Cómo Mel Gibson se convirtió en William Wallace para Corazón Valiente (pese a que no quería)
El actor no deseaba actuar en su ambiciosa película sobre el héroe escocés William Wallace, estrenada hace 30 años en 1995. Incluso tenía en vista al actor que deseaba tener para el protagónico. Pero las dificultades para encontrar financiamiento, lo obligaron a reconsiderar su negativa y ponerse en la piel del legendario guerrero.
Obsesivo y atento a todos los detalles, Mel Gibson tenía muy claro al actor que deseaba para interpretar a William Wallace, el héroe escocés de su primera guerra de independencia. Su proyecto, llamado Corazón valiente, partía con Jason Patric en el protagónico.
Pero el nombre de Gibson era atractivo para las productoras. Hacia la medianía de los noventa solo había tenido una experiencia previa como director (El hombre sin rostro, 1993), y aún era considerado un héroe de acción por su participación en películas como Mad Max y Arma Mortal. Así, cuando comenzó a golpear puertas en Hollywood, la pregunta que recibía era siempre la misma: ¿por qué no la protagonizas tú?
Gibson, sin embargo, no quería saber nada. Atento a los detalles, había notado que gran parte de los hechos de la vida de Wallace que iba a narrar en la película, ocurrieron cuando el héroe estaba en sus veinte años, y él ya había pasado los 30. Ni hablar. No era realista. Por eso, su idea original era solo dirigir y quedarse detrás de cámaras.
Pero a la hora de vender el proyecto, las productoras no enganchaban con la historia. Les costó comprender cómo podía ser interesante la historia de un guerrero medieval desconocido para el gran público. Más por el hecho que asociaban a Gibson como un hombre de acción. ¿Una historia romántica?¿el lado personal de un guerrero?, pamplinas.
Gibson fue a la oficina de Warner Bros para solicitar financiamiento para su película. Pero le dijeron que sólo lo harían si aceptaba protagonizar otra película de Arma Mortal, lo que no estaba en sus planes en absoluto. Finalmente, Paramount le puso una condición en la mesa; tomaban la película, pero si no la protagonizaba, no la dirigía. Resignado, el australiano debió prepararse para hacer el protagónico, además de dirigir y producir.
Corazón Valiente, estrenada en 1995, fue una superproducción en todo el espesor de la palabra. Gibson perdió peso, casi fue aplastado por un caballo, e incluso tuvo la ayuda de Sean Connery para pulir la pronunciación al estilo escocés. “Había 3500 personas en el set, nueve cámaras y yo en una motocicleta de cuatro ruedas disfrazada, con la cara azul (maquillada), dando vueltas, comprobando las posiciones de las cámaras porque solo tenía como dos monitores. Fue divertido”, contó Gibson en una entrevista en Usa Today.
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