“No quiero tomarme la vida demasiado en serio. Y siempre quiero divertirme. Y siempre quiero tomar decisiones que me permitan hacerlo”, decía un exultante Chris Pratt en 2002. En medio de las grabaciones de Everwood, la serie que le dio su primer rol estable en televisión, el actor ya proyectaba cómo quería modelar su futuro: diversión antes que todo.
Han pasado más de dos décadas desde que concedió esa entrevista al programa Entertainment Tonight. Actualmente, tras protagonizar tres películas de Guardianes de la Galaxia y otras tres de Jurassic World, es una de las estrellas más populares de Hollywood, la clase de figura capaz de arrastrar a los espectadores a los cines ya sea si está interpretando un personaje o prestando su voz a Mario o Garfield. Es inapelable que su estatus en la industria ha cambiado. Pero también es cierto que parece moverse guiado por un impulso similar a cuando tenía 23 años: la diversión como el principal combustible de su carrera.
Y sigue siendo un tipo de sonrisa fácil. Es lo que se percibe en el momento en que recuerda la época en que le tocó crecer. “Me gradué en 1997. No es por dar una señal de envejecimiento, pero definitivamente soy un producto de los años 80 y 90, principalmente de los 90″, cuenta a Culto a través de Zoom.
La alusión es a propósito de Estado eléctrico, cinta que transcurre en una versión alternativa de la historia del mundo, donde los humanos y los robots se enfrentaron en una guerra que diezmó al planeta. Allí encarna a Keats, un hombre que estuvo en combate y que ahora subsiste vendiendo productos de segunda mano al mejor postor. Sin más ambiciones que vivir el día a día, pasa el tiempo con su único amigo y socio, un carismático robot llamado Herman (al que da voz Anthony Mackie). En esas circunstancias se encuentra con Michelle (Millie Bobby Brown), una joven huérfana que busca a su hermano.
Si bien el filme –que se estrena este viernes 14 en Netflix– transcurre principalmente en 1994, su personaje parece atrapado en la década anterior. Algo que se grafica en su look (una melena y un bigote difíciles de olvidar), en la música que le gusta (en su primera escena escucha Mother, el hit de Danzig) y en su comportamiento infantil. Pratt lo esculpió inspirado vagamente en sus recuerdos de un vecino de su infancia, un tal Kenny, que usaba la cabellera larga y rubia y solía tocar la guitarra eléctrica. Según su perspectiva, “el tipo más cool del mundo”.
“Es extraño que (la película) se sienta nostálgica, aunque se trata de una versión alternativa de nuestra realidad. Todas las referencias a la cultura pop, la música, la ropa, el peinado, los autos… Me hicieron volver a la escuela secundaria”, revela, a lo que agrega: “Fue increíble. Fue realmente divertido. Y como era un proceso colaborativo tuve mucha influencia sobre los diversos objetos de recuerdo que posee mi personaje”.
Quienes le dieron manga ancha fueron Anthony Russo y Joe Russo, los directores con los que ya había trabajado en Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019), las gigantescas películas en que coincidieron todos los superhéroes de Marvel, incluido el quinteto de Guardianes de la Galaxia. Ahora, insertos en un largometraje con un menor número de personajes (pero tanto o más costoso), la interacción entre el actor y los cineastas fue más íntima. La experiencia fue tan satisfactoria que Pratt la compara con su etapa en Parks and Recreation, la serie de comedia que pavimentó su salto al estrellato antes de convertirse en Peter Quill / Star-Lord en la franquicia basada en los cómics.
Esa suma de ingredientes le hicieron confirmar que había tomado una buena decisión al aceptar hacer el proyecto en un momento en que ya había decidido tomarse un descanso y pasar tiempo con su esposa, Katherine Schwarzenegger, y sus hijos. De nuevo: la posibilidad de vivir una aventura cargada de pura diversión.
-Esta es su primera película de acción real desde Guardianes de la Galaxia: Vol 3 (2023). ¿Por qué se sintió como el proyecto correcto para iniciar este nueva fase o capítulo de su carrera?
Sí. Esta es una manera genial. Es una manera genial de adentrarse en algo fresco y original, pero que también resulta familiar y que tiene un gran presupuesto, grandes efectos visuales, escenarios enormes y (la oportunidad de) volver a trabajar con los hermanos Russo. Sí, es un gran paso para mí, mientras continúo con mi carrera ahora que Guardianes de la Galaxia terminó y Jurassic World terminó. Estamos pensando en cuáles serán las próximas películas y vaya, esto es un verdadero éxito, porque resultó realmente bien y el proceso fue auténticamente increíble. Mi esposa me dijo que de ahora en adelante no quiere que trabaje con nadie más que con los hermanos Russo (se ríe).
-Tengo la sensación de que este personaje le permitió abrazar cierta insensatez o tontera que disfruta interpretar.
Sí.
-¿Qué es lo mejor de que un director le otorgue esa libertad para crear su personaje?
Oh, hombre. Trabajar con los Russo es realmente colaborativo, y lo mejor, especialmente con un personaje como este, no es sólo que tengas una línea dramática verdadera que valga la pena y funcione muy bien, que sea conmovedora, sino que también te diviertas, puedas ser gracioso y hagas reír a carcajadas a la gente. Eso es algo que realmente me encanta. Me recuerda un poco a mis días en Parks and Recreation. Todo era realmente espontáneo y teníamos que improvisar y divertirnos mucho. Y los Russo están abiertos a eso, lo que es una verdadera bendición.
Trabajar en grande
Chris Pratt dice que conoció a Millie Bobby Brown en una ceremonia de los MTV Movie & TV Awards. La actriz, en cambio, asegura que fue en una entrega de los Kids’ Choice Awards, los premios que organiza el canal Nickelodeon. Como sea, ese primer encuentro –cuando ella ya era una revelación gracias a la serie Stranger things y él ya estaba encumbrado entre los actores más taquilleros de la industria– forjó una incipiente conexión entre ambos antes de compartir en las filmaciones de Estado eléctrico.
El actor la recuerda como una “una jovencita con los ojos muy abiertos”. “Ha sido increíble verla crecer. Es una estrella, es una gran actriz. Quiero decir, está muy comprometida y definitivamente tiene una cantidad increíble de talento. Así que fue genial. Fue genial conocerla cuando era niña y luego trabajar con ella cuando era una mujer joven”, detalla.
La británica interpreta a Michelle, una adolescente que hace unos años perdió a sus padres en un accidente y ahora está al cuidado del Estado. Inicia una aventura por determinar el paradero de su hermano pequeño –al que creía muerto– después de que en su puerta se presenta un robot con apariencia de dibujo animado. El azar la lleva a conocer a Keats (Pratt) y juntos se embarcan en un peligroso viaje en que deberán internarse en una zona habitada exclusivamente por robots, un lugar en el que se encuentran un grupo de personajes a los que dan voces Woody Harrelson, Brian Cox, Jenny Slate y Hank Azaria, entre otros.
Durante las últimas semanas Brown y Pratt han estado ocupados en un tour que ha tenido diferentes paradas en Estados Unidos y Europa. La gira es parte de los compromisos promocionales que implican trabajar en largometrajes de esta escala, una práctica a la que el actor de 45 años ya está más que habituado. Y que mantendrá en el futuro, porque no parece interesado en dejar de hacer blockbusters.
A falta del anuncio final, parece inevitable su confirmación como parte del elenco de las siguientes dos entregas de Avengers, que debutarán en los cines en 2026 y 2027 y serán dirigidas nuevamente por los hermanos Russo. De ese modo, si bien puede haber espacio para otras producciones (por ejemplo, la serie La lista terminal, que prepara una segunda temporada en Prime Video), las prioridades están bien establecidas.
La estrella se explaya en torno a todos los temas, pero es especialmente locuaz al describir el goce que alcanza protagonizando superproducciones de ese calibre.
-Tras hacer las cintas de Guardianes de la Galaxia y Jurassic World y ahora Estado eléctrico, ¿qué diría que es lo más emocionante de trabajar en estas películas enormes y continuar haciéndolo?
Realmente es el resultado final. Quiero decir, hay dos motivos: la parte más emocionante es el resultado final, es el destino, es instalarte frente a una pantalla y ver la película. Y verla con público y compartirla con tus amigos, permitiéndote emprender un viaje y experimentarlo. Una cosa que es realmente extraordinaria acerca de una película como esta, que tiene tantos elementos de animación, es que puedes ver el filme y muchos elementos del mundo por primera vez cuando ves la película. Si estás haciendo una cinta de acción real que no tiene elementos de animación, sabes bastante bien cómo lucirá todo, sabes qué esperar. Pero me quedé realmente impresionado con muchas secuencias del filme que, si bien me habían explicado o nos habían mostrado un pequeño avance –por lo que tenía una idea de cómo serían–, no sabía cómo lucirían al final. Y eso es una verdadera bendición, porque de alguna manera me permite ser parte del público.