Hace algunos meses, la prensa internacional comenzó a referirse al fotógrafo, dramaturgo y director teatral francés Jean-Claude Arnault, de 71 años, como el "Harvey Weinstein del Nobel de Literatura". Recién ayer, y luego de que en marzo se cerrara una primera investigación en su contra, la Fiscalía sueca presentó una acusación formal por violación contra el artista radicado en
Suecia hace dos décadas, y protagonista del escándalo sexual y las filtraciones que detonaron la histórica crisis por la que atraviesa la institución que concede el galardón.
Todo comenzó a fines de 2017, cuando 18 mujeres acusaron al también director del centro cultural Forum -financiado con dineros de la Academia Sueca- y esposo de la escritora Katarina Frostenson, quien ocupaba la silla número 18 desde 1992, de acoso y agresión sexual entre los años 1996 y 2017, lo que abrió una investigación preliminar por parte de las autoridades.
Tras cortar relaciones con el artista y luego de la renuncia de ocho miembros de la Academia, la hoy cuestionada Fundación Nobel anunció que, por primera vez desde 1949, este año no se entregará el máximo galardón literario, cuyos últimos dos ganadores fueron el cantautor estadounidense Bob Dylan (2016) y el escritor inglés de origen japonés Kazuo Ishiguro, un año después.
En su lugar, en 2019 se entregarán dos distinciones: "El premio Nobel 2018 de literatura se designará y anunciará al mismo tiempo que el galardonado de 2019", anunció la Academia en mayo.
A Arnault se le apuntó además como responsable de haber filtrado los nombres de los premios concedidos a los franceses J.M.G. Le Clézio en 2008, y Patrick Modiano en 2014. Pero días después, el periódico británico The Guardian citó una investigación del medio sueco Dagens Nyheter, que señalaba que Arnault pudo haber anunciado previamente también los nombres de otros siete ganadores del Nobel, entre ellos Harold Pinter en 2005, y el mismo Dylan hace dos años.
Dicho informe desestimó, sin embargo, esas 18 primeras acusaciones en su contra, pero comprobó que la confidencialidad sobre el nombre del ganador del Nobel fue violada por Arnault en reiteradas ocasiones.
Ayer, la fiscal sueca Christina Voigt confirmó que el artista -que, según varios, ocupaba la silla n° 19 de la Academia- deberá comparecer por dos cargos de violación por un supuesto ataque cometido a una misma mujer en Estocolmo, en 2011. "Mi opinión es que las pruebas son sólidas y suficientes para una acusación", declaró. La nueva denuncia se basa, según un comunicado oficial de la Fiscalía, en testimonios de la demandante, el mismo sospechoso y varios otros testigos.
Arnault, sin embargo, ha negado sistemáticamente las acusaciones en su contra, así como ser responsable de haber filtrado los nombres de algunos de los galardonados del Nobel. "Mi cliente está molesto e informado. Es un golpe increíble conseguir este tipo de enjuiciamiento contra él. Estos supuestos actos sucedieron tiempo atrás. Actos de los que no hay evidencia técnica", explicó a la televisión sueca Björn Hurtig, abogado del acusado.
Su defensor insistió además en que su cliente "mantiene que es completamente inocente de las acusaciones", y que no comparte "la idea de la Fiscalía de que las pruebas sean sólidas. Los testimonios difieren, no hay evidencias técnicas ni relatos de testigos directos", agregó.
En Suecia, en tanto, ya dudan que el Nobel de Literatura sea entregado en 2019.