Columna de Daniela Lagos: Prime Target, la amenaza fantasma

PRIME TARGET

Prime Target es una serie acelerada, con giros que se ven venir de lejos y otros que no se pueden creer por lo tonta que hacen ver a personas supuestamente tan brillantes. Son ocho capítulos llenos de ridículo y que también cae en querer más a la intriga que a sus personajes, haciendo difícil conocerlos y enganchar con ellos.



Cuando Apple TV+ anunció, en febrero de 2024, la serie Prime Target, el comunicado de prensa adelantaba una trama de misterio, espías y probablemente horas en la biblioteca, con un genio de las matemáticas al centro de la historia, a punto de conseguir un gran avance en su investigación. “Si logra encontrar un patrón en los números primos, tendrá la llave de acceso para cualquier computador en el mundo”, decía el texto promocional. El enigma estaba en camino.

A casi un año de este anuncio la serie acaba de estrenar sus primeros dos capítulos y sí. Hay matemáticas, agentes gubernamentales, asesinos a sueldo y persecuciones por varios continentes. Lo que no venía anunciado era que por cada gota de intriga vendría una de absurdo, inverosimilitud y también varios clichés.

La historia parte en Irak, con una explosión supuestamente accidental que revela un edificio antiguo, hermoso y quizás valiosísimo para la historia y las ciencias escondido bajo el pavimento. Desde ahí el salto es a Cambridge, donde el brillante Edward Brooks (Leo Woodall, Siempre el mismo día, The White Lotus) está obsesionado con buscar patrones en los números primos. Cuando le habla de su investigación a su profesor, este inmediatamente se apanica y le pide que deje esta búsqueda.

Mientras, en Francia está Taylah Sanders (Quintessa Swindell), una chica que trabaja para la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. Su día a día consiste en vigilar a un grupo de matemáticos, con cámaras ocultas en sus casas y oficinas, sacar capturas de pantalla de cualquier dibujo matemático que hagan y reportarlo. Cuando hace esto con un problema escrito por Brooks, se activan las alarmas y empiezan las persecuciones y los balazos. Claramente hay grandes intereses en que esta amenaza teórica de los números primos no llegue a hacerse realidad.

Más allá del absurdo de su premisa con millones de dólares destinados a vigilar día y noche lo que hacen profesores de matemáticas como si tuvieran el dedo puesto en el gran botón rojo, Prime Target es una serie acelerada, con giros que se ven venir de lejos y otros que no se pueden creer por lo tonta que hacen ver a personas supuestamente tan brillantes. Son ocho capítulos llenos de ridículo y que también cae en querer más a la intriga que a sus personajes, haciendo difícil conocerlos y enganchar con ellos.

Sin duda una serie que puede servir para matar el tiempo en las tardes de verano, pero entre un mar de buenas intrigas y mejores escenas de acción, esta puede ser una para saltarse.

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