En 1979, Diamela Eltit funda el Colectivo Acciones de Arte (CADA), junto a Juan Castillo, Lotty Rosenfeld, Fernando Balcells y Raúl Zurita. Con el grupo realizaría una serie de acciones de arte de resistencia ante el régimen militar.

En Para no morir de hambre en el arte (1979) abordaron el problema del hambre y la pobreza y le otorgaron a la leche un poder simbólico que recordaba la campaña del "Medio litro de leche diario" de la UP. En esta acción se repartió leche entre los vecinos de una población de La Granja.

En Inversión de escena, el 17 de octubre de 1979 ocho camiones de leche salieron de la fábrica Soprole hacia el Museo de Bellas Artes, donde la caravana se detuvo por horas, formando una fila y clausurando la fachada del museo. La ruta conectaba simbólicamente una fábrica productora de leche con una conservadora "fábrica de arte": el museo. Esta acción buscaba denunciar la violencia política y la censura cultural de la dictadura. Por ello, los camiones funcionaron como una referencia crítica a la tecnología militar del régimen de Pinochet. Al cubrir la fachada del museo con una tela blanca, el CADA indicaba que el arte no estaba dentro del museo, sino fuera de él, disperso por la ciudad, de modo clandestino.

En 1981 fue el turno de ¡Ay Sudamérica! El 12 de julio de ese año avionetas volaron sobre Santiago y lanzaron 400 mil panfletos en los que se discutía la relación entre el arte y la sociedad. Esta acción hacía referencia al bombardeo de La Moneda.

En 1983, el colectivo realiza la que a juicio de Diamela Eltit es la más trascendente de sus acciones: No +. En el décimo año de la dictadura, el CADA propuso esa frase como un texto abierto para ser completado por los ciudadanos, de acuerdo con sus demandas sociales y políticas. No +... muerte, tortura, desapariciones, hambre, pobreza, cesantía. Esa consigna sería usada en la Franja del No en 1988.