En la historia larga del Festival de Viña, solo dos veces se han cancelado noches durante el transcurso del evento. La primera fue en el convulsionado Festival de 1973. Cuando la división política y la polarización del país permeó a la Quinta Vergara.

Ese año, el certamen se desarrolló entre el 2 y el 12 de febrero, y contaba con un cartel en que -además de los artistas internacionales- resaltaban dos nombres acaso representantes de las dos posturas que se enfrentaban: Quilapayún, uno de los buques insignia de la Nueva Canción Chilena, comprometidos con el proyecto político de la Unidad Popular; y Los Huasos Quincheros, símbolos del Chile más tradicional, con los que se identificaba la oposición agrupada en el CODE. Eso sí, ambos estaban programados para días diferentes.

Quilapayún salió a escena durante la tercera jornada, la noche del domingo 4 de febrero de 1973. El problema es que el conjunto de las “Tres barbas” se topó con una Quinta muy tensa. “La comisión organizadora tuvo una muy mala ocurrencia -señaló a Culto el entonces director de la orquesta del festival, Horacio Saavedra-. Eran los dos polos opuestos, y eso se tradujo en el público en una Quinta dividida, muy agresiva”.

CONJUNTO MUSICAL CHILENO QUILAPAYUN CANTANDO.11.05.1972 - FONDO HISTORICO - CDI - COPESA. Foto: Archivo Histórico – Cedoc Copesa.

Para el líder del conjunto, Eduardo Carrasco, esa tensión durante el show del conjunto tiene una explicación. “En los días anteriores al festival, la derecha hizo una propaganda tremenda en las playas y calles de Viña del Mar contra nuestra actuación -recordó a Culto-. Era bastante agresiva, con figuras en las que aparecíamos ahorcados y cosas así. De manera que era obvio que las cosas se iban a poner complicadas. Como en esa época, y en realidad siempre, hemos sido muy queridos en Valparaíso, parte del público consideró una tarea de primera importancia ir a defendernos. Era gente del pueblo de modo que nuestro público copó las galerías del recinto”.

De esta manera, al salir a escena, los miembros de Quilapayún fueron recibidos con una ruidosa acogida, puesto que desde las tribunas –con simpatizantes de la oposición- comenzaron a pifiar, mientras que en las galerías –con adeptos al gobierno de la UP- comenzaron a aplaudir furiosamente en defensa de la agrupación. La tensión solo fue en aumento y comenzó a armarse una batahola tremenda. “La participación del conjunto fue recibida por la mayoría del público con una cerrada y mayoritaria silbatina, mientras que grupos de partidarios de los Quila, estratégicamente ubicados en las primeras filas de los palcos y la platea, apoyaban su presentación”, detalla Ritmo.

Con el ambiente tenso, Quilapayún ejecutó su “Plan B”, pensado en caso de que les costara actuar por las rechiflas. Este consistía en interpretar su repertorio con canciones más políticas. Tal como lo habían planeado, sonaron -entre otras- La batea y Las ollitas.

CONJUNTO MUSICAL CHILENO QUILAPAYUN CANTANDO.11.05.1972 - FONDO HISTORICO - CDI - COPESA. Foto: Archivo Histórico – Cedoc Copesa.

Pero el público, enardecido, pasó de las palabras a la acción, por lo que comenzó a arrojar diversos proyectiles, algunos de esos dirigidos a los hombres de La Cantata Santa María de Iquique. Carrasco recuerda el momento con vividez: “Las cosas que tiraban no nos tocaban porque el escenario estaba bastante lejos del público. Pero sí caían sobre los músicos de la orquesta”.

“Después del tercer tema, los Quilapayún se retiraron -cuenta Ritmo- pero sus partidarios insistían en que volvieran al escenario. El público, entretando [sic], seguía pifiando. Era un griterío ensordecedor. El clima de tensión en la Quinta hacía temer que se produjeran desórdenes más serios”.

Tras la salida del escenario de Quilapyún, la jornada apenas pudo seguir adelante, esto gracias a la presentación del humorista Tato Cifuentes, quien casi heroicamente, logró hacer su rutina y hacer reír al “Monstruo” que había rugido fuerte. Fue quizás la noche más difícil de la historia del festival.

Tato Cifuentes en el Festival de Viña 1974 Foto: Archivo Histórico/Cedoc Copesa

Pero la jornada se siguió viviendo en los pasillos y las salas de reuniones. Por acuerdo municipal, el festival se suspendió el lunes 5 debido a los incidentes ocurridos durante la presentación de Quilapayún. ¿Los principales afectados? Los Huasos Quincheros, quienes iban a ser los números estelares de la jornada. Y no solo eso: a diferencia de lo ocurrido este 2025 con la jornada suspendida del martes 25 de febrero, el show de los Quincheros no fue reprogramado. Así no más, en corta y breve ceremonia, Los Huasos Quincheros eran separados de la parrilla.

Mediante un comunicado publicado en la revista Ritmo, Los Huasos Quincheros se declaraban como “apolíticos” y recalcaban que “las expresiones artísticas no deben estar ligadas a ideologías políticas determinadas ni instrumentalizadas”. Además catalogaban de “insólita” la medida de ser borrados de la parrilla festivalera, y la criticaron duramente. “Esta eliminación unilateral y discriminatoria tiene una base absolutamente falsa, cual es la de encasillar a Los Huasos Quincheros en una posición política”.

Foto: Archivo Histórico – Cedoc Copesa.

Otro de los efectos de la suspensión de la jornada se dio en la competencia folclórica. Esa noche se daría a conocer el nombre de la canción ganadora en la competencia folclórica, y el título de la pieza que representaría a Chile en la competencia internacional -se llevaba a cabo en la segunda mitad del certamen-. Pero la cancelación obligó al jurado a reunirse en la biblioteca del Hotel O’Higgins.

A las 22.10, salieron y hubo humo blanco: la canción ganadora fue Mi río, interpretada por Charo Cofré, y compuesta por Julio Numhauser quien curiosamente, fue uno de los fundadores de Quilapayún y ejercía como director de la compañía disquera estatal IRT. Emocionada hasta las lágrimas, la cantante le dedicó su triunfo al fallecido Rolando Alarcón. “Se me han juntado muchas cosas en estos días -le dijo a Ritmo- creo que no puedo decir una cosa más”.

Charo Cofré, ganadora de la competencia folklórica de Viña 1973. Foto: Archivo Histórico – Cedoc Copesa.

El año del terremoto

El Festival de Viña 2010 era producido por la alianza Canal 13-TVN, en el primero de los dos períodos en que ambas televisoras compartieron el certamen antes de que pasara a Chilevisión. Su última jornada, la sexta, estaba programada para el sábado 27 de febrero. Esa noche debían presentarse Los Jaivas, Beto Cuevas y Los Fabulosos Cadillacs, quienes pondrían la fiesta al final.

Sin embargo, a las 3.34 horas de la madrugada de ese sábado un terremoto sacudió a la zona centro-sur del país. De magnitud 8,8 fue uno de los mayores de la historia y afectó a buena parte del territorio nacional, las regiones más dañadas fueron Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O’Higgins, Maule, y Biobío, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80 % de la población del país.

Según informó el diario mexicano La Jornada:Varios artistas que participan en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar fueron desalojados hoy de sus habitaciones en el Hotel Sheraton de ese balneario, luego que un terremoto azotara Chile. Los huéspedes fueron llevados hasta el lobby del hotel a la espera de tener informaciones sobre el movimiento telúrico, en medio de rumores de maremotos, que luego fueron descartados por las autoridades”.

Ricardo Arjona en Viña 2010

A las horas de producido el evento natural, y mientras el país comenzaba lentamente a reconstruirse, la organización del festival comunicó la decisión de cancelar definitivamente la jornada final. La última artista que alcanzó a presentarse fue la colombiana Fanny Lu, en una Quinta con poca gente, pues Ricardo Arjona -quien cerraba originalmente- había pedido pasar a otro momento. El guatemalteco fue el segundo número tras el grupo La Noche.

Con carreteras destruidas y vuelos cancelados, muchos artistas fueron enviados en un charter a Miami, mientras otros fueron trasladados a Santiago. “Todo el proceso duró dos semanas. Un hotel de Vitacura, que aún no se inauguraba, sirvió como centro de operaciones y alojó a managers y a artistas como Beto Cuevas”, contó a La Tercera el productor ejecutivo del certamen, Daniel Hernández.

En los años siguientes, hubo otros momentos de suspensión. Debido a la pandemia del Covid-19, el certamen no se realizó durante dos años consecutivos (2021 y 2022). Además, en 2024 los incendios forestales en Viña del Mar obligaron a cancelar la tradicional instancia previa al evento. En este 2025, un corte masivo de energía obligó a reprogramar la tercera noche, del martes 25 de febrero para el sábado 1 de marzo. A pesar de todo, Viña tiene festival.

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