Quentin Tarantino no ha pasado desapercibido en el último tiempo, especialmente tras el anuncio de que su proyecto titulado The Movie Critic sería su última película.
Este filme, que iba a incluir a figuras como Brad Pitt, generó una ola de expectativas. Sin embargo, la cancelación de la película, sumado al cambio de carril del realizador hacia el teatro, reconfigura su trayectoria y plantea interrogantes sobre su futuro en la industria.
Tarantino había confirmado que su película estaría ambientada en Los Ángeles de finales de los 70 y abordaría una historia muy diferente.
“Se basa en un tipo que realmente vivió, pero nunca fue realmente famoso, y solía escribir críticas de películas para revistas porno”, explicaba a Deadline el cineasta que, cuando era joven, leyó estas reseñas al trabajar como reponedor de una máquina expendedora de este tipo de publicaciones.
“Todas las demás cosas eran demasiado obscenas para leer, pero luego estaba esta revista que tenía una página de películas realmente interesantes. Escribió sobre películas convencionales y fue un crítico de segunda fila. Creo que era un muy buen crítico.”
Quentin Tarantino iba a ser el guionista y director de The Movie Critic, la que iba a ser su décima película tras nueve joyas absolutas: Perros de reserva (1992), Pulp Fiction (1994), Jackie Brown (1997), Kill Bill (2003/2004), A prueba de muerte (2007), Bastardos sin gloria (2009), Django sin Cadenas (2012), Los 8 Más Odiados (2015) y Había una vez en Hollywood (2019).
La pausa creativa de Tarantino
En una reciente entrevista con Elvis Mitchell, el director contó por qué se ha tomado su tiempo desde su última producción.
“No tengo prisa por ponerme a producir”, dijo Tarantino. “Llevo 30 años haciendo eso. El mes que viene mi hijo cumple 5 años y tengo una hija de dos años y medio. Cuando estoy en Estados Unidos, escribo ¿Y cuando estoy en Israel? Soy un abba, que significa padre”.
Tarantino continuó el relato mencionando la relación con sus hijos: “La idea de embarcarse en un viaje cuando son demasiado pequeños para entenderlo no me resulta atractiva. No quiero hacer ninguna película hasta que mi hijo tenga al menos 6 años. De esa manera, sabrá lo que está pasando, estará allí y será un recuerdo para el resto de su vida”.
También adelantó lo que está escribiendo actualmente. “Si se preguntan qué estoy haciendo ahora, estoy escribiendo una obra de teatro y probablemente sea lo próximo que haga”, dijo. “Si es un fracaso, probablemente no la convierta en película. Pero si es un gran éxito, podría ser mi última película” cerró.
Un anuncio inesperado por parte del cineasta, que ahora dejará una huella en el teatro. Destacándose una vez más y reafirmando su nombre en la industria, al igual que en sus inicios, donde desafiaba las narrativas convencionales y gracias a ello se convirtió en uno de los directores más importantes de la historia.