En la mitad de su edición número 75, el festival de cine más antiguo del mundo tiene al menos un firme candidato a ganar la Copa Volpi a Mejor actor. El estadounidense Willem Dafoe, quien tiene 63 años, logra una de las cimas de su carrera en el rol de Vincent van Gogh (1853-1890), el malogrado pintor holandés fallecido a los 37. Precisamente esta última tesis es la que la película At eternity's gate (2018) intenta borrar del mapa y es una de las sorpresas del largometraje, exhibido ayer en la competencia oficial del Festival de Venecia.
Dirigida por el premiado cineasta estadounidense Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa), At eternity's gate entró a una carrera por el León de Oro que este año ha estado álgida en la Mostra de Venecia. La película fue, en general, muy bien recibida por los medios acreditados y el diario especializado Variety sostuvo que era "la más completa de las biografías de Van Gogh en el cine, superando a Sed de vivir (1956), de Vincente Minnelli, y Vincent y Theo (1990), de Robert Altman".
Julian Schnabel, que antes de ser cineasta se dedicaba a la pintura, ya había abordado la vida artística con Basquiat (1996), acerca del pintor y poeta Jean-Michel Basquiat. En At eternity's gate opta por un método narrativo impresionista y libre, lejos del clásico "biopic" común en Hollywood. En la conferencia de prensa de ayer, Schnabel afirmó que buscaba que el público tuviera la sensación de ir a una exposición más que a una función de cine. "Todo el mundo cree que lo sabe todo sobre Van Gogh y que es innecesario hacer otra película sobre él", dijo. Añadió que la idea original surgió cuando él y el veterano guionista Jean-Claude Carrière (el habitual de las últimas cintas de Luis Buñuel) asistieron a una muestra de Van Gogh en el Museo d'Orsay, de París. "Al salir de la exposición tienes una acumulación de imágenes en la cabeza y es la idea que queríamos crear en la película".
La historia que cuenta Julian Schnabel se toma varias libertades y el mismo guionista reconoció que Van Gogh nunca pensó en Goya (tal como lo presenta la cinta) a la hora de pintar. Lo que sí defendió Carrière es que el largometraje no considere válida la teoría del suicidio del pintor. "No hay testimonio alguno de que Van Gogh se suicidara", afirmó, agregando que en los últimos 80 días de su vida pintó 75 cuadros. Es decir, casi una pintura por día, muchas de ellas obras maestras. Según Carrièrre, nadie con depresión podría sostener ese nivel de creatividad.
En la producción también destaca la actuación de Oscar Isaac como Paul Gauguin, su amigo pintor, a menudo bastante crítico con la obra de Van Gogh. Aún así, el filme descansa casi absolutamente en la actuación de Dafoe, muchas veces desatado en largos monólogos o pensamientos en voz alta.
Otra de las películas que llamó la atención en estos últimos días en Venecia es el documental Isis tomorrow, donde los italianos Francesca Mannocchi y Alessio Romenzi retratan la amarga realidad de los niños de la ciudad iraquí de Mosul, ex bastión del grupo terrorista Isis.