No ha sido una buena semana para los fanáticos chilenos de Shakira. La escala local del tour Las mujeres ya no lloran -agendado para el 2 y 3 de marzo en el Estadio Nacional- fue suspendido en su totalidad, debido a problemas técnicos en el montaje del escenario, según argumentaron sus organizadores, la productora Fenix Entertainment.

El hecho dejó una estela de miles de fans desconsolados: se estima que poco más de 97 mil personas adquirieron localidades para ambas citas. Además, aún no obtienen respuestas claras en los puntos esenciales del anuncio, partiendo por el más básico: todavía no existe información oficial acerca de cuándo serán los nuevos recitales de la colombiana.

Pero el suceso también deja otra clase de consecuencias y abre un signo de interrogación sobre al menos dos aspectos en la escena nacional de megaeventos: las capacidades técnicas que hoy ofrece la industria para albergar espectáculos de alta envergadura y el manejo a la hora de responder al consumidor sobre aspectos tan elementales como el reembolso de los boletos por una instancia que no se lleva a cabo o la nueva fecha de los shows, temas en los que aún no existe claridad.

Aunque distintas voces indican que el caso Shakira se trata de un ejemplo “aislado” dentro del circuito, esta semana entre los promotores que funcionan en el país era un tema obligado debido a la señal y al precedente que se está entregando en torno a la organización de eventos. Sobre todo porque el primer concierto, del 2 de marzo, se suspendió apenas seis horas antes de su inicio, con cientos de seguidores ya haciendo fila en los alrededores del coliseo ñuñoíno y enterados por la prensa de la decisión, mientras que para la segunda cita de 24 horas después la oficialización de su cancelación fue recién en la misma jornada y tras un largo tramo de incertidumbre.

Las negligencias técnicas

Para agendar ambas fechas, la productora Fenix operó bajo el nombre de la sociedad Patagonia Live SpA, creada por Fenix en 2019 y que corresponde a la razón social de la firma que vendió las entradas para los shows de Shakira en Chile. De esa forma trabajó los espectáculos en el Nacional. Según estimaciones del mercado, por cada show la cantante de Ojos así cobra una tarifa que va entre los US$3 millones a US$3.5 millones.

Las preguntas pendientes que aún dejan los recitales cancelados de Shakira

La compañía -con sede en Buenos Aires y que funciona desde 2007 en Santiago- empezó el montaje de manera preliminar en el Estadio Nacional el fin de semana del 23 de febrero, cuando para el partido jugado por Universidad de Chile y Unión La Calera cubrieron con un piso especial la pista atlética. Las faenas más avanzadas se iniciaron al día posterior, el 24 de febrero. La firma encargada de levantar la estructura para ambos encuentros es Rosetta Producciones, quienes cuentan con experiencia trabajando en festivales como Lollapalooza o en los últimos Juegos Panamericanos.

Según reportó Fenix en un comunicado, es en ese proceso cuando advierten que el suelo estaba desnivelado, lo que hizo imposible el concierto. Sin embargo, esto fue desmentido por el Instituto Nacional de Deportes (IND). La entidad explicó que “la suspensión ocurrió por una falla en el montaje”, y que “la pista no estaba hundida”.

Fuentes conocedoras del hecho apuntan a que ya el viernes 28 había preocupación por el escenario. No sólo se trataba del piso: también había fierros doblados en la propia estructura y pantallas que se estaban instalando tarde. Se hablaba de una falla “estructural”.

Así es la estructura que se instaló en el sector sur de la cancha del Nacional. Foto: Javier Torres/Aton.

El Sindicato Nacional de Técnicos de Espectáculos de Chile (SINTECES) cuenta a este medio que los problemas surgidos en la instalación de la tarima de Shakira son un retrato de las fragilidades que corroen al rubro y que han desnudado los problemas a los que se enfrenta el área técnica en las muchas oportunidades en que trabaja para un megaevento.

Desde el gremio advierten que en Chile no existe una formación académica formal para la mayoría de los trabajadores técnicos en espectáculos, salvo en áreas específicas como la ingeniería en sonido. Explican que la mayoría de los trabajadores de pantallas, iluminación y electricidad provienen de distintos rubros y han aprendido su oficio en la práctica, sin contar con certificaciones oficiales que validen sus conocimientos.

“Firmamos luego de un proceso de más de un año con ChileValora, la creación de tres perfiles técnicos para poder certificar a las personas que no tienen oficios, porque son cosas que aprenden en la práctica y que acá en Chile, no hay dónde estudiar”, explican.

Desde el sindicato también alertan sobre las condiciones en las que se desarrollan los montajes de espectáculos, donde cualquier retraso en la construcción de la estructura base puede afectar el resto del proceso y generar presiones adicionales para los técnicos. Según indican, la instalación de un escenario involucra a múltiples empresas y trabajadores que deben cumplir con plazos estrictos, por lo que cualquier demora en una etapa puede repercutir en el trabajo de los demás equipos.

Ejemplifican esta situación con el reciente desmontaje del Festival de Viña del Mar, que se extendió un día más de lo previsto debido al apagón nacional, sumado a la instalación del escenario del concierto de Shakira. Sostienen que este tipo de cambios obligan a los trabajadores a movilizarse entre múltiples locaciones en tiempos reducidos, lo que genera una precarización estructural dentro del sector técnico.

El gremio también cuestiona la falta de regulación para la organización de eventos masivos en Chile, asegurando que en otros países más desarrollados las productoras deben contar con licencias especiales para gestionar espectáculos de gran magnitud. Explican que, en tierras nacionales, un evento se considera masivo a partir de los tres mil asistentes, lo que implica la aplicación de ciertas directrices y protocolos de seguridad. Sin embargo, sostienen que para los técnicos cualquier espectáculo con más de 500 personas ya debería ser tratado con mayores exigencias, ya que cualquier incidente podría poner en riesgo tanto a los trabajadores como al público.

En esa línea, insisten en la importancia de profesionalizar el sector y de que las autoridades tomen un rol más activo en la fiscalización, con el fin de garantizar condiciones seguras para todas las personas involucradas en la producción de eventos.

Otro punto que destacan desde el gremio es que la organización de eventos masivos no suele depender de una sola empresa, sino que generalmente se lleva a cabo a través de alianzas entre distintas productoras. Detallan que esta práctica se debe, en gran parte, a la necesidad de que una compañía asuma la responsabilidad legal ante el Estado. En el caso del concierto de Shakira, mencionan de hecho que Patagonia Live figura como la empresa responsable y Fenix Entertainment es la “cara visible”.

Desde la asociación reiteran que la falta de regulación, la precarización laboral y la falta de claridad en la responsabilidad de las empresas son problemas urgentes que afectan no solo a los trabajadores del sector, sino también a la seguridad de los eventos masivos en el país.

Ante tal escenario, desde Fenix responden a través de una declaración enviada a Culto: “En Fenix Entertainment, siempre hemos priorizado la seguridad y el bienestar de nuestro personal interno y externo. Nuestros protocolos y procedimientos están diseñados para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable. Respecto a las alegaciones de negligencia y falta de responsabilidad, podemos afirmar categóricamente que no es la realidad. Nuestra empresa ha trabajado siempre con el más alto nivel de profesionalismo y responsabilidad. No podemos responder a suposiciones infundadas o alegaciones sin fundamento”, aseguran.

Culto también se contactó con Rosetta Producciones, empresa encargada del armado de la estructura para ambos conciertos. Descartando que haya sido un problema con el montaje del escenario y que ellos tengan responsabilidad en aquello, declinaron entregar su versión en torno a lo acontecido.

Instagram @Shakira

¿Cuándo el reembolso de las entradas?

Por otro lado, el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) ofició a la productora Fenix y a la ticketera Puntoticket, exigiendo explicaciones y buscando compensaciones para los afectados por la cancelación de los conciertos. Se ha solicitado que, en un plazo máximo de 10 días, informen sobre cómo abordarán las compensaciones, incluyendo la devolución del dinero de las entradas y otros gastos en los que incurrieron los consumidores.

Desde el organismo explican que, inicialmente, se comienza con un Procedimiento Voluntario Colectivo (PVC) para llegar a un acuerdo sin recurrir a las vías legales. Esto puede demorar tres meses y prorrogarse por la misma cantidad de tiempo. En caso de que esto no funcione, se da inicio a la demanda colectiva que puede tardar años, según detallan.

Tras la reciente cancelación de Shakira, el SERNAC ha recibido 2.408 reclamos, de los cuales sólo el 30,44% del total corresponde a consumidores de la Región Metropolitana, mientras que el resto de las regiones acumulan el 69,56% del total de quejas recepcionadas.

Hasta antes del incidente con la colombiana, la productora acumulaba 353 reclamos en los últimos diez años (2015-2025). El año pasado, los reclamos contra la compañía, por distintas situaciones, sólo habían ascendido a 162.

En la última década, los reclamos en el Sernac en el rubro entretención han ido variando, con una leve tendencia al alza. Si en 2015 se registraron 3.134, en 2024 los números llegaron a 6.616. Eso sí, el peak fue en 2022, justo cuando la industria se abrió después del período de pandemia, llegando esa temporada a las 25.439 quejas.

Problemas anteriores

En el último año, Fenix produjo las visitas a Santiago de Roberto Carlos, las bandas Travis y Bring Me the Horizon, el festival Knotfest, el rapero estadounidense Travis Scott, y los dos encuentros con Luis Miguel en el Estadio Nacional, además del récord de sus diez shows de 2023 en el Movistar Arena.

Sin embargo, uno de sus tropezones más sonoros está fechado el 30 de agosto de 2014 en Viña del Mar, cuando debió suspender sólo un par de días antes un show de Ricardo Arjona. En esa oportunidad, la disquera oficial del guatemalteco, Metamorfosis, informó que la cancelación se debió a “no tener la certeza por parte de la empresa promotora Fénix que se cuenta con los requerimientos necesarios para estos próximos shows. Esperemos que esto pueda solucionarse a tiempo y cumplir con esta temporada”.

Ricardo Arjona Foto: Andie Borie y DG Medios

La entidad también puso en suspenso los recitales que el artista iba a dar un par de días después en Santiago. Esas fechas finalmente se terminaron realizando. Por la cita no realizada en Viña, el Sernac ofició a Fenix y a Puntoticket, obligándolos a entregar un reembolso nos sólo en los boletos, sino que también en transporte y alojamiento.

La empresa tuvo problemas con otros colosos de la música. Mariah Carey tenía fijado su debut en Santiago para el 30 de octubre de 2016 en el Movistar Arena. Pero cuatro días antes lo canceló. Fenix dijo en esa oportunidad que todo se debió a un problema generado por su fecha en Brasil. Sin embargo, al año siguiente Carey demandó a Fenix, asegurando que nunca le habían pagado el dinero por las fechas acordadas. En respuesta, la compañía presentó una contrademanda contra la cantante y su empresa, Mirage Entertainment, por incumplimiento de contrato y difamación, asegurando además que ya le había pagado el 75% de lo pactado y que se enteraron de su decisión por la prensa.

El 14 de noviembre de 2017, el músico francés y mago de los sintetizadores, Jean-Michel Jarre, tenía anunciada su primera vez en el Movistar Arena. Pero dos semanas antes todo se vino al piso. El músico canceló la presentación, argumentando tarifas “impagas” por parte del promotor y que “no ha respetado las obligaciones contractuales”, lo que ha provocado que “no hayamos podido movilizar el equipo técnico y humano necesario para el show”.

“Fenix Entertainment Group es el único responsable de las anulaciones de dichos conciertos”, dijeron los representantes del francés en un comunicado. Eso sí, las partes llegaron a un acuerdo y el show se reagendó para el año siguiente en el mismo sitio.

Mariah Carey para revista W

En los últimos días, Fenix ha intensificado sus reuniones para buscar una solución al entuerto de Shakira. Una alternativa viable es concretar los espectáculos suspendidos para fin de año, con fecha posible en noviembre, debido a que otro evento reprogramado en Perú lo materializará en ese mes. Las conversaciones con el Estadio Nacional hasta ahora sólo han sido informales. También se ha sondeado la opción de que sea antes de noviembre.

Por lo demás, el reducto deportivo tiene su calendario ocupado hasta 2026, con pocas ventanas para hacer cambios o fijar nuevos eventos. Aunque en noviembre no hay encuentros por las clasificatorias mundialistas, hay otros eventos que a esta hora impiden que el aterrizaje de la colombiana sea durante ese período: en ese mes finaliza el campeonato nacional de fútbol, hay elecciones presidenciales y parlamentarias (domingo 16 de noviembre) y el sitio podría ser utilizado para encuentros como la Teletón. Además, el 19 de noviembre el mismo coliseo recibirá la visita del grupo británico Oasis, por lo que se tienen que considerar los plazos y tiempos de montaje y desmontaje. “El calendario está muy apretado”, señala una fuente conocedora de las aproximaciones entre la productora y el estadio.

Para Marcelo Contreras, crítico de música de Culto, la situación tendría consecuencias, tanto para la artista como la productora.

“Resulta llamativo que esté sucediendo esto, porque no somos neófitos en esta industria. Y Shakira, por cierto, que no lo es. Shakira es una artista reconocidísima hace 30 años y tiene una resonancia planetaria desde hace dos décadas. No es la primera gran gira que ella hace. Así que, claramente, esto sí me parece que daña, de alguna forma, su nombre, su marca. Y también, poniendo entre dichos, la capacidad de llevar a cabo esta actividad de una productora como Fenix, que es totalmente reconocida”, señala.

Foto: Instagram de Shakira

Sin embargo, Jorge Ramírez, presidente de la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (AGEPEC) -donde no está la firma Fenix- advierte que las suspensiones de Shakira no afectarían al mundo de los espectáculos masivos en nuestro país.

“La capacidad de Chile para producir eventos de gran estructura no está duda, porque es una base largamente probada. Se hacen 30 a 35 shows de gran convocatoria al año en Chile y se hacen bien, por tanto esto no afecta, no conecta, cualquier otra cosa que se diga carece de veracidad y fundamento”.

Luego sigue: “Dentro de la tragedia artística que representa una suspensión como esta, rescato la autorregulación de no hacer algo que no estaba en condiciones de ser ejecutado. Si algo no se puede hacer porque corre peligro, rescato que la propia industria finalmente termine por no hacerlo y por cuidar a un equipo, un grupo de personas que asistiría al concierto y a la propia artista”.

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