Su sala principal acogería un encuentro regional de la fundación Enseña Chile, el sábado 2 de junio. Horas más tarde, se estrenarían las obras No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán del colectivo Zoológico, y Caótica de Teatro LaWasha. Pero los trabajadores del Parque Cultural de Valparaíso (PCdV) dijeron lo contrario: a las 00 horas del mismo día, iniciaron un paro acusando al directorio de no pagar sus remuneraciones correspondientes al mes de mayo.
El espacio no abrió el fin de semana, y este lunes todo se agravó: a las 17.00, unas 50 agrupaciones artísticas locales -entre actores, bailarines y músicos-, se tomaron el edificio del cerro Cárcel.
"Como artistas, se nos ha arrebatado el derecho a trabajar producto de la paralización de sus funcionarios, y ante la ausencia de autoridades hemos decidido cerrar el acceso hasta obtener respuestas", señaló a La Tercera la actriz y vocera de la Asamblea Ciudadana del PCdV, Daniela Misle.
La crisis al interior del espacio privado, inaugurado en 2012 y que al año recibe $ 1.100 millones del Ministerio de las Culturas, salió a la luz hace un mes, cuando sus trabajadores denunciaron un déficit por un préstamo de $ 100 millones solicitado en 2017. Su directora ejecutiva, Nélida Pozo, quien asumió el 2 de enero pasado tras la salida del músico Jorge Coulon (2015-2017), asegura que "la crisis se vino en 2015, al traspasar a los funcionarios desde la antigua figura legal a la Asociación Parque Cultural de Valparaíso que existe hoy, pues se les mantuvo tres años (entre 2011 y 2013) contratados a honorarios, y era justo pagar esa deuda previsional".
El 18 de mayo pasado, y junto a la presidenta del Sindicato de trabajadores, Tamina Hauser, Pozo se reunió con la Seremi de Cultura, Constance Harvey, y el intendente regional Jorge Martínez.
"Les alertamos que no habría recursos para pagar sueldos en mayo ni tampoco los costos operativos, como luz y agua, además de proveedores", dice Hauser. Y agrega: "Solicitamos una inyección de $80 millones para cubrir esos costos, de la que no hemos tenido respuesta, y pedimos a la Contraloría una investigación para dar con los responsables de la crisis. También, demandamos la urgente designación de sus representantes en el directorio, que debían ser nombrados en marzo de este año".
El directorio del PCdV se nutre de distintos actores: un presidente, nombrado por el o la ministra de las Culturas; tres consejeros de la Intendencia; otros tres de la Asamblea Ciudadana; uno del
Consejo de Rectores de Valparaíso, y otro electo desde el Municipio. Recién el 29 de mayo, añade Nélida Pozo, la ministra Alejandra Pérez y el intendente hicieron los nombramientos: el arquitecto Roberto Barría asumiría como presidente del directorio, y Gonzalo Serrano del Pozo, Aliki Constancio y Loredana Rosso Elorriaga representarían a la Intendencia.
"Aún no puedo reunirme con el presidente pues no está la resolución de la ministra Pérez que le entrega la facultad para representar al Ministerio", señala Pozo, y agrega: "Hoy no hay cómo sostener el PCdV y, eventualmente, tendremos que cerrarlo".
Consultada por este periódico, la ministra Pérez refuta lo anterior: "Roberto Barría ya fue notificado del cargo y posee toda facultad para sesionar frente al directorio, que entiendo aún no se reúne, pero eso pasa más por ellos que por nosotros". La titular de las Culturas advierte, además, que solicitó una auditoría interna al PCdV: "Al tratarse de una institución privada, como Estado debemos velar por el buen uso de los recursos, y lo cierto es que entre 2015 y 2017, durante la gestión Coulon e incluso de Pozo, que además fue Seremi de Cultura, se provocó un gran déficit".