Ya lo había interpretado antes, en 1986 y sobre las tablas del Teatro Nacional de Londres, bajo las órdenes del director británico David Hare. Pero entonces no era su momento de encarnar al Rey Lear de William Shakespeare, advirtió días atrás el actor y ganador del Oscar Anthony Hopkins: "Yo tenía... 48 (...). Ridículo. No me di cuenta de que era demasiado joven. No tenía idea de cómo hacerlo. Estaba forcejeando con el personaje", reconoció en una entrevista con el periódico inglés The Guardian.
Transcurrieron 32 años desde ese primer intento, y hoy, a sus 79 años, el intérprete de origen británico y nacionalizado estadounidense, quien además ha personificado a Otelo (1981) y Tito Andrónico (2001), parece haber cambiado de parecer. Durante un alto en el rodaje de una nueva cinta para Netflix, en la que encarnará al papa Benedicto XVI, Hopkins presentó recientemente la versión que la BBC hizo del Rey Lear, a cargo del director británico Richard Eyre y que este lunes debutó en la televisión británica. Este año, además, la producción llegará a la plataforma Amazon.
"Sentí, 'sí, puedo hacer esto'", contó Hopkins a The Guardian. "Puedo hacer este tipo de obra. No me fui. Y es muy estimulante, porque sé que puedo hacerlo, y tengo mi sentido del humor, mi humildad y nada ha sido destruido ", añadió el actor, quien en la adaptación de la clásica tragedia de Shakespeare de 1606 comparte la pantalla con Emma Thompson (Goneril), Emily Watson (Regan), Jim Broadbent (Gloucester), Jim Carter (Kent) y Andrew Scott (Edgar).
La conocida historia transcurre esta vez en una lúgubre y moderna Londres, donde asoman rascacielos, helicópteros y automóviles deportivos. Es allí, en una torre del suroeste inglés, donde el octogenario rey Lear, convertido en un dictador militar, decide dividir su reino entre sus hijas y sus respectivos maridos. Pero en lugar de lucir una corona cubierta de piedras preciosas, Hopkins usa una herradura que acentúa "la caída del rey".
Fue su amigo, el utilero y coleccionista de antigüedades Drew Dalton, quien además vive como un granjero a la antigua en Idaho, EEUU, quien le sugirió incluirla en su vestuario por haber pertenecido a un viejo caballo nacido en 1925. "Llevo la herradura conmigo a donde sea que vaya ahora. Todavía me emociono: el poder, la soledad y el dolor de ese caballo. Ese es Lear", declaró el actor, quien no sube al escenario desde el estreno de M Butterfly, en 1989, también en Inglaterra.
De pelo cano y muy corto, Hopkins encarna a un aterrador tirano que ha comenzado a flaquear y a perder sus facultades, hasta convertirse, incluso, en un bebedor delirante y que arrastra un carro de supermercados por las calles londinenses.
La prensa británica, en tanto, especula sobre sus inspiraciones para convertirse en uno de los más célebres protagonistas shakespereanos: Abigail (1969), hija de su primer matrimonio con la actriz inglesa Petronella Barker, no mantiene relación con él hace años: "Es su elección y debe vivir su vida", declaró el intérprete. "Les digo a los jóvenes: 'Si tus padres te están dando problemas, muévete'. Tienes que dejarlo ir. No tienes que matar a tus padres, solo vete si te están frenando".