Minutos después de que la legendaria actriz Rita Moreno anunciara con una sonrisa de oreja a oreja que Una mujer fantástica había ganado el Oscar a Mejor película extranjera en la edición número 90 del evento hollywoodense, el director y productor Pablo Larraín llamó al equipo de producción de la película en Santiago. Estaban en la casa de Eduardo Castro , productor en terreno del filme de Sebastián Lelio y de varias creaciones respaldadas por Fábula. Sus palabras eran una curiosa mezcla de ética de trabajo y salvoconducto laboral: "Lo más importante y hermoso de este premio es que podemos seguir pensando en hacer películas".
Con domicilio en una casa tradicional de fachada a la calle en la esquina de Holanda con Hernán Cortés (en el corazón de Ñuñoa), la compañía creada por los hermanos Juan de Dios y Pablo Larraín en el 2003 es, con bastante ventaja, el buque insignia del cine chileno. Es un barco que a veces enfrenta tormentas o que se mueve incluso en tierra firme "a lo Fitzcarraldo" (como dice la directora Marialy Rivas, refiriéndose en general a la complicada empresa de hacer cine ), pero que al menos desde este fin semana navega en la costa de California con viento a favor.
El Oscar llegó en un momento crucial, cinco meses después de que Fábula se instaló con una oficina en Los Angeles, con el objetivo de producir películas habladas en inglés para realizadores latinoamericanos y europeos. El debut de esta rama californiana de Fábula es auspicioso: se trata del remake de Gloria, con Julianne Moore en el rol que hizo Paulina García hace cinco años atrás.
La dirige Sebastián Lelio, que la terminó de rodar a fin del año pasado y que ahora integra la exclusiva nómina de los ganadores de un Oscar.
Es más, si las cosas andan bien, no sería raro observar en la ceremonia del Oscar del 2019 al elenco de la nueva Gloria por la alfombra roja y luego en el interior del Teatro Dolby.
Todos estos logros vienen precedidos por un currículum de primer nivel y cuando se hace el ejercicio de enumerar las películas chilenas premiadas en el extranjero en los últimos años, casi siempre se da con el nombre de Fábula en la producción. E jemplos: No, premiada en la Quincena de Realizadores de Cannes 2012 y nominada al Oscar Extranjero 2013; Joven y alocada, Mejor guión en Sundance 2012; Gloria, Mejor actriz en Berlín 2013; Crystal Fairy, Mejor dirección en Sundance 2013; El club, Gran Premio del Jurado en Berlín 2015; Jackie, posproducida en Ñuñoa y nominada a tres premios Oscar 2017, incluyendo Mejor actriz para Natalie Portman.
Fábula y los árboles
Se podría decir que el camino de la compañía de los hermanos Larraín tiene estéticamente una debilidad vegetal: el logo de Fábula es un frondoso árbol y sus películas se transan a alto precios en dos centros mundiales del cine con sobrepoblación de palmeras. Así es en el Festival de Cannes, donde se dieron a conocer con Tony Manero (2008) y al que llevaron No (2012) y Neruda (2017), y así es también en Los Angeles, la ciudad donde No llegó como nominada al Oscar y donde Una mujer fantástica ganó ayer el Oscar a Mejor película extranjera.
Un árbol frondoso es sinónimo además de protección y vida. La realizadora Marialy Rivas (Joven y alocada) habla así de los hermanos Larraín. "Creo que Juan de Dios y Pablo son particularmente generosos", comenta. "Yo los conocí en 2008, cuando estaban presentando el work in progress de Tony Manero en el Festival de Toulouse. Luego me invitaron a Cannes con No y después al Oscar.
Y yo no había participado en No. Lo mismo pasó con Una mujer fantástica, película en la que no estuve, pero que ayer celebré junto al resto del equipo. Siempre me he sentido parte del trabajo de mis compañeros. Te 'apañan' muy bien y eso es algo muy propio de Fábula. Es una familia, por decirlo de alguna manera", agrega.
Con 25 películas en total bajo su alero y la creación de la exitosa serie de TV Prófugos (2011) para HBO, una de sus fuentes de ingresos fuertes -además de los derechos de exhibición en el mundo- es la publicidad, al estilo de muchas empresas audiovisuales. Han realizado 500 comerciales nacionales e internacionales (según su sitio web) y en el equipo de los indispensables están el jefe de producción Eduardo Castro y la diseñadora de arte Estefanía Larraín, manos derechas, izquierdas y hasta ambidiestras de los Larraín a la hora de hacer sus películas y sus trabajos publicitarios.
También son claves Horacio Saavedra en las locaciones, Muriel Parra en el vestuario y Sebastián Sepúlveda en el montaje. Este último fue quien, por lo demás, estuvo en Jackie, cinta de contenido estadounidense y de montaje chileno.
No todos los frutos de este árbol han sido jugosos y hay tropiezos considerables, entre ellos 4:44, Last day on earth, largometraje de Abel Ferrara con Willem Dafoe que a nivel crítico fracasó sin remedio. A estas alturas, con una estatuilla dorada de cuatro kilos como fruto estrella, aquella experiencia tal vez sólo sea una anécdota.