Hace 50 años siguió los pasos del poeta beat norteamericano Allen Ginsberg por la ciudad de Londres. De ese registro, en fotografías y escritos, nació The Kodak mantra diaries: Allen Ginsberg in London (1971), uno de los primeros libros de Iain Sinclair, quien este jueves se presentó en el ciclo La Ciudad y las Palabras, del Doctorado en Arquitectura UC, auspiciado por La Tercera.
"Es un honor y privilegio muy especial que por primera vez visite Chile Iain Sinclair, uno de los intelectuales más importantes de su generación", dijo ayer el arquitecto Fernando Pérez durante su presentación a eso de las 19.00 h, y ante una numerosa audiencia que se encontraba en el auditorio del campus Lo Contador UC.
Con el transcurso de los años, el escritor y cineasta galés continuó caminando y observando los cambios en la capital de Inglaterra. Su escritura documental, lúcida y que explora la ciudad como un escenario político, histórico y arquitectónico, está presente en una serie de títulos. Por ejemplo, el volumen La ciudad de las desapariciones (2015) y The Last London (2017), donde aborda desde los vestigios culturales y urbanos hasta reflexiones sobre el Brexit.
Este jueves, con una libreta de apuntes en mano, Sinclair recordó sus primeros años en Londres, cuando trabajó en un muelle, luego en una cervecería y hasta cortando el pasto de las antiguas iglesias.
También, cuando en 1967 fue a un congreso de literatura donde estuvieron Octavio Paz, Allen Ginsberg y Nathaniel Tarn, quien se transformó en el traductor al inglés de Pablo Neruda. De visita en Santiago, Sinclair fue a la casa del Nobel chileno, La Chascona, y se encontró con la traducción de Las alturas de Machu Picchu hecha por Tarn. La compró, y el mismo volumen lo acompañó durante la conferencia: "Tarn fue muy importante en mis comienzos", dijo.
Sin embargo, agregó Sinclair: "Nunca he leído la poesía de Nicanor Parra ni de Gabriela Mistral, y tampoco en su totalidad la de Neruda. Preferiría leerlos en su lengua original".
Su último ejemplar, Living with Buildings (2018), analiza los efectos de vivir rodeado de edificios, y hace relaciones entre enfermedad y estructuras, en metrópolis como Londres y Ciudad de México. Pero Sinclair fue más lejos. Cruzó fronteras, siempre acompañado de nuevas teorías y autores. Lo suyo es caminar, comentó este jueves: "Mapear y trazar un territorio caminando, eso es lo que hago cuando camino".
Anunció que dejará la ciudad esta misma mañana, y que espera escribir un largo poema sobre Santiago: "Esta ciudad es un retrato de la gente. Cuando uno camina se transforma en parte de ese diálogo y las historias que se construyen en la ciudad". Luego, se preguntó: "¿Qué pasa cuando lees sobre un lugar que luego se conoce? Me pasó con Santiago: hay muchos carteles en esta ciudad. Una ciudad de jardines muy ordenados. En cambio Londres es una ciudad distinta cada mañana. Londres es una ciudad del mundo".