El periodista Rodrigo Pincheira no sabía bien de que iba la reunión. El día anterior, el editor periodístico del diario El Sur, Rafael Maira, le pidió que conversara con los hermanos Manuel y Sergio Lagos. “Quieren preguntarte algo de música. Más, no sé”, le había dicho.

Así que llegó al hoy extinto Café Ligure, ubicado en la torre del mismo nombre, entre Barros Arana y Rengo, en Concepción. “Ellos querían saber mi opinión sobre la posibilidad de hacer y crear un festival en Concepción, un festival de música rock”, recuerda el académico y autor de libros como Genealogía del Rock Penquista: orígenes y destinos (1960-1990).

“Nosotros, dos penquistas, amantes de la música y trabajadores en este mundo, sentíamos esa necesidad de encontrar un punto, un hito que demostrara la realidad que nosotros veíamos”, profundiza Manuel Lagos, director del Festival REC 2025. En medio de los preparativos para la décima edición del evento, el productor hace una pausa en una de las salas del Teatro Biobío para responder a Culto.

La fecha de esa reunión en el Ligure no es clara. Mientras Pincheira la fija en 2007 y 2008, Manuel Lagos cree que fue en 2004. El periodista, eso sí, recuerda su respuesta. “Yo les dije que las posibilidades estaban dadas. Había ciertas experiencias exitosas. Rock al Sur del Mundo, que hizo Germán Estrada, que tuvo una sola versión; Gritos de fin de Siglo, que había organizado el municipio de Concepción en el Parque Ecuador. También estaban festivales más chicos, como el festival de bandas de la Universidad de Concepción y otros más pequeños, con una asistencia de 8 mil, 10 mil personas. Pero lo que ahí ocurría es que iba la tribu, los rockeros, era para ese segmento”.

“Entonces les dije que sí, que las posibilidades estaban, que había que buscar un lugar que fuera acorde a una cantidad masiva de público”, agrega.

No eran los únicos que ya pensaban en un gran evento musical. Años más tarde, en 2014, Rodrigo Díaz fue nombrado intendente de la región del Biobío, durante el gobierno de Michelle Bachelet. “En febrero ya estaba pensando en qué cosas podía hacer y se me ocurrió hacer una especie de Woodstock en Concepción—rememora—. Originalmente, había pensado en hacer esto en la zona de Yumbel. Le comenté esto a mi jefe de gabinete de esa época, Rodrigo Martínez, a Marieli (María Elizabeth) Soto, jefa de comunicaciones, y al cabo de un tiempo, al alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz”.

Rodrigo Álvarez, reconocido periodista y ahora encargado de imagen y marca de Los Bunkers, fue una pieza clave en la historia. En llamado con Culto, recuerda cuando el entonces intendente lo citó a una reunión. “Él tenía el interés de hacer un concierto grande, de homenajear a Concepción y su rock, hablando de rock como sinónimo de música. Ahí me llevó Marieli Soto, que conocía lo que yo hacía. Le dije que encantado yo armaba el proyecto”.

Fue Álvarez quien reunió a Rodrigo Díaz con Manuel Lagos. “El intendente nos dio esa reunión y yo expuse esa necesidad, lo que hacíamos y fue súper inmediata la respuesta de Rodrigo y su equipo, nos dijo: ‘hay que hacerlo’”, recuerda el director de Evolución.

“Ellos por su cuenta venían pensando en hacer un festival—dice Díaz—. Tenían ideas muy similares. Nunca habíamos conversado antes, no nos conocíamos. De esas ideas y conversaciones surgió la posibilidad de hacer un festival que se llamara REC, que en ese tiempo significa Rock en Concepción”. Se pensaba hacer en noviembre, después en enero, hasta que finalmente se corrió para marzo.

¿Las razones? Los temas administrativos, el turismo y la consolidadación de la marca. Para Díaz y Álvarez era crucial que esta iniciativa impulsara el turismo local, por lo tanto, el proyecto no solo se tramitó con el Ministerio de las Culturas, sino con el Servicio Nacional del Turismo (Sernatur). Desde esa óptima, marzo era una fecha baja para el comercio de la zona que podía ser impulsado por un evento masivo.

“Nos reunimos con las directoras regionales de esas instancias en ese tiempo, Marcia Orellana de Cultura y Paula Núñez, directora regional de Sernatur”, recuerda Manuel Lagos. “Fue así como logramos obtener cerca de 200 millones para el primer Festival REC, que fue casi en su totalidad financiado por el Gobierno Regional de Biobío”.

Además, Rodrigo Álvarez, quien gestionaba la marca, sabía que se necesitaban al menos dos meses para que se instalara la idea de Rock en Conce, el logo y la propuesta. “Me acuerdo de la idea que tuve de hacer murales con los discos de las bandas, para embellecer la ciudad y promocionar”, dice el periodista.

Tenía que ser en la comuna de Concepción, gratuito y sin colores políticos; coincidían los organizadores. “En este festival no aparecen las autoridades políticas arriba del escenario, solo es un festival a disposición de la gente”, dice el exgobernador Rodrigo Díaz. “Nosotros veníamos a plantear una idea diferente a festivales como el de Viña; no tengo nada en contra de esos eventos, pero este festival tiene la necesidad de despolitizar la fórmula. Era la única forma en que el público entendiera que no era un acto político, sino un acto del espíritu rebelde, rockero y resiliente que tiene Concepción”, añade Lagos.

Influenciado por festivales del mundo como Glastonbury, Coachella y Primavera Sound, Manuel Lagos pensó en el REC como algo similar al Rock al Parque en Colombia, gratuito y donde “la música era lo principal”.

El primer REC ya es historia: Los Tres, De Saloon, Santos Dumont, Machuca, LOPEZ y Ana Tijoux fueron algunos de los nombres que ocuparon el cartel de solo una jornada. Eso sí, lo más recordado por los asistentes de esa versión fue el épico cierre de Emociones Clandestinas con Un nuevo estilo de baile. Asistieron 60 mil personas.

El REC a sus 10 años

Rodrigo Díaz destaca la continuidad del REC, a pesar de los cambios de gobierno y de administraciones locales.

Por ejemplo, desde 2022, Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío, es una de las líderes del evento masivo. El recinto es el produce la instancia en representación del Gobierno Regional. “Nos lo solicitaron porque ya teníamos experiencia en producción de arte, escena y música. Desde el Gobierno Regional quieren, a través de este festival, impulsar el turismo, que haya un retorno de la inversión pública, que llegue directo a las comunidades”, dice Peró.

En esa línea, Rodrigo Álvarez ve el objetivo logrado. “Claramente esto es una fiesta de la región; no cabe ninguna duda que todo ha sido positivo, es un imán de desarrollo”, dice.

La impronta del TBB en la organización ha sido darle protagonismo a los públicos. “Si tú miras la evolución del festival, en términos de escenarios, de cantidad de artistas y de público, se nota ese crecimiento y esa madurez”, explica, recordando el éxito de la última versión, que en su totalidad alcanzó los 250 mil asistentes.

Los Bunkers desatan la euforia en el Festival REC: llueven éxitos sobre la ciudad penquista durante el primer día | Instagram @losbunkersoficial | Fotos de Joss Moisan

De esos espectadores, el 30% correspondió a personas fuera de la región del Biobío, indica Manuel Lagos.

Otro elemento relevante de la gestión del teatro es el impulso de la presencia femenina sobre el escenario. ”Eso es escaso en la industria de la música; y también (el festival) es dirigido por una mujer, lo que es muy extraño. En mi equipo hay un montón de mujeres y creo que en el mes de la mujer es bueno hablar de esas mujeres detrás del festival”.

En cuanto al financiamiento, pasó de ser cien por ciento público a un modelo mixto. Este año, el Gobierno Regional del Biobío este año aportó 1.980 millones, lo que corresponde a alrededor del 50% del costo total del festival. El resto del financiamiento lo gestiona Teatro Biobío con auspicios de empresas, marcas, aportes valorados de organizaciones y servicios públicos y privados que se suman al festival.

Asimismo, dos novedades llegan para los 10 años del Festival REC. La primera es la transmisión oficial por las pantallas y plataformas de Chilevisión. Según detallan desde la organización, solo se podrán ver a las bandas nacionales durante el fin de semana y no quedarán disponibles para su repetición. “Esta es una forma de difundir lo que hacemos, de dar a conocer la región también y los grandes artistas que tenemos, porque la mitad del cartel son bandas locales. Y por supuesto, descentralizar la experiencia del festival y hacerla inclusiva, para quienes no les gusta asistir a eventos masivos”, explica Francisca Peró.

Festival REC.

La segunda noticia se viene cimentando hace años. La directora del TBB recuerda que desde que asumieron la organización del REC ya existía una coordinación permanente con Lollapalooza, sobre todo para no coincidir en fechas. Por lo tanto, la alianza era un paso evidente. Esta unión, impulsada por Corfo y Transforma turismo, “pone al Festival REC en el mapa en el mes de marzo y permite posicionar a Chile como un lugar turístico de la música”.

Para conmemorar una década de historia, la Villa REC contará con una Galería a Cielo Abierto que incluirá fotografías icónicas del festival. “Es como un Teatro Biobío deconstruido en una galería, que emula las diagonales que tiene el teatro, con una malla translúcida que tiene impresa la historia del festival y de la música”, detalla Peró.

El pabellón lo diseñaron los arquitectos del Politécnico de Milán y estudiantes que fueron guiados por el profesor Alberto Colet y acompañados por la Universidad del Desarrollo. El montaje lo realizaron alumnos de la misma casa de estudios, con algunos alumnos que vinieron de Italia. En tanto, el diseño de las mallas lo hizo la artista visual Consuelo Miranda, en base a la curaduría y la recopilación de fotos del equipo de Gonzalo Medina, Isabela Cichero y María Fernanda Videla, gracias a la colaboración de diversas instituciones como la Universidad de Concepción.

Foto de Mariana Soledad

De aquí en adelante, Rodrigo Pincheira ve como desafío que el REC se prolongue en el año. Si bien La ruta de la música prepara el camino al evento con una semana previa cargada de conciertos en bares y locales de la ciudad, el académico cree que se debe involucrar más a la comunidad, ya sea en colegios u otras instancias; “para posicionarlo más todavía en la comunidad social, cultural, empresarial y encarnarlo más en la gente”.

Para Manuel Lagos, una de las huellas más importantes del REC ha sido consolidar Concepción como una cuna artística. “El REC ha logrado concientizar de que Concepción en la región del Río Bío es un polo cultural, quizás el más potente de Chile. Eso da a entender que nosotros, los penquistas y la gente de esta región, es gente que vibra de una forma diferente con la cultura”.

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