Columna de Daniela Lagos: Vinagre de Manzana, el negocio de las mentiras

En los últimos años, las plataformas de series han encontrado un nuevo submundo de historias para explotar una y otra vez: el de los estafadores y cómo logran aprovecharse de la realidad actual, con aplicaciones y redes sociales, para volverse populares o directamente millonarios.

Además de varios documentales, series como Inventing Anna (Netflix), WeCrashed (Apple TV+) y The dropout (Disney+) han ficcionalizado casos reales de personas inteligentes, encantadoras y mentirosas, que durante mucho tiempo lograron salirse con la suya. Esa es también la historia de Belle Gibson, una mujer australiana que en la escala de maldad probablemente está arriba de varios de sus colegas estafadores. Gibson inventó que sufría de un cáncer cerebral que en su inicio había sido diagnosticado como terminal, pero que lograba mantenerlo a raya sólo con alimentación saludable. Así, creó una plataforma de recetas y consejos que la volvió inmensamente popular y también rica.

Kaitlyn Dever (Inconcebible, Booksmart) saca aplausos en el rol de Gibson en esta producción (Vingare de manzana, Netflix), y se pone al centro de la acción para contar una historia que consigue diferenciarse de otras similares. Esto lo logra al mostrar un panorama completo sobre quién es esta chica que parece no poder parar de mentir.

Y ojo, esto no hace que sea un relato de redención, pero sí hay un contexto, un narcisismo que parece haber sido pasado de madre a hija, además de una enorme inseguridad e incapacidad de crear conexiones genuinas o simplemente caer bien.

Otro punto diferenciador de esta serie es el delicadísimo mundo en que se introduce, de la realidad de quienes están batallando contra el cáncer, algo que se cuenta a través de las historias de otras dos protagonistas. Una chica que opta por tratamientos alternativos y que es primero el modelo a seguir y luego la competencia de Gibson, y otra que en su propio camino, se vuelve una acérrima fan de la influencer.

Con saltos temporales entre los distintos momentos de la vida de las protagonistas y un guion en general correcto, Vinagre de manzana es una serie interesante y a ratos muy dura.

Al mismo tiempo tiene otros momentos efectistas o directamente telenovelescos y una desconfianza absoluta a cualquier cosa que no sea medicina occidental entregada dentro de un hospital, pero que se pueden dejar pasar para ver una de esas historias que no se puede creer que sean verdad... pero que lamentablemente lo son.