Quería conocer el socialismo a la chilena. En 1971 el novelista alemán Hubert Fichte (1935 -1986) viajó a Santiago. Salvador Allende había asumido la presidencia el año anterior y Fichte llegó con el propósito de observar lo que ocurría, desde su posición de escritor extranjero. Homosexual y precursor en los estudios de género, Fichte se encontró con un país que iba bastante más lento en esos temas, lo que delimitó a qué dedicar su investigación.

Su paso por el país quedó plasmado en su texto póstumo Explosión. Novela de la etnología (1993), donde a través de su alter ego Jäcki explora el Chile de la Unidad Popular. "Lo que Jäcki quería saber principalmente en Chile era si un régimen socialista como el de Allende, que les daba un litro de leche diario a los niños hambrientos, les había concedido su octava partecita de crema a los maricones, o al menos la mitad de eso", escribió en el capítulo que dedica a nuestro país.

Ese viaje fue solo una de las paradas en el mapa que Fichte recorrió entre los años 60 y 70, donde también visitó Río de Janeiro, Salvador de Bahía, Lisboa, Nueva York y Dakar.

El proyecto Hubert Fichte: amor y etnología, dirigido por los alemanes Diedrich Diederichsen y Anselm Franke revisa las investigaciones y relatos que el escritor desarrolló en esas ciudades, a través de un diario online, y mediante exposiciones y conferencias en los países que visitó. En Chile, la obra de Fichte es revisada en Suprasensibilidades, muestra curada por Mario Navarro que se extenderá hasta el 18 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).

La exposición reúne obras en video e instalación de los artistas chilenos Gonzalo Díaz, Claudia del Fierro, Cristóbal Lehyt y Cristián Silva. También forman parte del grupo la brasileña Tamar Guimarães junto al danés Kasper Akhøj. Además se exhibe material elaborado por el Taller Gráfico de la Universidad Técnica del Estado. "Como Fichte desarrolló un método de investigación literario basado en la etnografía, por una parte las obras tienen que ver con ese método o con la disciplina de la etnografía, y por otro lado con temas que abordó Fichte en su literatura", explica Mario Navarro. En ese sentido, la política, la espiritualidad popular, la religiosidad y la homosexualidad fueron los temas que el autor indagó en nuestro país, y desde los cuales se extienden los proyectos en exhibición.

El deseo de conocer Chile desde afuera, entender aquello que está lejos, el malabarismo callejero en ciudades visitadas por Fichte, médiums espiritistas en Brasil, un recorrido por distintos rincones de Santiago, y un niño que espera ser atendido en el Instituto Traumatológico mientras se escucha la transmisión del lanzamiento del satélite Sputnik, son parte de las escenas que evocó la obra de Fichte en cada uno de los artistas.

Fichte y la UP

En Chile, Hubert Fichte se reunió con Allende y recorrió Santiago. "Él venía cargado a la fantasía sobre el proyecto socialista", dice Navarro. Según cuenta, el autor esperaba encontrarse con un socialismo que se vinculara con su expresión de la sensibilidad. "Es decir, cómo la parte humana estaba presente a través de la política", agrega. Sin embargo, no fue tan así. En relación a esa mirada del autor es que Suprasensibilidades propone una visión crítica sobre la herencia de ese periodo, a través de la obra de Fichte. "Es una mirada sobre la cultura chilena, desde un alemán gay que esperaba encontrarse con un país de una mente más abierta, pero que se encontró con un país subdesarrollado en todos los ámbitos posibles", señala Navarro.

Para conocer más sobre la investigación del escritor se realizarán dos seminarios. Uno será hoy a las 15.00 h en el MNBA, y el otro mañana en el mismo horario en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Cerrillos.