*Manuel García - Pánico (VMG)
El ejercicio de revisitar títulos claves de una discografía asentada conlleva riesgos. Competir con la propia sombra no parece aconsejable, en tanto las canciones quedan inscritas en la memoria con formas determinadas y sentires asociados a su momento. A 20 años de Pánico, Manuel García reconfigura por completo su sólido debut, que rápidamente lo hizo visible en el mapa de la música popular nacional.
Lo grabó de nuevo en los estudios Ojalá de Silvio Rodríguez en La Habana, donde también registró La jaula de los sueños olvidados, su último trabajo publicado en septiembre. Este paso por la capital cubana tuvo énfasis en la guitarra, el instrumento que apasiona y domina el trovador de Arica. Retomó Pánico, originalmente un disco acústico con ornamentos, desde la perspectiva de su génesis a guitarra limpia. Cambió el orden de las canciones, la portada es obra suya y sumó invitados: La pena vuela junto a la española Rozalén, y Silvio Rodríguez -estaba cantado- en El viejo comunista. Las dos décadas transcurridas se retratan en la voz, con más propiedad y cuerpo, y en el talento de resguardar las facciones de los temas pero probar otros encuadres en las seis cuerdas, capturados magníficamente en el registro. Manuel García se aseguró de dar una segunda vida plena a su punto de partida. No todos pueden reescribir la historia en una instancia de mayor elocuencia y plenitud.
*Lady Gaga - Mayhem
Lady Gaga ha vivido varias vidas desde The Fame, el disruptivo debut de hace ya 17 años. Su portentoso talento y creatividad propulsaron un viaje en reversa desde el dance pop de corte electrónico propio de este milenio, hasta explorar las power ballads y el great american songbook -el gran cancionero estadounidense-, con vértebras en el jazz y el musical. Este regreso a cinco años de Chromatica involucra todos los elementos que engancharon a sus primeros fans: la pista de baile como prioridad expresada en piezas de puntillosa maquinación, donde su voz dotada y expresiva se conjuga en diversidad de roles y capas.
Con 14 cortes en 53 minutos no es precisamente redondo -hay material de relleno en el último tercio-, pero domina la consistencia y el atractivo destilando electro pop rock -todo junto- de alta gama. Gaga se cita a sí misma constantemente (Garden of Eden), como también experimenta breves y logradas metamorfosis emulando a algunos de los nombres en mayúscula del pop femenino como St. Vincent en Disease y Gwen Stefani en Zombieboy, mientras una combinación de Charli XCX y Taylor Swift con guiño a Only you de Yazoo, sostiene parte del andamiaje a How bad do U want me. La sexy y pendenciera Killah con sus guitarras INXS y un giro a las osadías rítmicas de Soulwax, es otra demostración de cómo absorbe en beneficio de su universo intransable. Gran regreso.
*Kidd Voodoo - Satirología, Vol. 3
Para quienes todavía dudan del peso del Festival de Viña en la trayectoria de un artista, el anuncio esta semana de la residencia de Kidd Voodoo en el Movistar Arena por siete noches -la más extensa de un chileno en el recinto-, certifica su efecto como catapulta consagratoria. Coronando una quincena redonda, David León Urbina publica su segundo álbum, una síntesis de la manera en que experimenta el urbano como una central compatible con otros géneros. Aunque los lugares comunes en torno al sexo y el club integran la paleta, Kidd Voodoo se perfila romántico y sensible -no quiere atados ni peleas en la dinámica de pareja-, como un chico emo adaptado al perreo en un cruce impensado y completamente funcional.
El descuelgue indie junto a su banda original Residencia Etérea en perdámonos… representa ese punto exacto que encontró el artista de Maipú para dotar de musicalidad la propuesta y tender puentes. Si bien Debo aterrizar junto a Los Bunkers parece más una canción de los penquistas en clave Arctic Monkeys con Kidd de invitado y no al revés, confirma la conexión entre rock y urbano, tal como lo demostró Duki en la Quinta Vergara el mismo día del triunfo del chileno. Su gama emotiva y musical junto a recursos vocales más amplios que el promedio de la casilla -domina el dibujo pop en los estribillos-, subrayan a Kidd Voodoo como una refrescante excepción.