -recuerda Sutherland-, pero en algún momento surge la idea de aprovechar ese espacio disponible para homenajearlo. Esa idea le encantó y comenzó a trabajar con la Conti (Constanza Farias) amiga y productora-sonidista quién acompaño a Pedro en las presentaciones por muchos años. Sabíamos además que sería un homenaje en vida y en nuestro fuero interno no deseábamos que fuera el ultimo”.

Sin la autorización médica, Lemebel no podía asistir, así lo recuerda Claudia Pérez. “Pedro habló con el médico y le dijo ‘quiero ir a esta celebración que me van a hacer’ y el médico le respondió ‘oye si no estás en un hotel, estás en un hospital, yo te tengo que dar de alta para poder salir. Si tú te vas, esta cama se ocupa’, y no lo autorizó. Ahí nosotros pensamos que filo lo hacemos sin Pedro”.

Parra no estaba de acuerdo con que el cronista fuera al homenaje. “Le dije que iba a ser peor, que iba a ser un gasto de energía. Además, con el humor que teníamos, le dije ‘Pedro, ¿para qué vas a ir? vas a ver a toda esa gente que va a quedar viva. Te va a dar rabia la cantidad de huevones que van a quedar vivos, y tú te vas a morir, no tiene ninguna importancia’”.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa PEDRO MARDONES LEMEBEL - ESCRITOR - CRONISTA - ARTISTA PLASTICO - CHILENO - PLANO AMERICANO - SILLA DE RUEDAS - SALUDANDO - BRAZOS EN ALTO / LA TERCERA - PAGINA 106 - SOCIEDAD - SIN CREDITO - CHILE / PUBLICADA - - -

Pero Lemebel no se iba a dar por vencido tan fácil. “Pedro se puso de acuerdo con una enfermera, no sé qué le dijo, pero en el hospital todos lo querían mucho -dice Pérez-. La enfermera le dijo ‘yo le doy dos horas y usted tiene que ir y volver’, entonces llamó a los amigos le llevaron ropa, maquillaje y partió”. Sutherland cita quiénes se encargaron del operativo: “En ese pequeño grupo de amigos íntimos que sacaron a Pedro de la clínica con gran sigilo, se encontraban José Luis Salomón (Pepe) junto a Héctor Núñez (África Sound) y Joanna Reposi”.

Había un taco en el GAM entonces sacaron la silla de ruedas y lo bajaron por el estacionamiento, casi se cae -cuenta Pérez-. En el teatro donde se hizo esta presentación hay una rampa que sube al escenario, entonces Pedro como que emergió. Ahí el público se puso a gritar y yo creo que estuvo diez minutos ovacionándolo. Fue hermoso, él tuvo esta celebración en vida, sintió el amor y el cariño de su gente que lo amaba, de sus amigos, de sus fans. Fue muy emocionante”.

Sergio Parra no asistió al evento. “Estaba muy enojado porque sabía que eso lo iba a dejar muy mal. Y así fue. Al otro día fui a verlo y estaba muy deprimido. Lo pasaron bien los amigos y todo eso, y no sé si lo habrá disfrutado”.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa 23.01.2015 - PEDRO LEMEBEL - PEDRO MARDONES LEMEBEL - ESCRITOR - ARTISTA PLASTICO - ENFERMO - HOMENAJE - FESTIVAL - SANTIAGO A MIL - SANTIAGO - PUBLICADA - 23 de Enero de 2015/SANTIAGO Imagen de Pedro Lemebel del 07 de enero de 2015, en una de las ultimas actividades publicas donde participo en el homenaje realizado por Santiago a Mil con su obra Noche Macuca. El destacado escritor chileno falleci cerca de las 2:00 horas de la madrugada de este viernes en la Fundacin Arturo Lopez de Bello donde se encontraba internado producto de un cncer FOTO:MARIEL FORNEROD/AGENCIAUNO Pedro Lemebel Pedro Lemebel - Santiago - Regin Metropolitana - Chile - Maribel Fornerod - Maribel Fornerod

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Poco después, el 21 de enero, Lemebel recibió una visita inesperada: la entonces Presidenta Michelle Bachelet. Días antes, la Mandataria le había mandado una carta al escritor, pero luego decidió ir a saludarlo personalmente. “Me llamó al mediodía y me comentó que iba Bachelet a verlo y que fuera para allá -dice Parra-. Yo le dije que no podía porque estaba solo en la librería, no podía arrancarme. Me preguntó ‘¿y qué le digo?’, yo le contesté: ‘no le contestes nada, dile que estás enfermo’. Se rio y me dijo que eso iba a hacer. Estaba muy contento, fue una visita que él consideró muy importante. Cuando llegué a la tarde a verlo estaba muy feliz, se sintió considerado”.

Sutherland complementa: “Ninguno de sus amigos estuvimos en aquella escena presidencial...por los comentarios de las auxiliares y las enfermeras presentes, la visita no fue extensa, duró minutos”, escribe Sutherand en su libro Lemebel sin Lemebel (Alquimia, 2024). No fue la única visita que tuvo del mundo político, pues también llegó el entonces presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, junto a la diputada Karol Cariola. “Me pidió que lo acompañara -dice Parra-. Me pidió que lo levantara, lo pusiera presentable, y esperó a Teillier con silla de ruedas fuera de la pieza, no quería que lo viera acostado. Ahí estuvo conversando con Teillier, súper respetuoso, tiraban tallas, se acordaron de la Gladys Marín”.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa PEDRO LEMEBEL - ESCRITOR - LITERATURA

Pedro Lemebel falleció a las 01.00 horas del viernes 23 de enero del 2015. “Yo estuve con él hasta las 22.30 del día anterior -recuerda Parra-. A las 1.30 me llamó Carmen Soria, me dice que murió Pedro y que me pasa a buscar. Con ella fuimos al hospital. Había llegado la familia, ya habían llevado a Pedro a la morgue. Bajamos a la morgue, vi su cuerpo, estaba con una bata. Después nos fuimos con la Daniela (Mardones, su sobrina) al departamento de Pedro a buscar la ropa para vestirlo. Ya sabíamos lo que iba a llevar. Le pusimos el traje con el que hacía sus lecturas, su chaqueta y pantalones. Lo vestimos la Daniela y yo”.

Mientras lo vestía, Sergio Parra comenzó a cantarle una canción que a Lemebel le gustaba mucho: Walk on the wild side, de Lou Reed. “Tuvo una fijación con esa canción, le causaba alegría -apunta-. Después que lo vestimos, le di un beso en los labios, la Daniela también. Nos despedimos de él y nos fuimos. Lo depositaron en la urna y lo llevaron a la Iglesia”. En rigor, no era el primer lugar al que se pensó para velar el cuerpo. “Carmen Soria hizo gestiones con el Museo de la Memoria, con el Museo de Bellas Artes y con el MAC, que no resultaron, terminó en la Iglesia de la Recoleta Franciscana. A él le gustaba esa parroquia, y fue lo mejor también”, cuenta Parra.

Tanto el velorio como el funeral fueron multitudinarios. La crónica de La Tercera de ese día señala que llegaron cerca de 600 personas a despedirlo a la Recoleta Franciscana, y que destacaba la presencia de personalidades del mundo de la cultura como la ministra del ramo, Claudia Barattini, la escritora Pía Barros, los actores Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz, entre muchos otros. Estuvo Illapu entonando la canción El necio, de Silvio Rodríguez, una de las favoritas del escritor.

Archivo Histórico – Cedoc Copesa La Tercera Domingo 25 de enero de 2015

Cerca de las 13.30 horas, el féretro -acompañado de una multitud- fue trasladado al Cementerio Metropolitano, donde se encontraba enterrada su madre. Rodrigo Muñoz recuerda ese momento por una razón particular. “Se me acercó un enfermero y me dijo que unos días antes de su muerte, Pedro le había pedido que le prendieran la tele para ver el Festival de Olmué. Fue muy emocionante saber que él estaba pendiente de su amigo, aunque estaba a punto de morirse”.

Juan Pablo Sutherland también recuerda esos momentos. “Al pasar los años, lo único que puedo decir, es la algarabía popular por despedir a unos de los suyos y la capacidad que tenia Lemebel para conectarse transversalmente con la cultura popular chilena. Tanto el velorio como los funerales fueron la expresión de su nomadismo cultural, marica, político, social, contracultural, under, en todos los momentos de su trayectoria”.

Sergio Parra, ubicado al margen de cualquier cosa que implique el legado de Pedro Lemebel, hace una reflexión final: “Para nadie fue fácil la muerte de Pedro, porque estaba en la oreja de las personas con su voz. Fue muy difícil para mí. Ahora estoy distanciado de todo ese mundo ‘lemebeliano’. Lo que me hace muy bien, porque recuperé a mi amigo”.

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